JUKAI: Recibir Preceptos Es Iluminarse
Rev. Hyonjin Sunim
(Ozmo Piedmont, Ph.D.)
Jukai es una
ceremonia budista en la que un discípulo formalmente recibe los preceptos de su maestro, un acto significando su
elección de seguir el camino de los budas, y por consiguiente convertirse en un
hijo o hija del Buda. Se la considera un momento de suma importancia en la vida
de un budista, puesto que por medio de este acto se manifiesta la Iluminación
con plena consciencia, identificándose con la esencia del universo.
El diccionario define “precepto”
como 1. una regla o principio para actuar, 2. un guía para la moralidad, y 3.
una especie de instrucción para operar algo.
Los preceptos nos sirven entonces como un conjunto de reglas, guías, e
instrucciones para vivir plenamente, sin sufrimiento. Es una manera de evaluar si estamos actuando
igual a un buda, ya que de hecho, somos todos budas en nuestra esencia. Es sólo
que no percibimos esta esencia todavia porque se queda cubierta por nuestros
hábitos mentales basados en egoísmo y negatividad. Cuando aplicamos los preceptos
a nuestra conducta, estamos rompiendo patrones mentales condicionados por esta
vida y otras, en las que estamos apegados a la codicia, frustración, e
ignorancia. Sin embargo, la posibilidad de liberarnos de estas tendencias
negativas siempre depende de nosotros mismos, en nuestra capacidad de abstener
de impulsos habituales, prestar plena atención a las sensaciones egoistas
surgiendo en la mente chica, y elegir otro camino de comportamiento. Los
preceptos nos guían en el camino correcto, el camino de los budas.
¿Cuáles son los preceptos? Para un
láico, hay 5 preceptos fundamentales. No requiren ningún don especial,
simplemente la intención de vivir consciente, ser amable, y vivir en paz. Son cinco preceptos que cada budista toma
para comenzar su camino espiritual. Se llaman los votos de pratimoksha, con “prati” significando individual y “moksha”
significando la liberación en sanskrito. Entonces, pratimoksha quiere decir los
votos para la liberación personal del sufrimiento. Estos preceptos incluyen 1. preservar
la vida, no matar; 2. ser generosos, no robar; 3. honrar el cuerpo, no hacer mal
uso de la sexualidad; 4. ser honestos, no mentir; y 5. proceder con claridad, no
nublar la mente con intoxicantes.
Historicamente, se consideran los preceptos
como cosas en sí, realidades tangibles, cosas preciosas tratados con respeto,
como un regalo especial entregado de uno maestro a su discípulo. A la vez, son
cosas frágiles, mereciendo mucho cuidado como ollas de arcilla: son delicadas y
se rompen facilmente. Si esto pasa, hay que
conseguir otros nuevos, en otra ceremonia de Jukai.
¿Qué significa la palabra “Jukai”? En
japonés Kai significa preceptos y ju significa recibir; entonces “recibir
los preceptos.” Pero hay otro sentido
más profundo de la palabra jukai. Ju
es sinónimo con la palabra kaku, la
que significa “realizar”. A veces se
llama al Buda “Kakusha”, el que tiene
el sentido de “Realizado” o “Iluminado.” Kai
además significa “Naturaleza Búdica”. Por tanto, Jukai expresa la aspiración de
todo budista, “realizar la Naturaleza Búdica.” Recibir los preceptos es
literalmente realizar la esencia del universo como tu verdadero ser.
Al final de la ceremonia de jukai,
se le pregunta tres veces: “¿Vas a seguir los preceptos?” Y tres veces el
discípulo se compromete respondiendo: “Sí...sí...sí.” Entonces, en este momento
preciso se convierten el cuerpo y la mente del discípulo en kai, como kai tai, la Naturaleza Búdica
revelándose.
Al principio de la ceremonia, se
recita un verso sagrado: “Todo el karma
malo cometido por mi desde los tiempos antiguos, debido a mi codicia, enojo e
ignorancia, nacido de mi cuerpo, boca y pensamiento, ya lo expío todo.” Es
una forma de expresar “sange,” lo que
significa en japonés “arrepentimiento y expiación.” Hay tres aspectos de este sange: samadhi, preceptos, y sabiduría:
- Samadhi es lo
que se experimenta al penetrar profundamente en la meditación, viendo
directamente al Buda, o sea, realizar la esencia de todo el universo.
- Preceptos
son recomendaciones para vivir en armonía con el mundo, la ética de
budismo, cultivando más y más
concretamente la realización de la Mente búdica en nuestra vida cotidiana.
Cuando tomamos los preceptos, estamos comprometidos 100% a la intención de
vivir según estas recomendaciones, a pesar de que una y otra vez nos
olvidamos, cometiendo errores resultando en sufrimiento para otros y
nosotros mismos. Sin embargo, si admitimos nuestro error, podemos volver
de nuevo a los preceptos y a nuestra esencia interior. Hay que recordar que un precepto no es
un mandamiento, puesto que no hay pecado en el budismo. Ni hay nadie
vigilando ni juzgándote si rompes un precepto. Es evidente a uno mismo por
la ley de causa y efecto, la ley de karma: si cometemos acciones malas,
vamos a sufrir. Pero si actuamos acorde a los preceptos, nos sentimos en
paz. Nos aprendimos esto practicando la
meditación, experimentando la mente calma y lúcida, dos aspectos de la
esencia cósmica.
- Sabiduría tiene
que ver con la “no-naturaleza” o el “no-yo”, sinónimos de la naturaleza
verdadera, la Naturaleza Búdica. Realizar la Naturaleza Búdica es
trascender lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto. Es renunciar
la codicia, ira, e ignorancia del ego, dejándonos ver nuestra naturaleza
verdadera, lo cual es sabiduría. Sabiduría es identificarse con la esencia
del universo. Nuestro trabajo en
esta vida es realizar y expresar esta esencia de manera consciente y
directa en nuestras vidas cotidianas.
En efecto, cada uno de nosotros
es un buda. Es sólo que no lo sabemos ni lo experimentamos debido a nuestro
apego a los hábitos de la mente chica.
Pero al expresar arrepentimiento por nuestros actos negativos, logramos
el Tesoro del Buda, conocido como “anuttarasamyaksambodhi”.
Dentro de nosotros es esta esencia pura, un Cuerpo Único, el que ve con ojos de
un Buda, viendo las cosas como son, todo como resultado de la causación, o sea,
el “co-origen inter-dependiente”. Eso significa que todo fenómeno es
impermanente, interconectado con el resto del universo, como una gigantesca red
cósmica. Cada fenómeno surge por causas anteriores y es a su vez causando otros
fenómenos. Todos surge, existe, cambia, y desaparece, la causa de otras cosas
surgir a su vez. La causación y la impermanencia son la naturaleza de la “no-naturaleza,”
o sea, shunyata, la vaciedad. Es una vaciedad plena de vida, sabiduría, y
creatividad; en fin, la Naturaleza Búdica.
Realizar la Naturaleza Búdica es
la Iluminación, identificándose con los Tres Tesoros. El primero es el tesoro
del Buda, que somos esta misma esencia del universo. El segundo es el tesoro del Dharma, que cada
uno de nosotros es una personalidad única, especial y diferente, un regalo al
universo. El tercero es el tesoro de la Sangha, dándonos cuenta de que somos
estos dos aspectos inseparables a la vez, individuos únicos y la esencia universal.
Así son Los Tres Tesoros.
Todo en el universo, todos los
fenómenos, tú y yo, todo es diferente y esencia única a la vez. Entender esto
es el significado verdadero de jukai. Al recibir jukai, tu verdadera naturaleza
se está revelando como los Tres Tesoros. Al recibir jukai, nos confirmamos idénticos
con el Buda, Dharma, y Sangha, convirtiéndonos en hijas e hijos del Buda. Al
final de la ceremonia, se recita: “Cuando los seres sensibles reciben la sila
(preceptos), entran al reino de los budas, lo cual no es otro que La Gran
Iluminación. Efectivamente son los hijos
del Buda.” Es para enfatizar que somos tanto la esencia como individuos
diferentes, igual como los hijos e hijas a sus papás y mamás. Con tal de que,
tarde o temprano, nos maduramos, llegando a ser budas perfectamente realizados,
ya adultos espirituales. Mientras tanto,
confiamos en que somos miembros de la misma familia de budas. Recibir jukai es
revelar y afirmar esta verdad maravillosa.
(La ceremonia de Jukai para
recibir los preceptos se tomará lugar el 15 de diciembre 2013 en Guadalajara,
Jalisco, México. Los interesados pueden comunicarse con Rev. Hyonjin Sunim para
más información sobre el evento.)
Bibliografía
Loori,
John Daido. (2009). Forward por HakuyuTaizan
Maezumi: “Jukai: Receiving the Precepts.” The
Heart of Being: Moral and Ethical Teachings of Zen Buddhism. Dharma Communications Press. Kindle Edition.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.