“NO SON UNO, Y NO SON DOS”
Tema del Mini-retiro
27/07/13
Rev. Hyonjin Sunim
(Ozmo Piedmont, Ph.D)
Que quiere decir, “No son uno y no son dos”? Otra expresión zen del mismo
es, “Todo es Uno y todo es diferente”. Son maneras de expresar la verdad de que
la mente y cuerpo, o el espíritu y la materia son diferentes e iguales a la
vez. El Budismo afirma que nada en el
universo tiene una naturaleza independiente, todo está conectado, y todo tiene
un impacto e influencia en todas las cosas del universo. Entonces, “no son dos”
significa que todo está interconectado intimamente porque todo es una
manifestación de la esencia fundamental, todo es Uno en esta esencia. Sin
embargo, “no son dos” quiere decir toda la infinidad de fenomeno que surgen de
esta esencia, siguen funcionando en su forma particular, componiendo la
totalidad del universo, cada cosa contribuyendo en su forma especial al
conjunto de este universo justo como es.
El Budismo usa expresiones como “Talidad,” o “Tal Como Es” o
“Simplemente Así” para expresar esta realidad del que todo es la esencia en sí,
y cada cosa es un componente particular y único en la formación del Universo
tal como es, en su perfección que se puede experimentar directamente por medio
de la práctica y el estudio del Dharma y la meditación.
Hay algunas metáforas para
demostrar esta enseñanza. Primero, es como el oro puro que se puede formar en
miles de objetos preciosos. El oro puede
formarse en un anillo, un dije, un collar, o un bracelete. Pero, a pesar de que cada objeto es diferente,
su cualidad inherente, o sea, el oro puro, sigue igual en cada pieza. Todo es oro (la esencia) y todo es diferente
(la infinidad de formas que este oro pueden tomar, el mundo de los fenómenos.)
Toda pieza de oro es siempre oro, como nuestra naturaleza búdica, la esencia,
la vida vital, creativa, compasiva, y sábia, a pesar de que cada uno de
nosotros vivimos en una manera muy particular y única esta fuerza fundamental
del universo.
No es sólo que cada cosa
surgiera de la misma esencia, sino que todo influenciara también cada otra cosa
en el universo, es decir, la enseñanza budista de co-origen inter-dependiente.
Es como la red de Indra, una metáfora de como es el universo. La idea es que el universo es como una red
gigantesca, una infinidad de interconexiones entrelazadas por los hilos de la
red. En cada punto de contacto donde los hilos se cruzan, hay atado un
diamante. Se puede ver que cada diamante brilla con una luz reflejada de todos
los otros diamantes, y en cada uno, se ve los imágenes de todos los otros
diamantes reflejadas del resto de la red.
Si se toca cualquier punto de la red, todos los diamantes se mueven
subtilmente por todos lados. Tú y yo
somos estos diamantes, reflejando toda la creación del universo en nuestro ser
verdadero. Todo lo que hacemos o pensamos, afecta a todo el universo en alguna
forma. Por esto, es muy importante tomar
responsabilidad por nuestros actos y pensamientos en cada momento, lo que
requiere consciencia de quienes somos y como afectamos a los demas.
Otro imagen de esta
interconexión se encuentra en la filosofía Hua-Yen de China en la Sutra
Avatamsaka. Se describe esta relación
como la de una casa con una viga en la casa.
La viga es un componente imprescindible para formar la casa. Sin esta viga, la casa no puede
construirse. A la vez, la casa da
realidad a la viga. Sin una casa, la
viga no tiene sentido ni existencia, sería solo una pieza de madera. Entonces, las dos, la casa y la viga, son
inter-dependientes, cada una siendo la causa y consecuencia de la otra, es
decir, co-originando inter-dependientes. Esta relación a su vez pertenece a
cada detalle de la casa, cada tornillo, cada teja, y cada detalle que compone
la casa entera. Todo la casa está
compuesta de particularidades. Y cada
particularidad existe como consecuencia de la casa en su conjunto. Casa y viga se crean y se dan
existencia. Igual, tu y yo nos creamos
conjuntamente a la vez, y somos resultados de fuerzas formativas del universo
total que da lugar a nuestra existencia. Todo surge de esta interconexión, y
todo contribuye a mantener y formar todo el universo como consecuencia.
Entendiendo este hecho
universal, ¿por qué es tan importante la meditación? El maestro zen Coreano del
siglo 12, Chinul, describió nuestra práctica espiritual como “samadhi” y
“prajna”. Chinul describe samadhi como
la mente en calma perfecta. Prajna se describe como la lucidez de la mente, ser
consciente de aquí y ahora, en el presente, sin distorsión del pensamiento. También se pueden describir como la mente en
concentración de meditación, y la mente revelando la realidad del Dharma, la
Verdad de las leyes del universo. Samadhi y prajna son dos aspectos del Ser
Cósmico, la esencia, la naturaleza búdica y nuestra identidad verdadera. Aunque
son uno en ser aspectos del Ser, son diferentes en su rol o función en el
universo y en nosotros mismos. Samadhi
es la esencia del si mismo, que se caracteriza por la calma sin ilusión. Prajna es la función del sí mismo que se
caracteriza por la lucidez sin disturbios, actuando en el mundo. Samadhi es la esencia del prajna, y prajna es
la función del samadhi. Los dos se
identifican con el Ser universal immovible y absoluto en su estado no-dual. Aunque operan diferentamente en el plano
condicionado, nunca dejan su unidad con el Ser Universal.
En nuestra práctica fomentamos
la atención vigilante para experimentar la mente tranquila y alerta de esta
esencia. Darse cuenta de la mente calma lúcida es la iluminación innata, lo que
Chinul llama la iluminación súbita. Aunque se despierta a la verdad de nuestra
identidad verdadera por medio de la meditación revelando la mente calma y
lúcida, requiere cultivo para manifestar esta realidad plena en la vida
cotidiana. La consciencia de esta
esencia siempre reside en nosotros, sin embargo, se obscurece por las kleshas,
tendencias en la mente basadas en codicia, ira, e ignorancia. Las kleshas perturban la armonía innata
interior, distorcionándola. Se distorciona
la esencia (samadhi) con la torpeza mental.
Igualmente, se distorciona la función (prajna) con agitación mental. Hay
que equilibrar la calma con la lucidez para mantener la mente en su forma más
abierta y expresiva del Ser Universal, la naturaleza búdica.
Zazen es indispensable para
despertarse a la naturaleza búdica interior, y para manifestarla plenamente en
la vida cotidiana. Este aspecto de la
práctica se llama la Iluminación Final, ser completamente Buda, por medio del
cultivo gradual de la Iluniación inicial, o sea, el Camino del
Bodhisattva. Por medio del zazen, se
puede voltear la luz de la consciencia adentro, rastreandola a su origen, lo
cual revela la naturaleza original, nuestra cara antes de nacer, el fundamento
del universo, compartido en cada fenómeno, la misma esencia de todos los Budas.
Despertarse es entender que tu naturaleza original es la misma como todos los
budas, y el trajabo es despejar todas las kleshas obstaculizando la libre
expresión de esta naturaleza. Es como alimentar y cuidar a un embrión sagrado
para que crezca a un santo. Otra forma decir lo mismo, es como un niño
madurando: se nace, provisto de sus órganos de los sentidos, pero su fuerza y
capacidad todavía no se han sesarrollado, lo que toma meses y años para
realizarse como un adulto. Al voltearse
adentro y rastrear la luz de la consciencia a su origen, se puede despertar a
la naturaleza verdadera, la que es tu propia mente. Puesto que eres esta esencia, no es algo
místico ni ajeno, sin embargo, no es algo que puedas ver como un objeto. Es como una persona que asume que no tiene
ojos porque no los puede ver, y desesperadamente quiere encontrar una forma de
ver. No obstante, ya puedes ver, sólo necesitas aceptar que tu capacidad de
ver, esta consciencia universal de tu mente, ya está presente. Es tu propia mente, es tu naturaleza búdica.
Todo pensamiento y experiencia
de los sentidos es vacío, es como decir, que nada tiene una naturaleza
independiente, sino una esencia universal.
Cuando por medio de la práctica constante de meditación, y aplicación de
los preceptos de comportamiento ético, además del estudio del Dharma para
revelar la sabiduría innata, poco a poco, se eliminan las kleshas y la
Iluminación Final brilla luminosa y perfecta, la mente calma y lúcida.
Chinul recomienda la meditación
superior de “Tathata,” o sea, “talidad” o “tal como es” la cual es igual a
nuestra práctica de shikantaza. Hay que fomentar la mente sin pensamientos
discriminativos, sin comparaciones, ni apegos al futuro ni al pasado. De hecho, no es necesario eliminar nada,
puesto que todo es vacuidad, shunyata, la esencia en sí. Pero, si las kleshas
siguen surgiendo, hay medios hábiles para eliminarlos. Cuando la mente está agitada, usa samadhi
para tranquilizarla, absorbiendo las kleshas, por la cual la mente no reacciona
al entorno y se mantiene en calma. Si la
mente experimenta torpeza mental, usa prajna para investigar el Dharma,
estudiando para que la mente brilla con la plena luz de consciencia
original. Controlando las distracciones
con samadhi y la torpeza con prajna, se aprende mantener el samadhi y la prajna
igualmente. Todo pensamiento
naturalmente puede voltearse y rastrearse a su origen interior. Al experimentar la calm lúcida de la mente,
se realiza la verdadera identidad basada en la esencia cósmica, la naturaleza
búdica en armonía con todo.
Si esta enseñanza te ha sido útil, ¿podrías considerar una aportación a la Sangha MBZ?
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