Venerable Dr. Hyoenjin Prajna
Charla Dharma 16/FEB/2020
“Qué
significa que todos los seres de los diez niveles entran al Nirvana el mismo
día?”
¿Qué quiere decir Seung
Sahn al pronunciar este huatou? ¿Quiénes son estos seres de los diez niveles?
¿Cómo pueden todos entrar al Nirvana el mismo día? Para solucionar esta
pregunta enigmática, hay que hacer referencia al Sutra del Loto. El Sutra del
Loto es uno de los sutras mahayana más influyente y populares en el este de
Asia. Fue probablemente
escrito varios cientos de años después de la muerte de Buda Gautama. En su
contenido, se pueden hallar parábolas, poemas y versos de todo tipo, de lo
cual, cada uno de ellos, transmite un significado que debe ser interpretado
mediante un amplio estudio. Muchas de las historias que cuenta nunca sucedieron
realmente, sino que son medios hábiles para expresar un
significado y conforme a un fin. Allí se encuentra la enseñanza de los
diez mundos que incluyen seis mundos inferiores y cuatro mundos nobles. De
hecho, son diez aspectos de nuestra propia mente.
Seis mundos inferiores
1. Infierno: Extremo
sufrimiento y desesperación. Incluso el impulso destruirse y otros.
2. Hambre: El deseo predomina
por riqueza y poder junto con una búsqueda para la notoriedad y la celebridad.
3. Animalidad: Predomina
el instinto sobre la lógica y la ética.
4. Ira: Predomina el
egocentrismo basado en una autoconciencia comenzando a formarse, pero está
dirigida sólo a dominar a otros puesto que se considera superior a todos.
5. Humanidad: Predomina
la razón sobre los deseos e impulsos instintivos. Se surge cierto sentido ético
en que se puede tener interacciones tranquilas y pacíficas con otros basadas en
respeto recíproco y aceptación mutua.
6. Cielo: Plenitud
económica y material con vidas llenas de felicidad y placer y cierto éxito
espiritual, pero con apego a los resultados de sus actos buenos junto con
orgullo espiritual.
Vivir en los seis mundos
inferiores significa depender en otros y en el entorno que lo rodea.
Cuatro mundos nobles
7. Aprendizaje: Se busca
la verdad y se dedica a la indagación de las enseñanzas de sabiduría de otros.
8. Realización: Al
percibir directamente la naturaleza esencial, se ilumina parcialmente, lo que
lleva a la autorrealización.
El Aprendizaje y la realización
se conocen como los dos vehículos que revelan la impermanencia de todo
fenómeno, y aunque un practicante se anima a buscar las verdades universales,
se lo hace independiente de otros, incluso sin tomar en cuenta el sufrimiento
de otros.
9. Bodhisattva: Estado
compasivo en que el propósito de la vida se revela como aliviar el sufrimiento
de otros y del cual la iluminación personal no está separada de la iluminación
de otros.
Los nueve mundos
anteriores refieren a la condición fundamental de oscuridad, o sea, la
condición humana.
10. Budeidad: unicidad
con la ley fundamental de vida, con verdad, que se caracteriza por libertad
absoluta, misericordia infinita y sabiduría ilimitada.
Según esta enseñanza, se puede mover de un mundo al otro,
pero de hecho, cada uno de estos mundos contiene dentro de sí mismo los otros
nueve mundos, así que cualquier persona, incluso una aún en la más baja del
infierno, tiene dentro de sí la condición de budeidad. Por el contrario, el que
está en el mundo de budeidad no está separado del resto de la humanidad puesto
que contiene dentro de si mismo los otros mundos. (Immacolata, 2002: 66-67)
Según Seung Sahn, estos diez mundos son diez aspectos de
nuestro propio pensamiento. Él afirma que no es necesario mover de un mundo
gradualmente al otro mundo, lo cual sería un camino largo y lento desde el
infierno de sufrimiento y desesperación hasta el mundo de la unicidad con la
verdad suprema. En un mero instante, si un nivel se libera del pensamiento,
todo se libera a la vez. (Golpe) No hay tiempo o espacio. En este golpe
todo se vuelve uno. Este momento exacto en el que ves aquello que siempre
estuvo allí es lo que se llama satori. Pero si no incluyes el resto del mundo
con tu despertar, se queda incompleto. Al despertarnos al no-saber antes del
pensar, nos identificamos con la sustancia del punto primario, nuestro
verdadero ser uno con el universo. Es nuestra esencia fundamental que
simplemente actúa con correcta situación, relación, y función en un mundo que a
la vez es perfecto tal como es y sin embargo necesita nuestra benevolencia, compasión,
paciencia, y sabiduría para liberarse de la insatisfacción. Cuando actuamos desde
nuestra naturaleza, estamos viviendo en el mundo con la mejor versión de nosotros:
budas compasivos y sabios que, de hecho, somos. Hagamos este mundo el mundo de la
budeidad. Desde este momento resolvamos cuidar a otros, cuidar al planeta,
cuidar a lo que es honesto, respetuoso, ético, y bondadoso en nosotros. Así que
vivimos en nirvana.
Bibliografía
Immacolata
Macioti, Maria. (2002). The Buddha Within Ourselves. University Press of America,
Inc., Lanham, Maryland.
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