MI CAMINO HACIA EL DESPERTAR ESPIRITUAL por Marcela Chaurand

           MI CAMINO HACIA EL DESPERTAR ESPIRITUAL

por

Marcela Chaurand

 

Escribo esto por petición de mi maestro y guía espiritual Rev.Hyonjin Sunim, quién me ha enseñado a “voltear la luz hacia mi interior y rastrearla hasta la fuente”.

¿Como fue que me adentre al mundo espiritual o más bien porque esta inclinación?

Hice una retrospectiva a mi pasado y paro en el momento en que curso el 4To. Año de primaria, recuerdo que estudiar nunca me gustó en el pasado y menos en primaria y secundaria, para mi esas etapas fueron de angustia y a la vez de diversión; angustia porque los exámenes y sus resultados eran momentos en los que mi vida divertida se detenía y caía a un pozo de angustia y vergüenza (hasta eso si tenia vergüenza).  Éramos como sesenta niñas en mi salón y cuando nos entregaban calificaciones mencionaban primero a las de promedio de 10 y luego a las de 9 y así hasta a llegar a la última calificación pero no nomás mencionaban el promedio sino que además el orden del número como iban saliendo la 1, la2 la3 la 4 y así hasta llegar a la 60, yo era de las últimas y me castañeaban los dientes cuando entraban en la 44, 48, 50 y no me mencionaban, cuando por fin lo hacían me levantaba a recoger las calificaciones de la mano de mi maestra que la sostenía con cara de “cuando vas a cambiar niña”.

Cuando regresaba a mi lugar mi corazón volvía a latir de manera regular y borrón y cuenta nueva al fin seguía la diversión, las bromas en el salón y la imaginación a volar para inventar algo divertido a cada  momento, pobres de mis maestras las considero mucho, ofrezco mil disculpas y agradecimiento por soportarme tienen gran mérito por ello lo se.

El contraste consiste en que dentro de toda mi indiferencia hacia el estudio mi concentración se encontraba mucho más en las preguntas de quien soy? Para que o porque estamos en este mundo? Como me decían que Dios es nuestro padre pero vive en el cielo, claro! Yo pensaba porque si es nuestro verdadero padre nos tiene en este lugar llamado tierra y nunca nos visita ni nos llama por teléfono!!! Porque dicen que es misericordioso y yo veía el sufrimiento por todas partes ya sea en enfermos, huérfanos, gente con hambre, mucha pobreza , los maltratados y los tratados injustamente.

Y me decía; yo tan mal que me porto y lo tengo todo como es que a mi no me castiga?! y a mucha gente que vive muy bien al parecer sin tanto sufrimiento pero con conductas no muy nobles tampoco, en pocas palabras no veía congruencia con el dios que nos enseñaron y eso me traía patinando ya que a nadie le interesaba hablar de eso mucho menos a mis amigas y la verdad me sentía muy extraña ¿por qué a mi me interesa saber y  a los demás no!!??.

Me educaron en colegios católicos en donde la religión era ortodoxa por lo que en mi interior llevaba una terrible incertidumbre y soledad ya que no se permitía entrar en detalles cuando las respuestas a todo era la FE y yo no podía tener fe en la incongruencia, pero tenía una intuición muy importante les contaré lo que paso; en el colegio había una capilla en donde se ofrecían misas y a veces las maestras nos decían; “la niña que este mejor sentada y calladita va a ir a la capilla y se va a sentar frente a la virgen por 15 minutos” era ahí cuando nadie me reconocía porque era la niña más bien sentadita y calladita de todas y muchas veces me enviaron a acompañar a la virgen, y eso era solo estar en silencio, callada, sin rezar, sola en silencio con la virgen, regresaba me acuerdo que más tranquila y algo me decía mi intuición que no estaba sola.

Pasaron muchos años y eso quedó atrás me olvide y solo muy de vez en cuando volvían las preguntas de quién soy? Etc. Las cuales las dejaba al aire porque nadie tenía nada que decir solo que ya dejara de hacer preguntas que no tenían respuestas.

 Cuando tenía 17 años murió mi mamá y me quede sola con mi papá ya que mis otros cuatro hermanos vivían en otros países, fue entonces que comencé a saber lo que era sufrir, la terrible soledad, el vacío insoportable y el abandono que experimente viviendo en aquella casa tan grande en la que mi papá y yo solos la habitábamos.

Lloré y lloré durante dos años todos los días aquella perdida de mi madre, dios ese dios como siempre arriba en su pedestal cuando me iba a dar consuelo!!! Me olvide de él nunca lo recordaba ni para bien ni para mal simplemente lo olvidé.

Muchos años después regreso la añoranza de pertenecer a algo o a alguien mucho más grande y poderoso que yo, comencé leyendo libros sobre el amor infinito, la compasión etc. Y un día me llama una amiga para invitarme a un grupo en donde daban clases de la biblia para que hicieran oración por su pequeña hija que adquirió una dura enfermedad, la acompañe y quede fascinada cuando el  maestro de la biblia habló del amor de Jesucristo por nosotros me impacto tanto las enseñanzas que durante 3 años asistiendo una vez por semana a la clase, aprendí lo que Jesús vino a decirnos para ser felices avance un poco en mi vida espiritual ya estaba ahí alguien que me amaba incondicionalmente y lo disfrute. Sin embargo las preguntas de mi verdadera esencia recurrían nuevamente y sin respuesta.

Comencé a tomar diplomados en desarrollo humano y después hice una maestría en desarrollo humano y otra en logoterapia fueron determinantes para adquirir una nueva consciencia, para abrir más mi mente y aprender sobre como crecer como persona en mi diario vivir, fue una experiencia paradójica ya que el placer y el sufrimiento se abrasaban para emprender la experiencia del delicioso sabor del aprendizaje y el doloroso crecimiento que experimentó  mi ego  cada vez que adquiría conciencia de mis actos y malos hábitos de manera de pensar y  aceptarlos como la parte indeseable de mi ser para seguir adelante dejando atrás cierto patrones de conducta que me hacían sufrir. Por supuesto me falta mucho, este comino no tiene fin pero vale la pena recorrerlo ya que esto es lo que le da sentido a mi vida.

Hace 5 años me vine a vivir a Guadalajara con mis hijos y por cuatro años no encontraba un lugar o personas en donde yo pudiera seguir mi camino espiritual ya que yo necesito mucha dirección porque aún me equivoco mucho en la vida.

Un día mi hija Marce mi dijo; mamá vamos a mar de jade a un retiro espiritual del silencio? Una amiga muy querida ya me había invitado pero con eso de una semana de no hablar olvídalo nunca me anime a ir, pero en esta ocasión algo dentro de mi se entusiasmo y le dije a mi hija que si.

El retiro se trato de la práctica de meditación budista zen que es sentarse en silencio, claro guiados por monjes budistas expertos, al principio fue difícil para mi por mi espalda me dolía sin embargo aguante el 80% del retiro como debe de ser.  Mi experiencia fue tan fabulosa que llegando a Guadalajara mi hija busco por internet una sangha que es un grupo de personas que se juntan una vez por semana a meditar y encontramos exactamente lo que por tanto tiempo busque un maestro y guía espiritual que fuera congruente, compasivo y paciente y sobre todo que me dijo en donde están las respuestas a mis preguntas esas que los budistas coreanos les llaman hwadus y que por medio de la meditación en silencio y quietud se puede venir una luz que invade el corazón y con el mismo se llega a intuir quienes somos y de donde venimos, a donde vamos y porque estamos aquí, nadie lo puede explicar solo se puede experimentar y yo lo estoy experimentando cada vez más.

Medito media hora diaria y los domingos en mi grupo medito una hora luego escuchamos al maestro dar su charla dharma como conocimiento de las enseñanzas de buda y he aprendido que todos tenemos naturaleza búdica y podemos llegar a iluminarnos y comprender muchas cosas que nos sirven para nuestro bien y para el bien de los demás en cualquier momento.

Desde entonces he acudido a varios retiros y quiero compartir el último al que asistí.

Puedes entrar mal emocionalmente a un retiro pero de seguro no sales igual siempre hay una experiencia nueva e iluminadora que fortalece y nos impulsa a continuar la practica una vez que se experimenta sabemos que todo esta dentro de cada uno de nosotros solo tenemos que estar en silencio y en quietud (lo mismo que hacia yo cuando estaba en 4To de primaria cuando iba con la virgen a estar en silencio y quieta).

Fue un fin de semana de viernes a domingo el retiro, yo iba con lumbalgia y una molestia en el oído que me mareaba cada vez que me sentaba en el cojín y cada que me levantaba de él, sin embargo ya estaba ahí y lleve a cabo cada actividad que se requería, me encontraba un poco triste por un acontecimiento que tuve  con unas muy queridas amigas mías y me sentía herida en mi ego por algunos comentarios negativos que hicieron sobre mi y que ahora comprendo fue sin mala intensión, comenzó la meditación y logre dejar pasar mis pasamientos sin detenerme en ellos, revise algunos sentimientos y luego simplemente los deje ir como la corriente de un rio que fue atravesado por carretas y levanto arena, hojas secas y musgo esos eran mis pensamiento, sensaciones y sentimientos y como el rio cuando la arena, las hojas y el musgo se aplacaron el agua se torno pura y cristalina así le pasó a mi mente entré en la fuente y lo demás las basura o impurezas se desapareció se desvaneció por si solo durante el fin de semana.

Le comente a una compañera del retiro mi problema del oído y gracias a lo que me dijo que ella también le había sucedido lo mismo  fue con el doctor y le hicieron una limpieza profunda en su oído, el lunes desperté muy mareada y mi hija me llevo con una doctora me hizo el lavado de oído y salí de allí perfectamente bien al igual que espiritualmente de desvanecieron mis sentimientos de tristeza y comprendí que era mi mente chica la que creó esa ilusión o delirio distorsionado por lo que puedo asegurar que el resultado de este retiro fue que salí con la mente clara y el corazón ligero.

Estoy muy agradecida con todos mis maestros de los cuales he aprendido mucho en el transcurso de mi vida y en especial a mi maestro Hyonjin por ayudarme tanto en este camino y despertar espiritual aún más grande que en otros tiempos y gracias al universo que ahora se que soy una con él y fluyo con él hacia donde su sabiduría me dirija.

Marcela Chaurand.