FILOSOFÍA ZEN, PRÁCTICA ZEN
Capítulo 3.5. LA MEDITACIÓN DE TRABAJO
Ven. Dr. Jinsim Hyoenjin
26/SEP/2021
El Zen quiere llevar a las personas a la profunda comprensión de la unicidad de todo, a la comprensión que va más allá de la comparación y la distinción y que supera la ilusión de separación. Mientras que el Buda solía hablar sobre el sufrimiento y el fin del sufrimiento y frecuentemente distingue entre nirvana y samsara, la última realidad de la fluctuación fenomenal, sus enseñanzas más profundas llevan a la realización de que todo es uno: que "Samsara es Nirvana" y que "la Ilusión es Iluminación". Así que en el Sutra Avatamsaka, la corona de las Sutras de Mahayana, el Buda dijo: "La Mente, el Buda y los seres sintientes no son tres cosas diferentes." Hui-Neng también se dio cuenta de esta unicidad o vacuidad, y esta realización lo convirtió en el Sexto Patriarca del Budismo Zen.
Este concepto de unicidad puede estar relacionado con todo. ¿Cuál es la belleza del budismo Zen? En el budismo Zen la belleza no radica en las decoraciones de colores brillantes o en la colección de objetos preciosos. La belleza del budismo Zen se encuentra en la simplicidad y la tranquilidad, en un sentido de una armonía de las cosas que abarca todo. Es una belleza que refleja la quietud y el vacío que siempre habita en medio del cambio constante. El practicante Zen encuentra la belleza en las cosas simples: en las rocas y en el agua, en el musgo, las plantas, la arena, los lagos y los pequeños puentes de madera. Estas cosas son simples, sin embargo, al mismo tiempo sumamente bellas. Un lago que refleja la luz de la luna, una montaña vestida con niebla, un pájaro que canta en el brillo del sol, una roca que se esconde debajo de los árboles, cosas simples como estas deleitan al practicante del Zen. El arte Zen, de igual manera, trata de inclinarse hacia el ideal de la simplicidad. Un artista Zen puede dibujar todo un paisaje con sólo unas cuantas pinceladas sugerentes. Hay muchas pinturas famosas que consisten en un solo trazo o un carácter chino, como las pinturas de "Mu".
Como se mencionó anteriormente, cuando el Budismo Zen se instaló en China, el concepto de meditación llegó a interpretarse de manera diferente a cómo lo había sido en la India. Según la perspectiva en la India, la meditación siempre involucra el sentarse en meditación, ya sea en la postura de loto completo o en medio loto. Cuando uno está haciendo algo más, entonces no es la meditación. Por lo tanto, Bodhidharma y muchos de los primeros patriarcas se dedicaron a la meditación casi todo el día. Tal vez por la misma razón los monjes budistas en la tradición Theravada dedican gran parte de su tiempo al canto, la meditación y las varias prácticas religiosas relacionadas, en lugar de otras cosas. Pero este concepto cambió en China, especialmente a partir del tiempo del Quinto Patriarca.
Hui-Neng, cuando era un discípulo del Quinto Patriarca, ni siquiera tenía tiempo para sentarse en meditación. Él estaba muy ocupado limpiando y cocinando para mantener a sus 500 compañeros. Pero al mantener la plena atención mientras trabajaba, era capaz de llevar su mente a un estado de meditación y así obtener una comprensión más profunda que sus compañeros discípulos. A través de esta realización se convirtió en el Sexto Patriarca. Desde el tiempo de Hui-Neng hasta el presente, los maestros chinos Ch'an y Zen japoneses siempre han hecho énfasis en la fusión de la meditación y la comprensión con las tareas cotidianas. La meditación no sólo debe ser practicada mientras se está sentado, sino también mientras se está ocupado en el trabajo y la actividad. Por lo tanto, los budistas Zen en China y Japón no sólo meditan sentados. Practican y aplican Zen en todos los aspectos de su vida cotidiana.
En este país cada vez más personas están interesadas en el budismo Zen. Muchas de las personas interesadas en Zen van a la librería y coleccionan muchos libros de Budismo Zen. Luego se van a casa y los leen. Algunos que consideran el Zen como un tema de estudio escolar van a la biblioteca y leen textos de Zen desde el amanecer hasta la noche. Otros ansiosamente van a cualquier plática de Zen con una grabadora lista, o regresan a casa con una libreta llena de ideas y cachos de información. Todo esto está bien. Es bueno leer y estudiar para poder entender. Pero si eso es todo, estas personas nunca podrán entender el budismo Zen. Y ¿por qué? Porque en Zen solo el entendimiento intelectual no es nada - hacer es más importante. Sólo haciendo esto puede uno experimentar esto por sí mismo.
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