MEDITACIÓN BUDISTA ZEN

VEN. DR. JINSIM HYOENJIN: arzobispo y maestro guía de la sangha Meditación Budista Zen, recibió Transmisión el 27 de marzo 2021 e Inga el 16 de julio 2017, y recibió los 250 votos del Bhikshu (monje) el 22 de julio 2016 por el Ven. Dr. Wonji Dharma.

Ven. Jinsim Hyoenjin es originalmente de Kansas City, Missouri, USA y ha vivido en Guadalajara, México desde 2000. Tiene más de 45 años experiencia en meditación, dos maestrías (psicología y estudios budistas), y un doctorado de Psicología Oriente-Occidente investigando métodos de meditación en las tradiciones espirituales del Oriente.

Ven. Jinsim Hyoenjin imparte clases, conferencias universitarias, charlas Dharma, retiros y talleres sobre el buda-dharma además de citas individuales para orientación y estudio personalizado.

Un arzobispo (maestro zen superior) es un obispo que, habiendo recibido Inga y Transmision de Dharma, preside varias diócesis en una gran región. Este puesto incluye algunas responsabilidades de supervisión tanto de las diócesis como de los obispos de esa región. Un arzobispo sirve como guía o instructor en asuntos religiosos; y a menudo es el fundador o líder dentro de una Orden. Además, el Colegio de Arzobispos actúa como un Consejo Rector igualitario para la Orden Zen de las Cinco Montañas.
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lunes, 18 de noviembre de 2019

AMOR SIN VIOLENCIA Charla Dharma 17/NOV/2019





AMOR SIN VIOLENCIA
Charla Dharma 17/NOV/2019
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna

Hay que entender que todos los grandes maestros, el Buddha, Krishna, Shiva, todos están hablando más sobre el ahimsa que el amor. Amor es segundo al ahimsa. Para los occidentales, amor suena más positivo, y ahimsa, no-violencia, suena negativo. Todos los maestros del Oriente enfocan más en la no-violencia que el amor, porque en el amor puede convertirse en agresión lentamente. Cuando dices a alguien “Te amo” estás dando una promesa a alguien. Estás expresando que lo o la quieres con la intención de crear un cielo a su alrededor. Cuando dices que amas a alguien, ya esto implica muchas promesas: vas a regalar rosas, siempre vas a llegar a la hora correcta a cenar, siempre vas a decir la verdad, que eres confiable, que puede contar en ti. Esencialmente estás prometiendo a la otra persona que vas a hacerle otra feliz para siempre. Lamentablemente, esta crea expectativas imposibles a cumplir.  Y cuando no las cumples, todo parece una mentira, todo está estropeado, y los dos se sienten defraudados y decepcionados. Así que, estas promesas basadas en “te amo” fomentan la violencia emocional y mental.
         En cambio, con la no-violencia, ya es muy claro. Cuando comienzas una relación basada en la no-violencia, estás diciendo a la otra persona, “No te voy a hacer daño”, nada más. La forma más correcta y sincera para amar a otra persona es a partir de la no-violencia, no el amor. El amor llegará cuando experimentas la no-violencia. No puedes forzar el amor. Sólo puede llegar por medio de la no-violencia. El amor sucederá como un producto secundario.
         Ahimsa es la enseñanza más suprema de todos los tiempos. Es una verdad universal. Ahimsa es la única manera para que los seres humanos puedan coexistir entre sí y con los otros seres en este planeta nuestro hogar. Ahimsa es la verdad de la vida, más importante que el amor. El amor, aunque sea un concepto muy apreciado, se vuelve confuso debido a las varias formas de amor: el amor personal, el amor romántico, el amor por las cosas, y el amor trascendental. Sin embargo, ahimsa, la no-violencia, es fundamental para nuestra existencia personal y colectiva. La no-violencia es clara y directa. Todos tenemos la capacidad de comprender y apreciar exactamente lo que significa no-violencia. Implica paz y amor para todos. Incluye todos los seres, los humanos y los insectos, los microbios y peces, las montañas y ríos, las rocas y plantas. No importa tu raza o género, tu religión o creencia, si eres de un partido político u otro.
         No obstante, simplemente decir paz, se puede caer en la inacción y pasividad. Pero de hecho, la no-violencia implica activamente no hacer daño a nada ni nadie, ni física, mental, emocional, o psicológicamente, ni a otros ni a uno mismo. No-violencia implica cómo vivimos en el mundo, juntos a otros que son diferentes de nosotros, pero quienes son iguales en esencia. Todos queremos ser felices, contentos, y libres del sufrimiento. Todos queremos realizarnos como personas exitosas. Todos queremos cuidar a nuestras familias y nuestros seres queridos. Incluso los bichos más pequeños quieren vivir libres del sufrir. Por eso, el mundo necesita practicar la no-violencia, el no hacer daño, tanto los gobiernos, las sociedades, y cada persona caminando en la calle.


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