LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA
Clase 19: Siete Ofrendas para la Casa de Baños
Arzbpo. Dr. Jinsim Hyoenjin
09/MAYO/2021
Sin
embargo, el Sutra de la Casa de Baños dice: "Al contribuir al baño de
los monjes, las personas reciben bendiciones ilimitadas". Esto
parecería ser un ejemplo de práctica externa que obtiene méritos. ¿Cómo se
relaciona esto con la experiencia de la mente antes del pensamiento? Aquí, el
baño de los monjes no se refiere al lavado de nada tangible.
Cuando
el Señor predicó el Sutra de la Casa de Baños, quería que sus discípulos
recordaran el Dharma del lavado. Por lo tanto, utilizó una preocupación
cotidiana para transmitir su significado real, que expresó en su explicación
del mérito de siete ofrendas. De estos siete, el primero es agua clara, el segundo
fuego, el tercero jabón, el cuarto amentos de sauce, el quinto ceniza pura, el sexto
ungüento y el séptimo la ropa interior. Usó estos siete para representar otras siete
cosas que limpian y mejoran a una persona al eliminar la ilusión y la suciedad
de una mente envenenada. El primero de estos siete es la moralidad, que elimina
el exceso como el agua elimina la suciedad. En segundo lugar está la sabiduría,
que penetra en el sujeto y el objeto, como el fuego calienta el agua. En tercer
lugar está la discriminación, que elimina las malas prácticas, al igual que el
jabón elimina la suciedad. El cuarto es la honestidad, que purga los engaños,
así como masticar amentos de sauce purifica el aliento. El quinto es la fe
verdadera, que resuelve todas las dudas, así como frotar cenizas puras en el
cuerpo previene las enfermedades. En sexto lugar está la paciencia, que vence
la resistencia y la deshonra, así como el ungüento suaviza la piel. El séptimo es
la vergüenza, que repara las malas acciones, así como la prenda interior cubre
un cuerpo feo. Estos siete representan el verdadero significado del sutra.
Cuando habló este sutra, el Tathagata estaba hablando con seguidores del
Mahayana con visión de futuro, no con personas de mente estrecha y visión
borrosa. No es de extrañar que la gente de hoy en día no lo entienda.
La
casa de baños es el cuerpo. Cuando enciendes el fuego de la sabiduría,
calientas el agua pura de los preceptos y bañas la verdadera naturaleza de Buda
dentro de ti. Al mantener estas siete prácticas, aumentas tu virtud. Los monjes
de esa época eran perceptivos. Entendieron el significado del Buda. Siguieron
sus enseñanzas, perfeccionaron su virtud y probaron el fruto de la Budeidad.
Sin embargo, la gente de hoy en día no puede comprender estas cosas. Usan agua
corriente para lavar un cuerpo físico y creen que están siguiendo el sutra. Sin
embargo, están equivocados. Nuestra verdadera naturaleza de Buda no tiene
forma. Además, el polvo de la aflicción no tiene forma. ¿Cómo puede la gente
usar agua corriente para lavar un cuerpo intangible? No funcionará. ¿Cuándo se
despertarán? Para limpiar un cuerpo así, hay que contemplarlo. Una vez que las impurezas
y la suciedad surgen del deseo, se multiplican hasta que te cubren por dentro y
por fuera. Sin embargo, si intentas lavar este cuerpo tuyo, debes frotar hasta
que casi desaparezca antes de que esté limpio. A partir de esto, debes darte
cuenta de que lavar algo externo no es lo que el Buda quiso decir.
# |
OFRENDA |
FUNCIÓN |
REPRESENTA |
MÉRITO |
1º |
Agua |
Eliminar
suciedad |
Moralidad |
Eliminar
el exceso |
2º |
Fuego |
Calentar
agua |
Sabiduría |
Penetrar
sujeto-objeto |
3º |
Jabón |
Eliminar
suciedad |
Discriminación |
Eliminar
malas prácticas |
4º |
Amentos
de sauce |
Purificar
el aliento al masticar |
Honestidad |
Purgar
los engaños |
5º |
Ceniza |
Prevenir
enfermedades al frotar cuerpo |
Fe
|
Resolver
dudas |
6º |
Ungüento |
Suavizar
la piel |
Paciencia |
Vencer
resistencia y deshonra |
7º |
Ropa
interior |
Cubrir
un cuerpo feo |
Vergüenza |
Reparar
malas acciones |
Bodhidharma
nos está explicando cómo el Buda usó la imagen cotidiana de una casa de baño
para representar los beneficios obtenidos al practicar con la mente antes del
pensamiento, o sea, la mente “no sé” de nuestra verdadera naturaleza búdica.
Los monjes solían recibir ofrendas de la comunidad para su mantenimiento:
comida, ropa, provisiones y artículos del baño en cambio por las enseñanzas del
Dharma que los monjes enseñaban a la sangha. Era una relación de beneficio
mutuo entre la sangha y los monjes basada en la sangha cuidando las necesidades
materiales de los monjes mientras los monjes cuidaban las necesidades
espirituales de la sangha. Así que, al contribuir al baño de los monjes, la
sangha recibía no sólo instrucción de Dharma de los monjes, sino también bendiciones,
buen karma y mérito por estas aportaciones. Sin embargo, Bodhidharma enfatiza
que hay poco beneficio si se reduce la aportación y beneficio recibido al acto
literal. Todo es una metáfora para recordar lo que es la práctica verdadera,
que se supone que los practicantes originales alrededor de Buda hubieron
entendido el significado de estas metáforas de inmediato. Pero, poco a poco las
enseñanzas se degeneraron hasta que la gente de hoy en día se ha reducido su
práctica a simplemente dar dinero y cosas materiales en la creencia que esto
será suficiente para garantizarle una vida futura vida mejor. La enseñanza de
Buda debe entenderse como instrucción de cómo practicar momento tras momento en
nuestras vidas cotidianas. Entonces, debemos bañarnos con Dharma y con contemplaciones
eficaces para purificar nuestra mente y fortalecer nuestra práctica. Por lo
tanto, debemos hacer la ofrenda a nosotros mismos cada día con siete ofrendas.
Cada baño debería incluir agua tibia con jabón para eliminar la suciedad. Luego
se limpia la boca masticando amentos de sauce, aunque se usa hoy en día pasta
de dientes y agua bucal. Después del baño se usan cenizas y ungüentos para
cuidar y proteger la piel. Finalmente, se pone ropa interior para protegerse de
accidentes antes de vestirse por completo.
Sin
embargo, Bodhidharma está diciendo que el agua, el jabón y el fuego significan
de verdad la ética informada por la sabia discriminación que limpia nuestras
mentes de malos hábitos y acciones basados en las tres kleshas de deseo,
aversión y engaño y para superar nuestra ilusión de sujeto-objeto, o sea, un yo
permanente separado de los otros. Luego practicamos con honestidad, al admitir
nuestros errores y fe en nuestros maestros y enseñanzas para aclarar nuestras
dudas y volvernos al camino medio de nuestra práctica, de la misma forma que
usamos amentos de sauce y ceniza (pasta dental, cepillos, trapos y esponjas)
para limpiarnos adentro y afuera. Nuestro baño de práctica no está completo si
no usamos el suavizante ungüento de paciencia con nuestro propio esfuerzo,
ritmo de práctica y tolerancia al cometer los mismos errores una y otra vez.
Este ungüento de paciencia nos protege contra el crítico interior y nos repara
las cicatrices y las heridas recibidas por nuestra ignorancia y condicionamiento
anterior. Finalmente, ponemos nuestra ropa interior que nos protege de
accidentes que podrían ensuciar nuestra ropa de vestir. Aunque Bodhidharma
refiere a esta ropa interior como vergüenza, yo prefiero llamarla humildad como
la que nos protege de la inflación de ego que puede ensuciar nuestra práctica
si no estamos atentos. Por eso, nos sentamos cada día sobre el cojín con la
misma constancia como el baño. Una buena higiene es la que se hace todos los
días, un buen hábito que se realiza a diario sin pensarlo demasiado y sin
flojera. Luego, nuestra práctica nos acompaña durante todo el día, como un buen
perfume que se percibe como un dulce aroma que nos acompaña a donde quiera que
vayamos.
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