MEDITACIÓN BUDISTA ZEN

VEN. DR. JINSIM HYOENJIN: arzobispo y maestro guía de la sangha Meditación Budista Zen, recibió Transmisión el 27 de marzo 2021 e Inga el 16 de julio 2017, y recibió los 250 votos del Bhikshu (monje) el 22 de julio 2016 por el Ven. Dr. Wonji Dharma.

Ven. Jinsim Hyoenjin es originalmente de Kansas City, Missouri, USA y ha vivido en Guadalajara, México desde 2000. Tiene más de 45 años experiencia en meditación, dos maestrías (psicología y estudios budistas), y un doctorado de Psicología Oriente-Occidente investigando métodos de meditación en las tradiciones espirituales del Oriente.

Ven. Jinsim Hyoenjin imparte clases, conferencias universitarias, charlas Dharma, retiros y talleres sobre el buda-dharma además de citas individuales para orientación y estudio personalizado.

Un arzobispo (maestro zen superior) es un obispo que, habiendo recibido Inga y Transmision de Dharma, preside varias diócesis en una gran región. Este puesto incluye algunas responsabilidades de supervisión tanto de las diócesis como de los obispos de esa región. Un arzobispo sirve como guía o instructor en asuntos religiosos; y a menudo es el fundador o líder dentro de una Orden. Además, el Colegio de Arzobispos actúa como un Consejo Rector igualitario para la Orden Zen de las Cinco Montañas.
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domingo, 23 de diciembre de 2018

ASPIRACIONES AL NIRVANA Servicio Memorial 23/DIC/2018



ASPIRACIONES AL NIRVANA
Venerable Dr. Hyoenjin Prajna
Servicio Memorial para
Dominga Camacho Rosales
23/DIC/2018

“Todos los gurus pasados, presentes y futuros, los budas y los bodhisattvas que habitan en las diez direcciones del espacio, especialmente el Buda Amitabha y los ocho grandes bodhisattvas que parecen a leones, por favor, presten atención. Deseando liberar a todos los seres sintientes madres del vasto océano del sufrimiento samsárico y llevarlos a la alegría suprema del pleno despertar, me doy cuenta de que debo convertirme en un Buda. Para hacer eso, me propongo renacer en la Tierra de la Gran Dicha y escuchar las enseñanzas directamente del mismo Buda Amitabha. Por lo tanto, por la fuerza de todos mis méritos pasados, presentes y futuros reunidos, la promesa inmutable de todos los Tathagatas y el poder de la sabiduría y la verdad última pueden, en el momento de la muerte, permítame renacer inmediato y espontáneo en un loto completamente abierto en presencia de la forma radiante de Buda Amitabha. Sin dificultad, permítame escuchar las enseñanzas directamente de Amitabha Buddha.

“Permítame desarrollar las seis prácticas de gran alcance hasta su terminación final, y permítame completar las diez etapas del bodhisattva. Permítame alcanzar la sabiduría, el amor y el poder de las miríadas de Budas en innumerables campos de Buda más numerosos que todos los átomos del universo.

“Desde el tiempo sin comienzo, he estado confundido y he girado en un círculo continuo de sufrimiento samsárico. Atado por el deseo y la avaricia, he experimentado una constante miseria. A menos que libere esta mente ilusoria y ávara, los Budas y bodhisattvas no pueden ser de máximo beneficio para mí. Nada en el samsara es cierto, excepto que todos los placeres mundanos desaparecen. Esta mente ávara e ignorante es el nudo que me une al giro implacable de la rueda de la existencia condicionada. Anhelo ir a la Tierra Pura de Amitabha, donde ni siquiera existe la palabra "sufrimiento", y desde donde nunca más puedo caer en la miseria del samsara.”[i]

Esta aspiración para renacer en la Tierra Pura de Amitabha Buda es una expresión innata de todo ser para trascender esta vida y vivir libre del sufrimiento, libre del ciclo continuo de renacimiento una y otra vez en samsara. Y no sólo nosotros, sino todos los seres como si fueran nuestras madres. En este día, se refiere a la madre de nuestra amiga Jacqueline y su familia, la querida Dominga. La enviamos todo nuestro mérito y amor en la esperanza de que esté en paz y que renazca en las condiciones perfectas para realizarse como un Buda. De hecho, todos ya somos Budas, sin embargo, no nos damos cuenta debido a nuestros hábitos mentales, las kleshas, basadas en codicia, aversión, y distracción. Si practicamos con gran fe, gran perseverancia y gran duda en esta vida, no tendremos que esperar a otra vida para la liberación. La viviremos aquí y ahora.

Nuestro esfuerzo, como practicantes del zen, es lograr Nirvana esta vida, incluso aquí y ahora, hoy, este momento. Como Buda Gotama Shakyamuni bajo el árbol de la bodhi hace 2,500 años, estamos buscando el nonato, lo perenne, lo no sufriente, lo imperecedero, lo indoloro, lo incorrupto y la libertad suprema. Este estado satisfactorio se llama Nirvana, lo cual significa “extinción”. Y como Él, estamos convencidos de que es posible extinguir las pasiones, las ataduras y los engaños que ocasionan tanta miseria y dolor. Alcanzar el Nirvana debe ser como el “enfriamiento” que se siente después de superar un estado febril. Para curarnos de la enfermedad de frustración, insatisfacción, y estrés, hay que abandonar el hogar de lo cómodo, nuestras formas habituales de actuar y reaccionar al mundo.[ii]

La impermanencia es otro aspecto de lo que nos frustra, puesto que queremos aferrarnos desesperadamente a lo que es transitorio, como este cuerpo, estos gustos, estos hábitos. Aunque nos traigan algunos momentos placenteros, se vuelven todos al Fuente Eternos, el vacío ilimitado. Sin embargo, esta ley universal no debe ser deprimente. Buda se dio cuenta que hay algo que no ha nacido de la forma corriente, que tampoco ha sido creado y que permanece libre y exento de daño. Buda descubrió por experiencia directa que Nirvana sí existe. Y no es nada sobrenatural. Es completamente natural en los seres humanos y cualquiera que lo busca con tesón puede experimentarlo justo en este mundo imperfecto, en nuestro interior. Pero no cabe esperar ninguna ayuda de los dioses. Todo depende de nuestros esfuerzos propios. En consecuencia, Nirvana no es un lugar como el Cielo al que se puede ir después de la muerte. Si se muere sin haber resuelto nuestro karma, se vuelve una y otra vez para experimentar insatisfacción, enfermedad, y muerte. Lo bueno del concepto del renacimiento es que no estamos limitados a sólo una vida para lograr el Nirvana. Tenemos infinitas vidas para practicar y liberarnos. Todos van a lograrlo. Entonces, no te desesperes. Vas a lograrlo. Pero ¿cuándo? Si esperamos para otra vida, quizás las condiciones no serán tan adecuadas como esta para lograr el Nirvana.

No obstante, el universo es compasivo. Según los que adoran Amita Buda, hay un lugar donde las condiciones son siempre perfectas para practicar y realizar Nirvana. Con nuestro mérito, benevolencia, y compasión, enviamos todas nuestras aspiraciones de bienestar, paz, y felicidad a Dominga. Que ella sepa que hay gente aquí que no la olvidarán, que siempre hay una conexión con sus queridos uniéndolos en amor. Aunque ella ha desaparecido de nuestra vista de forma corporal, ella continúa eternamente en los corazones de su familia y amigos. Que ella descanse en paz y que ella realice Nirvana con nosotros en esta u otra vida, en la Tierra de Samsara o la Tierra Pura, puesto que el logro de uno, como Buda, es el logro de todos. Realizar Nirvana significa que hemos despiertos al hecho de que nunca nada ha nacido y nada jamás ha muerto porque todo es vacío, todo es Uno, todo es Buda.         


[i] Meditation on Amitabha Buddha
thubtenchodron.org/2017/07/amitabha-sadhana/
[ii]Armstrong, Karen. (2001) (2017 Formato Digital). Buda: Una Biografía. Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.: Barcelona, España.

Diálogos Zen #53: El Matrimonio según Zen



domingo, 9 de diciembre de 2018

Diálogos Zen #51: La Importancia de descubrir nuestra verdadera naturaleza



RÍNDETE A LO SAGRADO Charla Dharma 9/DIC/2018



RÍNDETE A LO SAGRADO
Charla Dharma 09/DIC/2018
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna

La brisa del amanecer tiene secretos para ti.
No duermas más.
Pide lo que necesitas de verdad.
No duermas más.
La gente viene y va por el umbral
donde los dos mundos se tocan.
La puerta es redonda y está abierta.
No duermas más.
                 ~Rumi

La Gran Vía no tiene puerta,
Se la acerca por mil maneras.
Una vez pasado este punto de control
Recorres por todo el universo a grandes zancadas.
                    ~El Prefacio, El Punto de Control Sin Puerta

Estas dos citas hacen referencia a una puerta sin puerta, un umbral por el cual se debe pasar para llegar a lo sagrado. Sin embargo, para pasar por esta puerta, no es por un logro físico, ni control mental, sino por rendición al no saber, al no hacer, a la Fuente de todo, la Vía en sí. Tuvimos la oportunidad este fin de semana de probar este acertijo. Nos sentamos durante toda la noche en silencia meditando para celebrar el Gran despertar del Buda. Literalmente tuvimos que batallar con el sueño, lo que nos jalaba a la inconsciencia, resistiendo la tentación a dormir, y con gran perseverancia, enfrentar nuestros miedos, derribarlos, para llegar al silencio de lo sagrado. Fue duro. El cuerpo se queja. El cerebro resiste. Se cuestiona, “¿Por qué?” “¿Por qué me quedo así, sentado toda una noche, en el frío y la oscuridad, dolido y cansado, sentado en meditación? “¿Qué es esto?” No es lógico. Pero este fin de semana, un grupo valiente de bodhisattvas aceptaron el reto para encontrar esta puerta de no puerta y recorrer la Vía que llega a lo sagrado. Llegaron, no por un beneficio monetario, no por consideraciones mundanas, sino por fe en el maestro, fe en un camino, fe en una práctica espiritual que les invita a descubrir lo Esencial, lo sagrado.