NIVELES
DE ILUMINACIÓN
Charla Dharma 16/NOV/2014
Rev. Hyonjin Sunim
Iluminación es la práctica de la certeza de que “Soy
Buddha”, es como decir que somos todos la Mente Única, la forma suprema de fe
que se manifiesta en práctica cotidiana. Esta Mente Única tiene dos aspectos,
aunque se entienden como dos lados de la misma moneda. Primero, Mente Única
significa lo Absoluto, la Esencia del universo, la Talidad de este momento
preciso. Segundo, Mente Única incluye todos los fenómenos del universo que surgen,
permanecen y luego desaparecen. De hecho, estos dos aspectos no se pueden
separar, puesto que Esencia y fenómenos son un conjunto, ninguno existiendo sin
el otro. Sin embargo, para lograr la iluminación, tenemos que darnos cuenta de
que el aspecto fenomenal es ilusorio. En las escrituras psicológicas del
Budha-dharma, conocidas como el Abhidharma, se describen cuatro marcas o
características de todo fenómeno: primero toda cosa surge, perdura un rato,
eventualmente cambia, y finalmente desaparece. De igual forma, la iluminación
se puede caracterizar por cuatro niveles según estas marcas...
La más alta forma
de iluminación se llama “iluminación final” donde uno se libera de cualquier
pensamiento discriminativo el momento que surgiera. El segundo nivel se llama
“iluminación aproximada”, donde se libera de los pensamientos discriminativos
una vez que ya se hayan surgidos. El tercer nivel se llama “iluminación en
apariencia” donde se libera de los pensamientos discriminativos mientras están
en la fase de cambio. El cuarto nivel se llama “no-iluminación” puesto que uno
es libre de los pensamientos discriminativos cuando ya se han desaparecidos,
pero es demasiado tarde para practicar liberándose de ellos. La meta de esta contemplación es darnos cuenta
de que al liberarnos del obstáculo de los pensamientos discriminativos, se
puede percibir la Mente Única, la que es nuestra naturaleza original, la mente
libre de pensamiento. Lo que comienza como una consideración mental, se vuelve
la clara percepción directa de la Mente Universal.
Se
puede entender que la mente de pensamientos discriminativos es la mente chica
del ego, mientras que la mente libre de pensamientos discriminativos es la
Mente Universal de nuestra naturaleza búdica, la Fuente o Esencia de todo. Pero no son dos mentes diferentes,
simplemente son la Mente con y sin obstáculos, o lo que llamamos las kleshas de
codicia, frustración, e indiferencia. Pero puesto que ningún pensamiento en sí
es una cosa permanente, siendo todo vacuidad, Shunyata, entonces ni los
pensamientos ni las kleshas son diferentes de Shunyata, son vacíos de realidad.
Cuando podemos verlos así, soltándolos como reales o importantes, entonces
logramos lo que los japoneses llaman “kensho”, lo que significa “iluminación”.
Sin embargo, comprensión intelectual del proceso no es suficiente. Requiere
acción. La iluminación final implica que ya podemos percibir el estado original
de la mente libre del pensamiento. Pero esta iluminación final sólo se
manifiesta eliminando las kleshas y pensamientos discriminativos mediante la
practica activa.
Entonces,
¿cómo practicar? Nosotros practicamos el zen de la iluminación súbita y el
cultivo gradual. Primero, comenzamos con la fe de que todo es Esencia,
confiando por completo en el hecho de que “Soy Buddha”, motivándonos a
practicar. Esta motivación inicial es iluminación original, la que cultivamos
hasta que lleguemos a la Iluminación Final, entendido como la mente ya libre de
los obstáculos de los pensamientos discriminativos y las kleshas. De hecho, la
fe y la práctica son dos aspectos inseparables de lo Absoluto en términos de
Esencia y Función. Por tanto, fe es práctica, y la práctica es iluminación, e
iluminación es la fe con certeza, o sea, percatación directa de que “Soy
Buddha”, lo que es la sabiduría suprema, la Iluminación Final.
Hasta
que percibiéramos directamente esta realidad suprema, podemos practicar
cultivando nuestra confianza en los tres Tesoros del Buddha, Dharma y Sangha. Intentamos
acercarnos al Buddha con ofrendas, dana, y respeto, creyendo en Él y sus
innumerables virtudes. Podemos estudiar el Dharma, practicando los preceptos, y
recibiendo sus beneficios. Además, podemos acercarnos a la Sangha,
experimentando su apoyo mientras que practicamos juntos el camino de los budas
y bodhisattvas, ayudando a todos eliminar el sufrimiento por medio de la
compasión. En el texto Zen llamado El
Tratado del despertar de la Fe Mahayana, se describen cinco modos de práctica:
1. Caridad; 2. Preceptos; 3. Paciencia; 4. Entusiasmo, y 5. Shámata/Vipásyana.
El quinto refiere a términos significando la mente calma-lúcida en la cual se
calma la mente chica observando este momento preciso mediante la plena
atención, la atención vigilante, lo que nos da la capacidad de ver los
fenómenos surgir, perdurar, cambiar, y desaparecer, permitiéndonos la
oportunidad de desapegarnos de ellos, logrando la Mente Única de nuestra
naturaleza original, la Esencia libre de pensamientos discriminativos, entendido
como la Iluminación Final.
Muchos
de Uds. han demostrado una práctica admirable y constante, especialmente
contribuyendo los donativos para los nuevos cojines, además de las aportaciones
cada semana como gratitud al maestros por sus enseñanzas, e incluso por los esfuerzos
incansables en la organización y participación en eventos, la comida que traen
a las fiestas, sus palabras amables a otros en sus momentos difíciles, el
entusiasmo, la creatividad, y la energía incansable en la planeación de
proyectos, y el estudio profundo del Dharma en los talleres, clases, y retiros.
Todo es una muestra del Buddha funcionando en el mundo, las manos, los ojos, y
el corazón de Avalokitéshvara respondiendo a los gritos del mundo proveyendo
ayuda y alivio a los que necesiten. Estoy muy orgulloso de esta comunidad, esta
sangha. Estamos ofreciendo otra forma de vivir, basada en la ética, la
compasión, y la confianza, activando lo que estamos aprendiendo en nuestra
práctica al beneficio del mundo entero. Y así, somos todos seres iluminando la
oscuridad con nuestra luz de fe y práctica, iluminándonos de la ignorancia, y despertándonos
y al mundo a la paz y bienestar de la Mente Única.
Bibliografía
Park, Sung Bae.
(1983). Buddhist Faith and Sudden
Enlightenment. State University of New York Press: Albany, N.Y.
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