EL SUTRA DEL ESTRADO
Clase 5
Sustancia y Función
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna
13/SEP/2020
Hemos
estudiado antes en el Sutra del Estrado como Hui-neng se iluminó al demostrar
su entendimiento a su maestro mediante un poema sobre un espejo como metáfora
de la mente pura. El maestro fue tan impresionado, que le entregó la túnica de
Bodhidharma a Hui-neng como símbolo de transmisión. Luego le avisó que se marchara
del monasterio para salvar su vida de los celosos. De hecho, cientos de monjes le
perseguían hacia el sur del país con la intención de asesinarlo. Pero después
de dos meses se desanimaron y volvieron al monasterio. Sólo el monje Hui-ming,
antaño un general rudo y agresivo, continuaba perseguirlo y por fin lo encontró.
Hui-neng, al creer que el general iba a
matarlo, le entregó la túnica directamente. Pero, cosa rara, el monje lo rechazó
al decir que sólo buscaba el Dharma. Así
que Hui-neng le transmitió el Dharma y el general se iluminó al instante.
Luego, Hui-neng le envió al norte para enseñar a otros.
Después de contar esta historia de su vida
e iluminación desde el estrado frente a la asamblea de monjes reunidos, el
viejo maestro comenzó a transmitir el Dharma para todos. Se lee:
Verso 12: “Buenos amigos, las personas mismas de este
mundo poseen la iluminación (bodhi) y la sabiduría intuitiva (prajña). Sin
embargo, simplemente por engañarse la mente, no pueden lograr a
despertarse. Deben buscar un buen
maestro mostrarles como percibir sus propias naturalezas. Buenos amigos, si se
encuentran con el despertar, se lograrán la sabiduría del Buda…
La
Naturaleza Búdica reside en nosotros como nuestro verdadero ser, lo que es
eterno, puro, y sabio. Esta luz de consciencia brilla en cada momento, incluso
cuando surgen las kleshas de codicia, frustración, e indiferencia que
obstaculizan la directa percepción de nuestra Naturaleza Búdica, o sea, la
mente pura de Esencia. Al prestar atención a lo que obstaculiza la mente, el
obstáculo se desvanece por sí mismo.
En meditación, invertimos la luz de
la conciencia hacia adentro para iluminar el origen de esta luz, la mente pura antes
de los pensamientos. En su discurso, Hui-neng está señalando que hay cierta
confusión con meditación como algo distinta a la sabiduría. No es que se medite
para lograr la sabiduría, o sea la Iluminación, en algún futuro. Él explica:
Verso 13: “En ninguna circunstancia digan
erróneamente que la meditación y la sabiduría sean diferentes; son una unidad,
no dos cosas. La meditación misma es la sustancia
de sabiduría; la sabiduría misma es la
función de la meditación…
Esto
significa que la sustancia fundamental, nuestra esencia, funciona en el mundo por
medio de este complejo de cuerpo-mente. Es decir, lo Absoluto de la mente pura
del no nacido, se expresa como la función de esencia en lo relativo del mundo
físico-temporal para aliviar el sufrimiento. Uno no causa el otro. La
meditación no causa la iluminación. Más bien, meditación es la expresión de esencia.
Son dos aspectos de lo mismo. Budas se sientan en meditación y actúan en el
mundo como bodhisattvas salvando a todos los seres sintientes del sufrimiento. Cuando haces esto, cuando te das cuenta de
esto, es Iluminación.
“Justo
el momento cuando hay sabiduría, entonces la meditación existe en la sabiduría.
Justo en el momento cuando hay meditación, entonces la sabiduría existe en la
meditación. Buenos amigos, esto significa que la meditación y la sabiduría son
tal para cual…
Al
sentarnos en meditación, justo ahí es un Buda manifestándose. El mero acto de
sentarnos, incluso la primera vez, estamos dando expresión a nuestra Naturaleza
Búdica. Somos budas que se sientan en meditación. Incluso el Buda mismo durante
toda su vida siempre se sentaba en meditación. Es lo que se diferencia un Buda
de un ser sintiente: un ser sintiente es un Buda que no sabe que sea un Buda,
mientras que un Buda es un ser sentiente que sabe que es un Buda.
“Estudiantes,
tengan cuidado no decir que la meditación cause la sabiduría, o la sabiduría
cause la meditación o que la meditación y la sabiduría sean diferentes la una
de la otra. Mantener este punto de vista implica que las cosas tuvieran
dualidad – si se habla lo justo mientras que la mente no está justa, la
meditación y la sabiduría no serán iguales. Si la mente y el habla son las dos
justas, entonces lo interno y lo externo son iguales y la meditación y la
sabiduría son iguales…
Esto
significa que nuestra práctica es aprender a ser congruentes con la sustancia
inherente en nosotros. Nos sentamos en meditación, dándonos cuenta del
equilibrio y armonía de la mente calma lúcida antes del conceptual, la
sustancia en sí. Esta sustancia en este momento preciso es perfecta como es.
Nuestra capacidad de vivir en este momento, sin prejuicios, comparaciones, o
apegos, es la mente original espontáneamente funcionando en actos de compasión
y benevolencia para aliviar de sufrimiento de otros.
“La práctica de despertarse no reside en argumentos verbales. Si discuten cuál viene primera, la meditación o la sabiduría, están engañándose. No podrán resolver el argumento y en vez de sellar la disputa, se aferrarán a cosas objetivas y (por consiguiente) jamás escaparán los cuatro estados de fenómenos.”
Esto
no es una cosa de debates y discusiones, lo que agita la mente. La mente
agitada es la mente de egoísmo y sufrimiento, lo que se identifica con el
cuerpo que nace, enferma, envejece y muere, o sea, samsara. Sin embargo,
podemos liberarnos de samsara y vivir en Nirvana, es decir, este momento libre
de deseo, aversión, e ilusión. Es simplemente un proceso de calmar la mente,
invertir la luz de la mente hacia adentro y despertarse a la Verdad de tu
verdadero ser, la naturaleza búdica actuando en el mundo en beneficio de todos.
Bibliografía
A Concise Dictionary of
Buddhism and Zen. (2010).
Shambhala: Boston, Mass.
Park, Sung Bae. (1983). Buddhist
Faith and Sudden Enlightenment. State University of New York Press: Albany, N.Y.
Sahn, Seung. (1976). Dropping
Ashes on the Buddha. Grove Press: New York.
Yampolsky, Philip. (2012). El Sutra de la plataforma
del Sexto Patriarca (Traducciones de los
clásicos asiáticos). Prensa de la Universidad de Columbia: Nueva York. Edición de Kindle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.