FILOSOFÍA
ZEN, PRÁCTICA ZEN
Capítulo 1.5.
“Meditación
Zen”
Ven. Dr.
Jinsim Hyoenjin
27/JUN/2021
Hoy vamos a volver a lo básico: la meditación. Sin
meditación no hay zen. En coreano se escribe seon. Zen es la forma corta
de la palabra zazen, la cual significa en japonés “sentarse”. Entonces,
cuando el maestro Dogen trajo el Chan de China a Japón en el siglo XIII, si la
gente quería referirse a su comunidad de practicantes, siempre decían los
que se sentaban, o sea, los que meditaban en zazen. Luego se cortó
el nombre a zen y ésta llegó a ser el nombre de este particular
movimiento budista. Puesto que la meditación es tan fundamental a nuestra
práctica, sería bueno examinarla en detalle de nuevo.
Método De Practica
Para experimentar plenamente el
beneficio de la meditación, es mejor practicar en un lugar tranquilo con un
ambiente agradable, como un centro de meditación o en un área tranquila y
apartada de la casa. La calidad de la meditación está fuertemente influenciada
por la calidad del medio ambiente. Durante la meditación, es mejor tener una
luz suave o velas, incienso y algunas flores frescas dispuestas sobre un
pequeño altar.
Es decir, queremos crear las condiciones más favorables para que la meditación rinda el mejor beneficio. Date a ti misma el regalo de unos 30 minutos diarios para sentarte sin disturbios, sin distracciones, sin obligaciones o responsabilidades para simplemente sentarte en silencio. Si no puedes encontrar un lugar así, entonces tienes un problema serio de establecer límites con los demás. No es egoísmo decir a los familiares o compañeros de casa que no quieres que nadie te hable por 30 minutos para que puedas meditar. Necesitamos tiempo para recargar nuestras pilas, soltar nuestro estrés, y calmar la mente para luego volver a la actividad con más energía y disponibilidad. “Si” y “No” son igualmente válidos en nuestra práctica zen según la correcta situación, correcta relación y la correcta función. En este caso, es correcto sentarte sola sin interrupciones un rato. Es apropiado decir, “No, mi amor. Ahora no. Cuando termine, puedo ayudarte.”
Lo primero que hay que aprender en la
práctica de la meditación es una postura adecuada. Estrictamente hablando, la
meditación Zen no tiene nada que ver con ninguna postura en particular. En su
nivel más alto, la meditación debe practicarse en medio de todo tipo de
actividades: pararse, caminar, estudiar, trabajar, conducir, etc. En la
historia del budismo Zen, muchos maestros alcanzaron la iluminación mientras
lavaban los platos, cocinaban, llevaban agua y recogían combustibles. Así que
cuando sea nuestro turno de lavar los platos, no debemos quejarnos. Si la mente
se mantiene bajo control y el adepto se mantiene consciente de lo que hace,
incluso lavar los platos puede convertirse en un vehículo para la
autorrealización.
El maestro está diciendo aquí que la meditación debe practicarse en medio de la conversación, el trabajo en la oficina, mientras que manejas el carro en la autopista, en el baño, la ducha, mientras concinas, miras tele y al disciplinar a tus hijos en casa. Obviamente, la meditación no puede ser algo donde entras en un trance en el cual veas luces con cantos de ángeles flotando en las nubes. La verdadera meditación es despertarse a este momento tal como es, libre de tus imaginaciones, quejas, críticas, opiniones, historias, resentimientos, ilusiones, proyecciones y delirios. La meditación es la mente ordinaria en equilibrio, armonía, calma y lúcida. No debería ser algo especial fuera de lo cotidiano porque si es algo especial, no puedes mantenerla así en las actividades de la vida cotidiana. Así que la meditación es soltar todo lo que sea una distracción y obstáculo a tu capacidad de estar plenamente presente, atento, y en equilibrio. Lo especial es descubrir que esta mente ordinaria no tiene un yo para limitarse. Es vacía.
Sin embargo, aunque podemos meditar en
cualquier actividad, la mejor manera de controlar la mente es mediante la
práctica de la meditación sentada. En la tradición zen hay dos formas de
sentarse, el loto completo y el medio loto. La postura de loto completo implica
colocar cada pie sobre el muslo opuesto. El medio loto consiste en colocar un
pie sobre el muslo opuesto con el otro pie apoyado en el suelo. Si el medio
loto es demasiado difícil, el principiante puede mover su pie de su muslo,
colocándolo directamente en el suelo frente a la otra pierna, los tobillos muy
juntos. Las rodillas deben estar separadas lo más lejos posible, descansando en
el suelo. Cojines más altos ayudarán a bajar las rodillas a la posición
correcta. Si el meditador no puede colocarse en el piso, puede usar una silla.
El punto más importante en sentarse es mantener el cuerpo erguido, estable y
confortable. El meditador no debe dejar que el cuerpo se incline hacia la
derecha o hacia la izquierda, hacia adelante o hacia atrás, sino que lo
mantenga recto. Cuando el cuerpo se estabiliza a través de la postura adecuada,
la mente también se estabiliza y se calma, y con una mente calmada se puede
emprender la práctica de la concentración mental.
La meditación no depende en ponerse en un loto completo. Si tratas de forzarlo, puedes hacerte tanto daño que no puedes sentarte en ninguna postura. Los practicantes en el occidente no estamos acostumbrados a sentarnos en el piso en una postura de loto. Si lo fuerzas, tu sesión de meditación se vuelve una tortura de dolor y la contemplación de agonía por media hora. El punto es encontrar la postura correcta para ti, una postura equilibrada en que hay un mínimo de incomodidad para que puedas volver la atención hacia adentro sin distracción corporal o mental. Además, involucramos el cuerpo en el proceso de meditar, puesto que todo es un conjunto de cuerpo/mente. Si el cuerpo está tranquilo y equilibrado, la mente se vuelve tranquila y equilibrada y si la mente está tranquila, el cuerpo se vuelve más tranquilo, menos estresado, más descansado, eficaz y funcional durante el día. Por supuesto, la meditación requiere un esfuerzo mental para decidir conscientemente que vas a ignorar los pensamientos y enfocarte en el aquí y ahora atento a la vida a tu alrededor a través de los sentidos. Esto es natural. El problema es que la mente chica no quiere: no quiere tomar el tiempo necesario para sentarse en silencio, no quiere disciplinarse enfocado en este momento sin sus quejas, críticas y comentarios. La mente chica está condicionada con años y años de reacciones a los estímulos a tu alrededor. Has aprendido cómo sobrevivir para conservar este cuerpo. Pero simplemente sobrevivir es poco gratificante. Descubrir quien eres libre de tu condicionamiento es la autorrealización.
Una vez que el cuerpo está erecto, las
manos se colocan en el regazo, la mano izquierda en la palma derecha y ambas
manos descansan cerca del abdomen inferior. Los dos pulgares deben unirse en la
parte superior, formando un círculo vacío. Este círculo representa la luna. El
símbolo del vacío, mu. El círculo significa que durante la meditación,
mientras que las manos están vacías, la mente también está vacía. Nada se
sostiene en las manos, nada se sostiene en la mente. La mente se mantiene
vacía. Un meditador no piensa en el pasado y el futuro, no se preocupa por el
mundo externo, sino que se sienta en meditación consigo mismo aquí y ahora. Si
se medita solo, los ojos pueden mantenerse parcialmente abiertos, mirando hacia
abajo a una distancia de unos tres pies. Si la práctica es con un grupo, es mejor
cerrar los ojos para evitar la distracción. La lengua debe tocar la parte
superior de la boca para evitar la salivación excesiva.
Los
dedos pulgares forman un círculo que representa la luna, un símbolo de la
iluminación en la cultura del Oriente. También representa el círculo del zen, el
que Seung Sahn explica como la práctica desde 0º hasta 360º pasando a través de
los puntos que representan el principiante con mente dualista, la práctica, la
vacuidad, la libertad y la autorrealización del bodhisattva como Buda en acción
en la vida con compasión y sabiduría al salvar a todos los seres del universo
del sufrimiento de duhkha. Otro símbolo del círculo formado con nuestros dedos
pulgares es mu, la vacuidad, shunyata. Hay
un kong-an que te pregunta, ¿qué significa mu? La respuesta no reside en
las palabras que acabo de mencionar, sino más bien en la realidad de mu
libre de la mente dualista, los pensamientos discriminativos y los conceptos
racionales. Contemplar mu con tu maestro es un medio hábil que puede
despertarnos a nuestra verdadera mente antes de lo conceptual. En cuanto a los
ojos abiertos o cerrados, sin distractores exteriores, es mejor mantenerlos
medio abiertos para que se mantenga la consciencia presente y natural. Sin
embargo, si te encuentras agitado por la bella cara frente a ti, mejor
cerrarlos. Estamos intentando eliminar la mayoría de las distracciones posibles
para que experimentes la mente calma lúcida de tu naturaleza búdica. No
necesitamos complicarlo añadiendo atracción sexual en medio de la sesión de
meditación.
Lo más importante en la meditación es mantener a la mente bajo control, para que pueda volver a su condición natural de calma y tranquilidad. Para regular la mente, el primer método y el más efectivo es la conciencia de la respiración. Respirar en la tradición Zen difiere de la respiración yóguica, donde el meditador respira profundamente y retiene el aire durante largos períodos de tiempo. En el Zen, todo es natural. El meditador simplemente respira y exhala ligeramente y de forma natural, pero permanece consciente de su respiración. No permite que su mente divague aquí y allá. La ata al aquí y ahora de la existencia presente. Cuando termina un ciclo de inhalación y exhalación, al terminar exhalando, ahí se cuenta uno; cuando termina el segundo ciclo, se cuenta dos, y así sucesivamente, hasta diez. Luego se cuenta hacia atrás de diez a uno. Este método es muy simple. Pero no es fácil de practicar. A medida que practicamos, muchas veces encontraremos que la mente se está alejando de su objeto. Es posible que nos encontremos contando: "Uno, ¿qué hora es? Dos, ¿qué voy a hacer mañana? Tres, ¿cuál es la mejor manera de ir a casa esta noche? etc." Cuando la mente va a la deriva, la persona simplemente debe dejar de lado todos los pensamientos irrelevantes y enfocar su atención de nuevo en la respiración, simplemente inhalar y exhalar plenamente consciente de lo que está haciendo. Simplemente contar y respirar - no hay nada más.
La meta de
este ejercicio es soltar todas tus metas. No estamos enfocando en la
respiración para enorgullecernos en lograr el conteo perfecto de la
respiración. No hay medallas de oro en realizarlo bien. Más bien, estamos
entrenando la mente para que suelte sus deseos y expectativas del futuro.
Estamos aprendiendo cómo vivir en la plenitud del presente, experimentar la
dulzura quieta de nuestra naturaleza y darnos cuenta de que esta mente es
inherentemente libre, completa y equilibrada. Esta mente auténtica es
innatamente compasiva, sabía y benevolente. Cuando meditamos, tenemos la
oportunidad para prestar atención a todo lo que obstaculiza esta mente original
y así dejar de perpetuar nuestra idea falsa de un yo limitado. No requiere
ningún logro especial. Come cuando tienes hambre y acuéstate cuando tienes
sueño. La mente sencilla y natural es la mente original antes de lo conceptual.
No tienes que hacer nada más, simplemente siéntate, respira,
y ser tu verdadero sí mismo. Esto es un buda.