LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA
Clase 17
EL BUEY LIBERADO
Arzbpo. Dr. Jinsim Hyoenjin
Charla Dharma 25/ABR/2021
Pregunta:
Pero cuando Śakyamuni era un bodhisattva, consumió tres tazones de leche y seis
cucharones de papilla antes de darse cuenta de la liberación. Si tuviera que
beber leche antes de poder saborear el fruto de la Budeidad, ¿cómo puede la
mera experiencia de la mente antes del pensamiento resultar en la liberación?
Bodhidharma:
Lo que dices es verdad. Así fue como se dio cuenta de la liberación. Tuvo que
beber leche antes de poder convertirse en Buda. Sin embargo, existen dos tipos
de leche. Lo que bebió Śakyamuni no fue leche impura ordinaria, sino pura
charla Dharma. Los tres tazones eran los tres conjuntos de preceptos. Además,
las seis mujeres eran las seis paramitas. Cuando Śakyamuni se dio cuenta de la
liberación, fue porque bebió esta leche pura del Dharma que probó el fruto de
la Budeidad. Decir que el Tathagata bebió el brebaje mundano de leche impura
con olor rancio de vaca es el colmo de la calumnia. Aquello que es
verdaderamente así, el ser del Dharma indestructible y sin pasión, permanece
para siempre libre de las aflicciones del mundo. ¿Por qué necesitaría leche
impura para satisfacer su hambre o sed?
Los
sutras dicen: "Este buey no vive en las tierras altas ni en las tierras
bajas. No come grano ni paja. Además, no pasta con vacas. El cuerpo de este
buey es del color del oro bruñido". El buey se refiere a Vairochana.
Debido a su gran compasión por todos los seres, produce desde dentro de su
cuerpo puro del Dharma la sublime leche del Dharma de los tres conjuntos de
preceptos y seis paramitas para nutrir a todos aquellos que buscan la
liberación. La leche pura de un buey tan verdaderamente puro no sólo permitió
al Tathagata alcanzar la Budeidad, sino que también permite a cualquier ser que
la beba realizar una liberación completa e insuperable.
El texto aquí está diciendo que para iluminarse, hay que beber la leche de Dharma, las enseñanzas de Buda que nos muestran cómo calmar la mente, mirar adentro, y descubrir nuestro verdadero ser, nuestra naturaleza búdica, representada por un buey dorado o blanco. Este buey, de hecho, es un símbolo de Vairochana, el Buda Cósmico. Vairochana es un buda celestial que, según el Avatamsaka Sutra, simboliza el Dharmakaya, como el cuerpo verdadero de Buda, el cuerpo de la realidad, y por lo tanto el aspecto universal de Buda, o sea, la sustancia universal de nuestro verdadero ser. Cuando invertimos la atención hacia adentro, podemos percibir esta luz primordial de la conciencia, la base de todo. El proceso de descubrir esta luz de la mente se puede ilustrar con los Diez Dibujos del Pastoreo del Buey que demuestran el proceso del descubrimiento de la mente original antes de lo conceptual, representado como un joven que intenta encontrar, calmar y domar un buey salvaje.
1. Buscando al buey
Este dibujo representa al principiante, quien comienza su práctica espiritual y se sienta en meditación, listo para encontrar su mente original. Se intuye que está allí, pero hay demasiados obstáculos para verlo directamente. Esto es el comienzo para todos nosotros, cuando ya estamos hartos del estrés y las complicaciones de la vida contemporánea, y es cuando estamos dispuestos a intentar resolver los problemas de nuestra vida con la meditación.
2. Viendo las huellas
Desde el primer momento que se sienta a
meditar, se encuentra con las huellas del buey, la mente original. Se
puede sentir la manifestación de una paz interior. Se anima a continuar con los esfuerzos de
práctica y meditación.
3. El primer vislumbre del buey
El practicante comienza a
vislumbrar al buey, al asomarse por entre la maleza y la confusión del bosque.
Por medio de estudio, lecturas, preguntas y orientación, el practicante
puede formar una práctica espiritual que se permitirá a seguir acercándose a la
meta, la mente verdadera.
4. Sujetando el buey
El joven intenta a atrapar el buey
con una soga. Al utilizar la meditación y las herramientas de una
práctica diaria, el principiante puede sujetar el buey de la mente, pero el
buey no quiere ser atrapado, se resiste a todo intento. Surgen momentos
difíciles en la práctica diaria entre el ego y la mente verdadera de la
Naturaleza Búdica. Por esto, es
indispensable tener una comunidad, la sangha, de maestros y practicantes
sinceros, amigos con experiencia que nos orientan para superar los obstáculos.
5. Atendiendo al buey
El joven atiende a diario al buey,
el que ya no está tan salvaje. Sin embargo, se mantiene aferrado a la soga,
consciente de que el buey todavía puede escaparse. Seguimos meditando y
desarrollando la atención vigilante como la herramienta más eficaz en la
purificación de la mente chica de sus impurezas de codicia, enojo, y confusión.
6. Montando al buey de camino a casa
El joven está montado sobre el
buey, tranquilamente lo conduce a casa. La práctica diaria ya tiene su
resultado, una vida que fluye naturalmente, llena de armonía, la música de la
mente verdadera.
7. Buey olvidado, el pastor se sienta a solas
El buey se ha desvanecido, pero el
joven sigue sentado en casa, contento con su vida, su cuerpo, su mente y su
corazón. Sin embargo, aunque el practicante haya llegado a cierto nivel
de Iluminación, todavía debe seguir practicando continuamente.
8. Ambos buey y pastor se han olvidado
Tanto el pastor como el buey se han
desaparecido. Sólo se queda un círculo vacío que representa la vacuidad
de todo, otra forma para decir que todo es perfecto en su budeidad, cuando se
han desaparecido el yo egoico y el concepto del buey. Todo viene de la
vacuidad, un fluir de transformación sin fin.
Se descubre que no hay un yo separado y aislado, que todo es parte de
esta vacuidad. Esto es la Iluminación,
el despertarse a la mente verdadera, la budeidad.
9. Regreso al Origen
Ya con la mente clara y tranquila,
se ve al mundo desde una nueva perspectiva. Justo en lo cotidiano, sencillo, y
ordinario, se encuentra la vida hermosa y perfecta. Todo se nos revela y
nos enseña la Verdad.
10.
Entrando en el mercado con una mano amiga
Después de años de estudio y
meditación, el practicante vuelve a la vida cotidiana del mercado, y encuentra
espiritualidad en todos lados. Se dedica a ayudar a los demás para que
todos encuentren el Nirvana de la mente original, el símbolo del bodhisattva.
En todas estas imágenes,
el énfasis es en domar el buey, lo cual es necesario para calmar la mente y
despertarse a nuestra verdadera esencia. Sin embargo, cuando por fin nos
rendimos al Buda Cósmico de Vairochana, nos damos cuenta de que no somos la mente
enjaulada por karma, condicionamiento y kleshas. Somos budas uno con el
Universo. Este descubrimiento es nuestro derecho de nacimiento y la
consagración de nuestro linaje, la leche sagrada de liberación.
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