LAS
ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA
Clase
13: Epifanía
Charla
Dharma 14/FEB/2021
Venerable
Dr. Hyoenjin Prajna
Feliz Día de San Valentín,
un día para los enamorados y la amistad. Es un día para recordar el valor del
amor y nuestro tesoro de amigas y amigos a nuestro alrededor, o sea, la sangha.
Sin este amor colectivo de nuestra comunidad de practicantes, el budismo no
existiría. Por eso, gracias a todas y todos por su amor y apoyo incondicional,
un símbolo de nuestra verdadera naturaleza búdica dentro de todos nosotros.
¿Qué es esta naturaleza
búdica? ¿Cómo realizarla? En este capítulo Bodhidharma tiene una gran epifanía,
una revelación espiritual de cómo alcanzar la liberación y vivir en nirvana.
Sermón Epifanía
Pregunta: Si alguien está decidido a alcanzar la liberación,
¿cuál es el método más esencial que puede practicar?
Bodhidharma: El método más esencial, que incluye todos los
demás métodos, es la mente antes del pensamiento.
Esta enseñanza es la más
importante de todas, la base de toda nuestra práctica zen. Mediante la
meditación y el cultivo espiritual, nos damos cuenta de lo que es nuestra
verdadera mente antes del pensamiento. Bodhidharma nos revela cómo identificar
y cultivarla.
Pregunta: ¿Pero cómo puede un método incluir a todos los
demás?
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Bodhidharma: La mente
es la raíz de la que surgen todas las cosas. Si puedes comprender la mente, todo lo demás está
incluido. Es como la raíz de un árbol. Todos los frutos y flores, ramas y hojas
de un árbol dependen de su raíz. Si nutres su raíz, un árbol se multiplica. Si
le cortas la raíz, muere. Aquellos que comprenden la mente alcanzan la
liberación con un mínimo esfuerzo. Aquellos que no comprenden la mente
practican en vano. Todo lo bueno y lo malo viene de tu propia mente. Encontrar
algo más allá de la mente es imposible.
Bodhidharma
está diciendo que si puedes entender la mente verdadera, así puedes liberarte
de todo sufrimiento y vivir en paz. Todo es la mente. Esta mente es como un
televisor. Es lo que es constante y del cual todas las imágenes de la
televisión pueden manifestarse. Las imágenes son impermanentes y condicionadas,
la base del sufrimiento. Si tratamos de apegarnos a las imágenes,
experimentamos insatisfacción, frustración y descontento continuamente. En
nuestra programación de telenovelas, nos involucramos en las historias de
enamorados, villanos y héroes. Sentimos romance cuando los novios se besan,
indignación cuando el malo los separa y felices cuando el héroe triunfa sobre
el mal. Es casi en nuestro ADN prestar atención a estos cuentos divertidos. Es
lo que nos hace seres humanos. Sin embargo, si seguimos el ejemplo de estos personajes
en la tele, nos basamos en expectativas de riquezas, premios y tesoros
ilusorios. Siempre esperamos algo más interesante, más romántico o satisfactorio
a lo que tenemos ahora. Estas imágenes perpetúan nuestro karma de
insatisfacción y expectativa. En cierta forma, nuestra práctica espiritual se
trata de soltar toda expectativa y vivir sin esperanza, puesto que las
expectativas y esperanzas se ubican en un futuro mejor, un mundo ilusorio de
nuestra imaginación. Esperar algo más allá de este instante es crear nuestro
propio sufrimiento. Al mismo tiempo, si simplemente nos damos cuenta del
televisor silencioso sobre el cual se proyectan estas imágenes, podemos liberarnos
de la insatisfacción y descontento de nuestras vidas cotidianas. Bodhidharma
está dándonos instrucciones de cómo darnos cuenta del televisor estable y
silencioso de nuestra mente
verdadera.
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Pregunta: ¿Pero cómo
puede darse cuenta
de la experiencia de la mente antes del pensamiento?
Bodhidharma: Cuando un gran bodhisattva profundiza en la
sabiduría perfecta, ese bodhisattva se da cuenta de que los cuatro elementos y
los cinco matices están desprovistos de un yo personal.
Los cuatro elementos
incluyen solidez, fluidez, calor y movimiento y los cinco matices incluyen los
cinco sentidos de ojo, oído, nariz, lengua y cuerpo. Estas cualidades son lo
que consiste rupa, o forma, uno de los cinco skandhas que forman la
personalidad, o el yo ilusorio. Los otros cuatro skandhas incluyen sensación,
percepción, impulso y consciencia. Los skandhas son componentes que funcionan
conjuntamente, uno depende del otro, para formar la ilusión de un yo. Sin
embargo, el Buda enseñó que no hay nadie ahí. Es un juego mental que crean la
ilusión de un yo. Son las imágenes de la televisión. Todo se crea en la mente.
Además, se da cuenta de que la actividad de su mente tiene
dos aspectos: no adulterado y adulterado. Por su propia naturaleza original,
estos dos estados mentales están siempre presentes. Se alternan como causa o
efecto dependiendo de las condiciones, la mente no adulterada se deleita en las
buenas obras, la mente adulterada piensa en el mal. Aquellos que no se ven
afectados por la adulteración son sabios. Trascienden el sufrimiento y
experimentan la dicha del nirvana. Todos los demás, atrapados por la mente
adulterada y enredados por su propio karma, son seres
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mundanos. Van a la deriva a través de los tres
reinos (deseo, forma y no forma) y sufren innumerables aflicciones y todo
porque su mente adulterada oscurece su ser real.
Bodhidharma está diciendo
que la mente dirigida por ideas adulteradas, o sea, ideas que faltan
consideración de otros y una ausencia de ética, producen karma e
insatisfacción. Todos entonces sufren. En cambio, cuando las ideas no
adulteradas se basan en buenas obras, es decir, cuando actuamos con el
compromiso de un bodhisattva en el servicio, cuando trabajamos para ayudar y
liberar a otros, no es egoico y así experimentamos la paz y bienestar de
nirvana.
Buda dijo lo mismo, que
toda esta ilusión es producto de la mente. En el Dhammapada se lee:
La mente precede a todos
los estados mentales. La mente es su jefe; todos están forjados por la mente.
Si con mente impura una persona habla o actúa, el sufrimiento lo sigue como la
rueda que sigue la pata del buey.
La mente precede a todos
los estados mentales. La mente es su jefe; todos están forjados por la mente.
Si con una mente pura una persona habla o actúa, la felicidad lo sigue como su
sombra que nunca se va. (O’Brien, 2020)
La mente pura es la mente
no sé, la mente antes del pensamiento. La mente pura es la mente que produce
pensamientos y acciones desde el no hacer, es decir, sin impulso para lograr
algo como recompensa para uno mismo, la mente que actúa desde lo más auténtico
de nosotros, nuestra naturaleza búdica de amor y compasión. Cuando operamos
así, somos libres de nuestro karma, bueno o malo, y vivimos en una armonía
natural y sencilla. Este momento, tal y como es, se experimenta como completo y
perfecto. No esperamos nada más porque este momento revela plenitud y no hay
nada más para conseguir para hacernos felices. Estamos profundamente contentos
con nosotros y el mundo a nuestro alrededor.
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El Sutra De Las Diez
Etapas dice: “En el cuerpo de los seres mundanos está la indestructible naturaleza búdica
original. Como el sol, su luz llena un espacio infinito, pero una vez velada
por las nubes oscuras de los cinco sentidos, es como una luz dentro de un
frasco, oculta a la vista." Además, el Sutra Del Nirvana dice: “Todos los
seres mundanos tienen la naturaleza original de Buda. Sin embargo, está
cubierta por una oscuridad de la que no pueden escapar. Nuestra naturaleza
original de Buda es la consciencia: estar consciente y hacer que los demás estén
conscientes. Darse cuenta de la consciencia es liberación. Todo lo bueno tiene
la consciencia por su raíz. Además, de esta raíz de la consciencia crece el
árbol de todas las virtudes y el fruto del nirvana. Entender la mente así antes
del pensamiento es la verdadera epifanía.
Es decir, despiértate a lo que ya es presente aquí y ahora. Esta luz de consciencia es la mente antes del pensamiento. Esta luz de nuestra propia atención en sí es pura e indestructible. Date cuenta de esta luz, la mente pura antes de ser distorsionada por los pensamientos ilusorios basados en un yo irreal. Esta mente real es como el cielo, el espacio ilimitado. A veces hay nubes, los pensamientos, que pasan por el cielo por un rato. Es cielo no mueve. Las nubes no manchan el cielo. Las nubes surgen en el cielo, pero el cielo no viene ni va, siempre es, con o sin nubes. Las nubes no existen, no son permanentes. El cielo tampoco existe como una cosa. Sin embargo, el cielo simplemente es, sin comienzo o fin. Somos este cielo. Darnos cuenta de este hecho, entenderlo, experimentarlo directamente, es la gran epifanía de que somos budas quienes actúan en el mundo como bodhisattvas dedicados a la liberación de todos los seres, nuestros hermanas y hermanos, nuestra familia de amor, sabiduría y consideración.
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Bibliografía
Dharma, Wonji (Traductor). (2010). The Bodhidharma Lectures. Buddha Dharma University Press: Oneida, N.Y.
O'Brien, Barbara. (2020, August 25). The Five Skandhas. Retrieved from https://www.learnreligions.com/the-skandhas-450192
Pine, Red (Traductor). (1987). The Zen Teaching of Bodhidharma.
North Point Press: N.Y.