CONTEMPLANDO LA PARED DE BODHIDHARMA
Charla Dharma 09/NOV/2014
Rev.
Hyonjin Sunim
Mientras que sigas buscando
el Buddha en otro lugar, nunca captarás que tu propia mente es el Buddha.[1]
Bodhidharma era un monje
budista proveniente del Sur de la India quien fundó la forma de budismo Zen o
Chan en China en el 6° siglo d.C. Se estableció en el monasterio Shaolin para impartir sus enseñanzas a los monjes. Solía escalar una montaña
durante el día, sentándose en una cueva frente a la pared para meditar, luego
bajando al monasterio en las tardes para enseñar el Dharma. Pero eventualmente
no bajó al monasterio, quedándose sentado frente a la pared nueve años en
meditación en silencio, imperturbado por las inclemencias del tiempo, los
insectos, y los animales salvajes del lugar.
La llegada de Bodhidharma
a China produjo un gran reto a los budistas convencionales de la región, los
que basaban sus enseñanzas al estudio de sutras o meditación en la forma de
relajación. Bodhidharma no estaba de acuerdo con esto. Enseñaba una nueva forma
de meditación conocido como “contemplación de la pared”, lo que refiere a un estado
interior de la mente en lo que todas las ideas que surgen son cortadas de raíz,
dejando la mente libre de deseos. Su técnica se basaba en la concentración
fijada en un solo objeto, para descubrir el origen de todos los pensamientos.
Hemos aquí un problema que ha
marcado toda la historia del Budismo Zen en China desde su inicio en el sexto
siglo por la mala interpretación del término “pi-kuan”, el que se traduce como “contemplación
de la pared”. En Chino, la palabra “pi” significa “pared” y “kuan” significa “contemplar”.
A pesar de que los monjes muy a menudo meditan sentados frente a la pared, de
hecho, no hay una conexión lógica entre el término “pi-kuan” y la acción literal
de sentarse contemplando la pared. Primero, hay que entender que la meditación es
una función de Esencia, o sea, nuestra Naturaleza Búdica. Esta Naturaleza
siempre es pura y brillante, iluminando todo, y más allá de tiempo y espacio. La
meditación es una forma para desarrollar nuestra plena atención en todo
momento. No obstante, se llega a practicar la atención vigilante no sólo sentada,
sino además parada, caminando, comiendo, hablando, o en cualquier momento pase
lo que pase. Sería un error reducirla a simplemente la contemplación de la pared.
Entonces, hay que investigar el simbolismo del término “contemplación de la
pared” para entender lo que significa para la práctica del Zen.
En sus enseñanzas, Bodhidharma
estaba intentando explicar cómo meditación debería permanecer como una pared en cuanto a esencia y función,
o sea, dos aspectos inseparables de nuestra práctica. Bodhidharma dijo: “La mente
es Buddha, y Buddha es la mente.”[2]
Comenzamos confiando en el hecho de que nuestra mente es Buddha, la naturaleza
esencial, todos somos Buddha. Fe en este hecho es un requisito anterior a la
práctica como función de esta esencia búdica.
La práctica es prestar atención a lo
que obstaculice la plena expresión de esta mente búdica mediante la aplicación
de los preceptos para la eliminación de las venenos, las kleshas de codicia,
ira, y delirio o indiferencia. Bodhidharma afirmaba que: Buddha significa atención, la atención al cuerpo y a la mente la cual
impide que el mal los surgiera en cualquiera de los dos.[3]
Cuando practicamos, estamos prestando atención a las tendencias egóicos que nos
causan sufrimiento. Esta atención sirve para limitar, purificar, y eliminar las
kleshas del cuerpo y la mente. Esta consciencia y capacidad de percatar la
mente discriminativa es Buddha. Por tanto, el sentido verdadero de “pi-kuan” es
seguir practicando en todo momento y en toda actividad con atención vigilante con
la firmeza y unicidad de una pared, o mejor dicho, de una forma única, abandonando
ideas falsas con expectativas de volvernos buddhas en algún punto ilusorio del
futuro.
En la lengua china, “pared”
simboliza la capacidad de ser constante, no ceder, no negociar, no cambiar,
además de lograr un gran desafío utilizando sabiduría y confianza. La
meditación contemplando la pared entonces hace referencia a la práctica
no-dual, libre de los pensamientos discriminativos los que distorsionan
nuestras percepciones y causándonos sufrimiento.
Otro simbolismo de la pared es ver como una pared, lo que implica el hwadu de “¿Qué
ve una pared?” Si vemos desde la perspectiva de la pared, la pared sólo ve sin
dualidad, el vacío del yo, la vacuidad de todas las cosas, Shunyata. Además,
viendo como una pared puede significar que yo y la pared somos único, efectivamente
no-dual, no divididos.
Ya podemos apreciar lo que
Bodhidharma quería decir con meditación contemplando la pared: que toda actividad
en la vida debería ser una meditación tan fuerte y congruente como una pared,
basada firmemente en la contemplación no dual de que “soy Buddha”, un
afirmación inmovible, firme, y constante. Bodhidharma no estaba dando
instrucciones en una forma específica describiendo la forma externa reducida a
una postura exterior, sino estaba dando un estándar de cómo vivir nuestras
vidas cultivando la plena atención en cada momento de la vida cotidiana, la
cual es la mente y función de nuestra verdadera naturaleza esencial de Buddha.
Bibliografía
Bodhidharma.
Consultado
05/NOV/2014
http://es.wikipedia.org/wiki/Bodhidharma
Bodhidharma:
El Fundador del Zen
Consultado 05/NOV/2014
García Monreal, Mª Isabel. Historia y Leyenda Sobre la Vida y Obra de
Bodhidharma o Damo.
Consultado 05/NOV/2014
Park, Sung Bae. (1983). State University of
New York Press: Albany, N.Y.
[2]
Ibid.
GRACIAS POR SU APORTACIÓN EN APOYO DE NUESTRA SANGHA MBZ
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