MEDITACIÓN BUDISTA ZEN

VEN. DR. JINSIM HYOENJIN: arzobispo y maestro guía de la sangha Meditación Budista Zen, recibió Transmisión el 27 de marzo 2021 e Inga el 16 de julio 2017, y recibió los 250 votos del Bhikshu (monje) el 22 de julio 2016 por el Ven. Dr. Wonji Dharma.

Ven. Jinsim Hyoenjin es originalmente de Kansas City, Missouri, USA y ha vivido en Guadalajara, México desde 2000. Tiene más de 45 años experiencia en meditación, dos maestrías (psicología y estudios budistas), y un doctorado de Psicología Oriente-Occidente investigando métodos de meditación en las tradiciones espirituales del Oriente.

Ven. Jinsim Hyoenjin imparte clases, conferencias universitarias, charlas Dharma, retiros y talleres sobre el buda-dharma además de citas individuales para orientación y estudio personalizado.

Un arzobispo (maestro zen superior) es un obispo que, habiendo recibido Inga y Transmision de Dharma, preside varias diócesis en una gran región. Este puesto incluye algunas responsabilidades de supervisión tanto de las diócesis como de los obispos de esa región. Un arzobispo sirve como guía o instructor en asuntos religiosos; y a menudo es el fundador o líder dentro de una Orden. Además, el Colegio de Arzobispos actúa como un Consejo Rector igualitario para la Orden Zen de las Cinco Montañas.
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lunes, 26 de abril de 2021

LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA Clase 17: EL BUEY LIBERADO

 



LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA

Clase 17

EL BUEY LIBERADO

Arzbpo. Dr. Jinsim Hyoenjin

Charla Dharma 25/ABR/2021

 


Pregunta: Pero cuando Śakyamuni era un bodhisattva, consumió tres tazones de leche y seis cucharones de papilla antes de darse cuenta de la liberación. Si tuviera que beber leche antes de poder saborear el fruto de la Budeidad, ¿cómo puede la mera experiencia de la mente antes del pensamiento resultar en la liberación?

Bodhidharma: Lo que dices es verdad. Así fue como se dio cuenta de la liberación. Tuvo que beber leche antes de poder convertirse en Buda. Sin embargo, existen dos tipos de leche. Lo que bebió Śakyamuni no fue leche impura ordinaria, sino pura charla Dharma. Los tres tazones eran los tres conjuntos de preceptos. Además, las seis mujeres eran las seis paramitas. Cuando Śakyamuni se dio cuenta de la liberación, fue porque bebió esta leche pura del Dharma que probó el fruto de la Budeidad. Decir que el Tathagata bebió el brebaje mundano de leche impura con olor rancio de vaca es el colmo de la calumnia. Aquello que es verdaderamente así, el ser del Dharma indestructible y sin pasión, permanece para siempre libre de las aflicciones del mundo. ¿Por qué necesitaría leche impura para satisfacer su hambre o sed?

Los sutras dicen: "Este buey no vive en las tierras altas ni en las tierras bajas. No come grano ni paja. Además, no pasta con vacas. El cuerpo de este buey es del color del oro bruñido". El buey se refiere a Vairochana. Debido a su gran compasión por todos los seres, produce desde dentro de su cuerpo puro del Dharma la sublime leche del Dharma de los tres conjuntos de preceptos y seis paramitas para nutrir a todos aquellos que buscan la liberación. La leche pura de un buey tan verdaderamente puro no sólo permitió al Tathagata alcanzar la Budeidad, sino que también permite a cualquier ser que la beba realizar una liberación completa e insuperable.

El texto aquí está diciendo que para iluminarse, hay que beber la leche de Dharma, las enseñanzas de Buda que nos muestran cómo calmar la mente, mirar adentro, y descubrir nuestro verdadero ser, nuestra naturaleza búdica, representada por un buey dorado o blanco. Este buey, de hecho, es un símbolo de Vairochana, el Buda Cósmico. Vairochana es un buda celestial que, según el Avatamsaka Sutra, simboliza el Dharmakaya, como el cuerpo verdadero de Buda, el cuerpo de la realidad, y por lo tanto el aspecto universal de Buda, o sea, la sustancia universal de nuestro verdadero ser. Cuando invertimos la atención hacia adentro, podemos percibir esta luz primordial de la conciencia, la base de todo. El proceso de descubrir esta luz de la mente se puede ilustrar con los Diez Dibujos del Pastoreo del Buey que demuestran el proceso del descubrimiento de la mente original antes de lo conceptual, representado como un joven que intenta encontrar, calmar y domar un buey salvaje.  



1.  Buscando al buey

Este dibujo representa al principiante, quien comienza su práctica espiritual y se sienta en meditación, listo para encontrar su mente original.  Se intuye que está allí, pero hay demasiados obstáculos para verlo directamente.  Esto es el comienzo para todos nosotros, cuando ya estamos hartos del estrés y las complicaciones de la vida contemporánea, y es cuando estamos dispuestos a intentar resolver los problemas de nuestra vida con la meditación.  



2.  Viendo las huellas

 Desde el primer momento que se sienta a meditar, se encuentra con las huellas del buey, la mente original.  Se puede sentir la manifestación de una paz interior.  Se anima a continuar con los esfuerzos de práctica y meditación.



      3.   El primer vislumbre del buey

El practicante comienza a vislumbrar al buey, al asomarse por entre la maleza y la confusión del bosque.  Por medio de estudio, lecturas, preguntas y orientación, el practicante puede formar una práctica espiritual que se permitirá a seguir acercándose a la meta, la mente verdadera.  



4. Sujetando el buey

El joven intenta a atrapar el buey con una soga.  Al utilizar la meditación y las herramientas de una práctica diaria, el principiante puede sujetar el buey de la mente, pero el buey no quiere ser atrapado, se resiste a todo intento.  Surgen momentos difíciles en la práctica diaria entre el ego y la mente verdadera de la Naturaleza Búdica.  Por esto, es indispensable tener una comunidad, la sangha, de maestros y practicantes sinceros, amigos con experiencia que nos orientan para superar los obstáculos.

 


5. Atendiendo al buey

El joven atiende a diario al buey, el que ya no está tan salvaje. Sin embargo, se mantiene aferrado a la soga, consciente de que el buey todavía puede escaparse. Seguimos meditando y desarrollando la atención vigilante como la herramienta más eficaz en la purificación de la mente chica de sus impurezas de codicia, enojo, y confusión.  



6. Montando al buey de camino a casa  

El joven está montado sobre el buey, tranquilamente lo conduce a casa.  La práctica diaria ya tiene su resultado, una vida que fluye naturalmente, llena de armonía, la música de la mente verdadera.  



7. Buey olvidado, el pastor se sienta a solas

El buey se ha desvanecido, pero el joven sigue sentado en casa, contento con su vida, su cuerpo, su mente y su corazón.  Sin embargo, aunque el practicante haya llegado a cierto nivel de Iluminación, todavía debe seguir practicando continuamente.



8. Ambos buey y pastor se han olvidado

Tanto el pastor como el buey se han desaparecido.  Sólo se queda un círculo vacío que representa la vacuidad de todo, otra forma para decir que todo es perfecto en su budeidad, cuando se han desaparecido el yo egoico y el concepto del buey.  Todo viene de la vacuidad, un fluir de transformación sin fin.  Se descubre que no hay un yo separado y aislado, que todo es parte de esta vacuidad.  Esto es la Iluminación, el despertarse a la mente verdadera, la budeidad.



9. Regreso al Origen

Ya con la mente clara y tranquila, se ve al mundo desde una nueva perspectiva. Justo en lo cotidiano, sencillo, y ordinario, se encuentra la vida hermosa y perfecta.  Todo se nos revela y nos enseña la Verdad.

 


10.              Entrando en el mercado con una mano amiga

Después de años de estudio y meditación, el practicante vuelve a la vida cotidiana del mercado, y encuentra espiritualidad en todos lados.  Se dedica a ayudar a los demás para que todos encuentren el Nirvana de la mente original, el símbolo del bodhisattva.


En todas estas imágenes, el énfasis es en domar el buey, lo cual es necesario para calmar la mente y despertarse a nuestra verdadera esencia. Sin embargo, cuando por fin nos rendimos al Buda Cósmico de Vairochana, nos damos cuenta de que no somos la mente enjaulada por karma, condicionamiento y kleshas. Somos budas uno con el Universo. Este descubrimiento es nuestro derecho de nacimiento y la consagración de nuestro linaje, la leche sagrada de liberación.



lunes, 19 de abril de 2021

LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA Clase 16: Los Seis Transbordadores Charla Dharma 18 ABR 2021

 


LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA

Clase 16

Los Seis Transbordadores

Charla Dharma 18/ABR/2021

Ven. Dr. Jinsim Hyoenjin

 


Pregunta: Pero los sutras dicen que los seis Paramitas son caridad, moralidad, paciencia, devoción, meditación y sabiduría. Ahora dices que los paramitas se refieren a la purificación de los sentidos. ¿Qué quiere decir con esto? Además, ¿por qué se llaman transbordadores?

Bodhidharma: Cultivar los paramitas significa purificar los seis sentidos al vencer a los seis ladrones. Expulsar al ladrón de ojos abandonando el mundo visual es caridad. Mantener alejado al ladrón de oídos sin escuchar el sonido es moralidad. Humillar al ladrón de la nariz equiparando los olores como neutros es paciencia. Controlar al ladrón de la boca conquistando los deseos de saborear, alabar y explicar es devoción. Reprimir al ladrón del cuerpo permaneciendo impasible ante las sensaciones del tacto es meditación. Además, domar al ladrón de la mente sin ceder a los engaños sino practicando la vigilia es sabiduría. Estas seis paramitas son transportes. Como botes o balsas, transportan seres a la otra orilla. De ahí que se llamen transbordadores.

Los seis sentidos son los vehículos que conectan un supuesto mundo interior con un mundo exterior. Puesto que nos identificamos con el cuerpo, creamos esta discriminación dualista entre lo subjetivo y lo objetivo, lo que llamamos “yo” y lo que identificamos como otro. Naturalmente, queremos cuidar y proteger este cuerpo personal contra cualquier amenaza exterior. No obstante, esta división entre un yo personal y el otro exterior crea todo tipo de insatisfacción y descontento. Las exigencias del cuerpo son interminables para mantenerse basadas en las tres kleshas de codicia, aversión y engaño y expresadas a través de los seis sentidos. Por eso, Bodhidharma refiere a los seis sentidos distorsionados por las kleshas como ladrones de nuestra paz y bienestar. Los seis paramitas o perfecciones normalmente están asociados con cualidades y conductas que se realizan para perfeccionarnos como bodhisattvas. Sin embargo, según Bodhidharma, los paramitas se refieren a nuestro cultivo continuo con la mente.

Expulsar al ladrón de ojos abandonando el mundo visual es caridad.   

Todas las religiones del mundo valoran la caridad como un acto noble, aportando nuestro tiempo, bienes y dinero a causas benevolentes. Pero Bodhidharma dice que la verdadera caridad es abandonar el mundo visual al expulsar al ladrón de ojos. No quiere decir que tenemos que escondernos en una cueva para eliminar todo contacto con el mundo. Más bien, tenemos que soltar nuestras preferencias, opiniones y apegos a los estímulos visuales. Cuando no ves caras guapas o feas, sino caras de budas a todos lados, así has superado la tendencia a discriminar entre bueno y malo y puedes vivir en paz.

Mantener alejado al ladrón de oídos sin escuchar el sonido es moralidad.

De igual forma, “no escuchar el sonido” no significa tapar los oídos en un intento desesperado a eliminar sonidos indeseados. Más bien, es no diferenciar entre un sonido bueno y un sonido malo. Hay un perro que vive en la casa trasera a mi departamento. La vecina pone su perro en su jardín cuando está ocupada con la limpieza o con otros asuntos importantes. Resulta que el perro ladra todo el tiempo que está afuera en el jardín. El jardín de la vecina está al otro lado del muro de mí jardín. Cuando me mudé a este departamento, el ladrido del perro me molestaba mucho. Intentaba gritar, asustar, sobornar, razonar y callarlo, pero nada funcionaba. Tuve que aceptar que no iba a cambiar el perro y simplemente tenía que ignorar el sonido de su ladrido.  Tenía que soltar mi opinión de que no me gustaba su ladrido constante. Lo que descubrí después de varias semanas es que eventualmente no oí el sonido de su ladrido. Claro, el sonido continuaba, pero ya no me importaba y no oí el sonido aunque todavía seguía ladrando. Había logrado no escuchar el sonido y alejar al ladrón de oídos que me robaba mi paz y bienestar. El mundo exterior seguía igual, pero mi mundo mental había cambiado. Para Bodhidharma, esto es la verdadera moralidad porque no estás tratando de practicar para hacer lo bueno para otros, sino más bien vives en paz con el mundo. La generosidad fluye naturalmente desde nuestro corazón cuando estamos en paz.

Humillar al ladrón de la nariz equiparando los olores como neutros es paciencia.

Una vez me fui con mi pareja a un jardín botánico lleno con rosas de todo tipo, color y perfume. Comenzamos a acercarnos a cada rosa para disfrutar su aroma. Pero pronto descubrimos que había ciertas rosas que yo pude oler pero mi pareja no y viceversa. Es decir, eran las mismas rosas, pero nuestra percepción de ellas fue distinta. El mundo es así. Creemos que todos estamos percibiendo el mismo mundo, pero de hecho, nuestro mundo está filtrado por nuestros sentidos, percepciones e ideas que generamos sobre él. Si no nos gusta algo, asumimos que es malo. Pero no hay bueno o malo. La rosa simplemente es una rosa. La rosa ni dice que es rosa. Su nombre es un constructo mental que imponemos sobre tal planta con tal flor y forma. Por supuesto, siempre vamos a tener percepciones basadas en nuestros sentidos. Pero si podemos soltar la idea de que nuestras ideas subjetivas son la verdad de las cosas, entonces podemos humillar al ladrón de la nariz y entender que todos los olores son como son, olores, nada más, ni buenos ni malos en sí.

Al mismo tiempo, no poder diferenciar olores podría ser peligroso. Hace un par de días, estaba sentado a mi escritorio escribiendo en la computadora cuando percibí el olor fuerte de algo quemado. De repente, me di cuenta de que la casa trasera, la misma con el perro, estaba en fuego. Ni el perro ni los dueños estaban en casa. Humo negro estaba saliendo de la casa y subiendo al cielo. Llamé a 911 y corría por mi casa recogiendo mis perros, pájaros y gato para salir de mi casa si fuera necesario. Afortunadamente los bomberos llegaron pronto y extinguieron el fuego. Como digo, tenemos que distinguir entre perfume de rosas y olor de humo para actuar. Aunque todos los olores son vacíos de una realidad propia, son todos simplemente olores sin bueno o malo, pero para funcionar como bodhisattvas en este mundo, tenemos que entender que cada olor tiene su lugar. Humo en una fogata durante un retiro es apropiado según el contexto. Humo entrando por tu ventana desde la casa vecina no es. Una forma no requiere más acción, la otro forma requiere actuar con prisa, llamar a los bomberos y salvar la casa vecina con su perro que ladra. Así es actuar como un bodhisattva en el mundo según correcta situación, correcta relación y correcta función. Esto es la verdadera paciencia.

Controlar al ladrón de la boca conquistando los deseos de saborear, alabar y explicar es devoción.

Es notable aquí que el problema con la boca no es sólo que se opina sobre lo que entra en la boca con sabores, sino también lo que sale de la boca como palabras. Si estamos hablando para elogiar a lo que opinamos es bueno, o explicamos sobre cosas según nuestro propio criterio de bueno y malo, entonces estamos sujetos a un ladrón que roba la paz y bienestar de nosotros y otros con opiniones. Esto incluye todo el chisme y opiniones políticas que pintan al mundo dividido entre nosotros (los buenos siempre) y los otros (los malos). No hay buenos y malos. Hay simplemente intereses para proteger lo suyo y conseguir lo que uno desea mientras que se proyecta en los demás todo lo peor que reside en nosotros mismos. Así el mundo calumnia al oponente y elogia a su propio candidato. Pero la verdadera devoción es el buen esfuerzo y determinación para mantener la mente presente y atento antes de lo conceptual antes de que el ladrón de la boca roba tu paz y bienestar. 

Reprimir al ladrón del cuerpo permaneciendo impasible ante las sensaciones del tacto es meditación.

Es interesante que Bodhidharma está diciendo aquí que la verdadera meditación es nuestra habilidad de mantener la mente inmovible frente a las sensaciones del tacto. Esto comienza con nuestra práctica sobre el cojín. Nuestros primeros intentos para meditar están obstaculizados con sensaciones desagradables como dolor en la espalda, cuello y pompis o los ojos arden por mantenerse abiertos o tenemos hambre o sueño, calor o frío. Sin embargo, con experiencia y determinación, la mente suelta su opinión sobre estas sensaciones y aprendemos a simplemente sentarnos, estar presentes y atentos a este momento y abrirnos a la dulzura quieta de la mente no sé antes de lo conceptual, el punto primario de aquí y ahora. Al aprender a sentarnos con ecuanimidad sobre el cojín, luego podemos mantener la mente ecuánime en todo momento durante el día. Así se reprime al ladrón del cuerpo y se practica la verdadera meditación.

Domar al ladrón de la mente sin ceder a los engaños sino practicando la vigilia es sabiduría.  

Es decir, la mente controlada por nuestras opiniones, preferencias y disgustos es un mundo ilusorio de engaño e insatisfacción, un ladrón de nuestra paz. Hay que practicar la vigilia, lo que significa estar conscientes y atentos a este momento preciso sin desviarnos en nostalgia del pasado ni ilusiones del futuro. Simplemente esto es suficiente sin añadir ni descartar nada. Vivir en el mundo tal y como es, sin opuestos, sin opiniones, sin prejuicios, con aceptación total, es vivir libre, ecuánime y uno con todo. Esto es la verdadera sabiduría.

Estos seis paramitas: caridad, moralidad, paciencia, devoción, meditación y sabiduría, de hecho, son transbordadores que purifican los seis sentidos de ojos, oídos, nariz, lengua, tacto y mente conceptual. En esta orilla somos seres humanos insatisfechos. Nuestra práctica nos lleva a la otra orilla en la que todos somos bodhisattvas dedicados a la liberación de todos los seres sensibles. El viaje comienza ahora.  Abróchense sus cinturones de seguridad. ¡Buen viaje!

 


Bibliografía

Dharma, Wonji (Traductor). (2010). The Bodhidharma Lectures. Buddha Dharma  University Press: Oneida, N.Y.




lunes, 5 de abril de 2021

LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA Clase 15: Un Barco a la Otra Orilla

 

 

LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA

Clase 15: Un Barco a la Otra Orilla

Charla Dharma 04/ABR/2021

Ven. Dr. Jinsim Hyoenjin Prajna

 

Clase 15

Clase 15.1



Pregunta: ¿Por qué ahora dices que simplemente experimentar la mente antes del pensamiento y superar los tres venenos es liberación?

Bodhidharma: Las palabras del Buda son verdaderas. Sin embargo, las tres asankhya kalpas se refieren a los tres estados mentales envenenados. Lo que llamamos asankhya en sánscrito, lo llaman innumerables. Dentro de estos tres estados mentales envenenados hay innumerables pensamientos malvados, y cada pensamiento dura un kalpa. Tal infinitud es lo que el Buda quiso decir con las tres asankhya kalpas.

Es decir, la liberación no es algo externo a nosotros y no es algo que otros pueden darnos, ni Buda, ni un maestro, ni ningún otro ser. La liberación es la experiencia directa de nuestra mente antes de los pensamientos, o sea, nuestra esencia. Es como el océano agitado por el viento que crea olas sobre la superficie. Nuestros pensamientos son las olas sobre el océano. Cuando meditamos, el océano se calma y la superficie se vuelve tranquilo y transparente. Así que puedes ver a través del agua hasta el fondo y así darte cuenta del océano profundo y constante debajo de las olas. Cuando no estamos distraídos por las olas de pensamientos, el océano profundo es evidente.     

Pregunta: Una vez que los tres venenos oscurecen tu verdadero yo, ¿cómo puedes ser llamado liberado hasta que superes tus innumerables pensamientos malvados?

Bodhidharma: Se dice que las personas que pueden transformar los tres venenos de la codicia, la ira y el engaño en las tres liberaciones pasan por las tres asankhya kalpas. Sin embargo, las personas de esta era final son los más tontos. No comprenden lo que realmente quiso decir el Tathagata con las tres asankhya kalpas. Dicen que la liberación solo se logra después de interminables kalpas y, por lo tanto, engañan a los discípulos para que se retiren del camino que lleva a la Budeidad. Sin embargo, los grandes bodhisattvas han alcanzado la liberación sólo mediante la observación de los tres conjuntos de preceptos y la práctica de los seis Paramitas.

No se debe posponer la liberación hasta algún momento en el futuro. Cuando Buda habla de períodos muy largos de tiempo como una kalpa, quiere decir que la mente atrapada por pensamientos discriminativos es como vivir en un mundo ilusorio de sufrimiento, ilusión e insatisfacción. Es un mundo de tiempo ilusorio construido mentalmente. La fuerza de ilusión puede ser tan extrema que parece casi imposible escapar. Pero es sólo una ilusión. Cuando miras directamente a la ilusión, se da cuenta de que no hay nada ahí. Por eso, al mismo instante, estás libre de la ilusión. Es como si te hubieras saltado billones de universos conceptuales en un solo paso. 

Pregunta: Ahora les dices a los discípulos que simplemente contemplen la mente. ¿Cómo puede alguien alcanzar la liberación sin cultivar las reglas de la disciplina?

Bodhidharma: Los tres conjuntos de preceptos son para superar los tres estados mentales envenenados. Cuando superas estos venenos, creas tres conjuntos de virtudes ilimitadas. Un conjunto reúne cosas - en este caso, innumerables buenos pensamientos por toda tu mente. Además, los seis paramitas sirven para purificar los seis sentidos. Lo que nosotros llamamos paramitas ustedes llaman a la otra orilla. Al purificar los seis sentidos del polvo de la sensación, los paramitas los transportan al otro lado del Río de la Aflicción hasta la Orilla de la Liberación.

Los seis paramitas comienzan con la caridad y continúan a través de la moralidad y la paciencia, la devoción y la meditación hacia la sabiduría. Comparando las paramitas con un barco que lleva a la gente a la otra orilla, los budistas ven la caridad como el vacío sin el cual un barco no puede flotar: moralidad como quilla, paciencia como casco, devoción como mástil, meditación como vela y sabiduría como timón. Los paramitas son un vehículo que nos lleva al otro lado de la orilla del río de samsara y el sufrimiento. No son la meta en sí. Nadie va a darte una medalla de oro por haber seguido todas las reglas, por haber meditado más horas que los demás, o por haber contribuido más dinero que cualquier otra persona a alguna caridad. Todos los paramitas sirven como un vehículo, una actitud que ayuda a calmar la mente y abrirse a lo que es esencial ya presente, nuestra naturaleza búdica.

Pregunta: Según los sutras, los tres conjuntos de preceptos son: “Prometo poner fin a todos los males. Prometo cultivar todas las virtudes. Y prometo liberar a todos los seres." Ahora dices que solo sirven para controlar los tres estados mentales envenenados. ¿No es esto contrario al significado de las escrituras?

Bodhidharma: Los sutras del Buda son verdaderos. Sin embargo, hace mucho tiempo, cuando ese gran bodhisattva estaba cultivando la semilla de la liberación, fue para contrarrestar los tres venenos que hizo sus tres votos. Practicando prohibiciones morales para contrarrestar el veneno de la codicia, juró poner fin a todos los males. Practicando la meditación para contrarrestar el veneno de la ira, juró cultivar todas las virtudes. Además, practicando la sabiduría para contrarrestar el veneno del engaño, juró liberar a todos los seres. Debido a que perseveró en estas tres prácticas puras de moralidad, meditación y sabiduría, pudo superar los tres venenos y alcanzar la liberación. Al vencer los tres venenos, eliminó todo lo que causa sufrimiento y así puso fin al mal. Al observar los tres conjuntos de preceptos, no hizo más que el bien y, por lo tanto, cultivó la virtud. Además, al poner fin al mal y cultivar la virtud, se completaron a la perfección todas las prácticas, se benefició a sí mismo y a los demás y rescató a los seres del mundo en todas partes. Así, liberó a los seres.

Debes darte cuenta de que la práctica que cultivas no existe aparte de tu mente. Si tu mente es pura, todas las tierras búdicas son puras. Los sutras dicen: “Si sus mentes son impuras, los seres son impuros. Si sus mentes son puras, los seres son puros” y “Para alcanzar una tierra búdica, purifica tu mente. A medida que tu mente se vuelve pura, las tierras búdicas se vuelven puras." Así, al superar los tres estados mentales envenenados, los tres conjuntos de preceptos se cumplen automáticamente.

Es decir, al practicar ética que considera el bienestar de otros, eliminas la codicia. Al practicar la meditación que calma la mente, eliminas la ira y te trasformas en una persona más agradable y admirable. Al practicar viendo las cosas como son en este momento preciso sin me gusta o no me gusta, te liberas del engaño y al mismo instante todos los seres del universo están liberados contigo, porque todo está interconectado. Los tres conjuntos expresan esta intención: hacer el bien, no hacer mal, y ayudar a otros. Cuando practicas así, vives desde tu verdadera naturaleza en este mundo presente como un bodhisattva en Nirvana.

 

Bibliografía

Dharma, Wonji (Traductor). (2010). The Bodhidharma Lectures. Buddha Dharma University Press: Oneida, N.Y.