SHUNYATA: EL ESPEJO VACÍO DE
LA MENTE
Charla Dharma 17/Nov/2013
Rev. Hyonjin Sunim (Ozmo Piedmont, Ph.D.)
Venir con las manos vacías, irse con las manos vacías, eso es humano.
Cuando naces, ¿de dónde vienes?
Cuando mueres, ¿a dónde vas?
La vida es como una nube flotando que desaparece.
En su origen la nube flotando en sí
no existe.
Vida y muerte, venir e irse son también como eso.
Pero hay una cosa siempre clara.
Es pura y transparente, la que no depende de vida ni muerte.
Entonces ¿qué es la única cosa pura y transparente?
1. Cuando naces, ¿de dónde vienes?
2. Cuando mueres, ¿a dónde vas?
3. ¿Qué es la única cosa pura y transparente?
Comentario: Un perro
entiende el trabajo de perro, y un gato entiende el trabajo de gato. Los seres
humanos aparecen - ¿qué deben hacer? Queren fama, dinero, sexo, y dormir. Pues,
¿luego qué? Sin embargo, la única cosa es transparente. Traga todo – el
sol, la luna, las estrellas, las montañas, el agua – todo. Si encuentras esta,
consigues “tú,” liberándote de vida y muerte. Luego vete y toma un té. (Seung, 40:33)
¿Que
es shunyata? Shunyata es un medio hábil para diferenciar las apariencias de la
realidad. Shunyata viene de la palabra sanskrita “svi”, la que significa “inflarse” o “hincharse”, como una burbuja aparentando
como una cosa fija, pero de hecho no tiene contenido. En la tradición Mahayana
del Budismo, es lo que aparenta sólido y permanente a los sentidos, pero en
realidad es vacío de pasado, presente, o futuro, cambiando continuamente por
condiciones anteriores, manifestando un fluir continuo de apariencias, las que
la mente construye en una realidad ilusoria.
En el Canon Pali, se usa shunyata en
dos sentidos: 1. La percepción directa donde no se añade nada ni se quita nada
del data percibido, con Nirvana considerada la manera superior de percepción
sin distorsión de las cosas como son; y 2. Ser libre por completo de cualquier
identificación de un sí mismo en fenómenos o en en uno mismo. La física de hoy en
día confirma este concepto, afirmando que si se entra profundamente en el mundo
de lo extremadamente pequeño, se descubre que no hay nada sólida ni se existe
nada como una entidad independiente. No hay ninguna partícula irreducible en sí,
todo se puede dividir en partículas más pequeñas y son efectivamente vacíos de
cualquier auto existencia o permanencia. De hecho, el sujeto percibiendo y el
objeto percibido se influencian directamente el uno al otro en lo que se
percibe, por ejemplo, en la física cuántica se afirma que se percibe la luz
como partícula u onda, dependiendo en la expectativa del sujeto observándola.
Los fenómenos no tienen una
existencia real e independiente, sino más bien existen como una realidad
aparente, creada por nuestros conceptos mentales, los que obscurecen la
realidad fundamental. Es como un salón
totalmente cubierto en sus paredes con espejos, cada uno reflejando una vela en
medio del salón, tal que se ve una infinidad de velas en todos lados, un
realidad aparente basada en espejismos. (Soeng, p. 30)
El espejo explica como la mente
funciona y por qué confundimos la imagen con la realidad. Imaginen un monje enseñando el Dharma a uno de sus
discípulos en un salón donde se ve un espejo, así que el espejo, el monje, y el
discípulo simbolizan la Mente Verdadera, el Buda, y el hombre, respectivamente.
El espejo refleja la imagen de dos individuos cara a cara; uno enseña y el otro
escucha. Se puede describir como el monje
dentro del espejo está enseñando el Dharma al discípulo dentro del espejo, o sea, el discípulo dentro del espejo está escuchando al Dharma enseñado
por el monje dentro del espejo. Efectivamente, cuando el Buda enseña el Dharma
a un ser humano, hay cuatro relaciones manifestándose a la vez: 1. La imagen
del Buda enseñando el Dharma, la que está dentro de la mente del ser humano, 2.
la imagen del ser humano escuchando al Dharma, la que está dentro de la mente
del Buda, y 3. el ser humano dentro de la Mente Búdica, escucha a la enseñanza
de 4. EL BUDA verdadero, dentro de la mente del ser humano. Es como decir que
hay dos imágenes falsas conversando con dos aspectos de la Verdad, vista desde
la perspectiva de ignorancia o iluminación.
Así, nuestro universo es como un gran
espejo oceánico. En la filosofía de Hwa Yen (El Sutra de La Guirnalda de
Flores), todo y cada cosa en el universo es a la vez un espejo y una imagen. Es
un espejo porque refleja todas las cosas; es una imagen, porque es
simultaneamente reflejada por todas las cosas. De alguna forma, cada cosa está
relacionada con todas las otras cosas del universo. La existencia de cualquier
cosa depende en otras cosas, por eso, es un reflejo de otros objetos distintos
de sí mismo. Y viceversa. En este sentido, la Mente Verdadera es un gran
espejo, puro, silencioso, y con la capacidad de reflejar o percibir todas las
cosas espontáneamente en el universo. Este gran espejo podría reflejar no sólo
las numerosas formaciones de nubes, lluvia, y tormentas de todos los continentes,
sino además los innumerables estrellas, galaxias, y todos los seres sentibles
en todos lados, incluso cualquier imagen celestial de dioses y ángeles, además
de las imágenes más grotescas de demonios y maldad. Este Espejo Oceánico es la
Mente, reflejando toda la infinidad de formas bellas y feas, pero no se da
cuenta de esto por estar agitado con ideas y distracciones mentales. Sin embargo, cuando se tranquiliza la mente,
se la transforma en una superficie serena, cristalina, y transparente, donde se
puede ver claramente todos los reflejos. Este Espejo Oceánico de la Mente
Universal es esencialmente la misma mente del ser humano. (Chang, 124-126)
No es suficiente entender esto
intelectualmente. Requiere compasión como una expresión fundamental del universo
en cada momento aliviando el sufrimiento aparente en todos. Al ayudar a otros, nos ayudamos a nostros
mismos, puesto que todo está interconectado. No hay nada separada de nosotros.
Ayudando a los demás, superamos nuestra propia ignorancia, la que cree que el
sufrimiento de los demás estuviera separado de nosotros mismos. Al soltar el
ego, nos liberamos del sufrimiento aparente, motivándonos a ayudar a los demás
a liberarse también. Es como si estuviéramos todos en un vagón de un tren.
Estamos todos juntos hasta el final del viaje. Aunque hay algunos bien
contentos durante el viaje, algunos otros de los pasajeros están agitados y
molestos. El estado mental de estos pasajeros afecta el ambiente de todos en el
vagón. Logicamente, si se puede ayudar a los pasajeros agitados para que se sintieran
tranquilos y felices, todos disfrutaríamos mejor el viaje (Goldstein, p. 78). Nuestra
capacidad de entregarnos a los demás por medio de la compasión por el alivio
del sufrimiento nos convierte en bodhisattvas.
En el Sutra del Corazón se describe
como un Bodhisattva, confiando en Shunyata (la vacuidad), no tiene obstáculos
en su mente, puesto que no hay nada a lograr. Si no hay obstáculo, no tiene
miedo, y se pasa más allá de toda confusión e ilusiones, alcanzando por fin el Nirvana.
El mensaje es que si el practicante de Mahayana se apoya en las enseñanzas del
Vacío Absoluto, se eliminarán todos los obstáculos de su mente, tal como
codicia, agresión, deseos, y sobre todo, el apego innato a un yo aislado y
permanente, disolviéndolos por completo. Al realizar la Vacuidad, se conquista
la raíz del ego; al eradicar el ego, se puede conquistar todos los miedos y
confusiones, logrando la suprema liberación de Nirvana. Una mente impregnada
con Shunyata es vasta, dinámica, y compasiva, porque el velo falso de un yo se
ha quitado y lo radiante de la Mente verdadera se revela en todas partes. Cuando el practicante está libre de todo
concepto de un yo personal haciendo algo meritorioso por alguien y sin
pensamiento de ninguna recompensa, es el nivel superior de práctica basada en
Shunyata. La manera de practicar es hacer toda acción con un sentido de
Vacuidad Completa, libre de apegos, libre de alguien realizando algo, libre de
algo realizado, y libre de alguien recibiendo algo. Es sólo lo que surge dentro
de un contexto y una situación del momento revelando una función relacionado a como
responder espontáneamente para aliviar el sufrimiento. Si se practica por el
beneficio de los demás, basándose en el vacío de Shunyata, sin pensar en
beneficiarse a sí mismo, se puede lograr la liberación completa. (Chang,
115-116)
A fin de cuentas, hay que meditar
para tranquilizar la mente lo suficiente para percibir el espejo en sí, o sea,
Shunyata vacía de cualquier yo particular, reflejando el universo como es, sin
distorsión ni obstáculo, en vez de distraerse con la infinidad de formas,
fenómenos, ideas y reflejos bellos y feos. Cuando se desapega del deseo por lo
bello y la aversión a lo feo, se esfuma lo ilusorio de un yo aislado permanente,
pasando así por la puerta de la Iluminación, entrando la paz perfecta de
Nirvana.
Bibliografía
Chang, Garma C. C. (1971). The Buddhist Teaching of Totality: The
Philosophy of Hwa Yen Buddhism. The
Pennsylvania State University Press: University Park and London .
Seung Sahn. (1992). The Whole World is a Single Flower. Charles
E. Tuttle Company, Inc.: Boston , USA .
Goldstein, Joseph. (2005). Un Único Dharma. La
Liebre de Marzo, Harper Collins Publishers, Inc: San Francisco, CA.
Soeng, Mu (2011). The Diamond
Sutra: Transforming the Way We Perceive the World. Wisdom Publications. Kindle Edition.
Si esta enseñanza te ha sido útil, ¿podrías considerar una aportación a la Sangha MBZ?
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