Capítulo 5.0. Teoría de Karma y Budismo Zen
Ven. Dr. Jinsim Hyoenjin
28/NOV/2021
En la tradición Zen, especialmente en la vida monástica, solemos apartar periodos de tiempo para una práctica intensiva de meditación. Estos periodos, llamados sesshin en japonés, pueden durar tres días, una semana, tres semanas, tres meses o más. Durante el sesshin, los estudiantes tienen tiempos definidos en los que pueden tener una consulta con el maestro, llamado sanzen, para hacer preguntas al maestro y presentar su comprensión y logros. En la mayoría de los casos, cuando el estudiante presenta su comprensión, el maestro contesta: “No, sigue practicando.” Tiene que decirlo, porque si dice que sí, entonces eso es todo, ya no hay nada más. Tiene que decir no para motivar a sus estudiantes a seguir practicando. Si uno no entiende el método del Zen, se desanimará y se renunciará, quizás para nunca volver. Pero si entiende esta técnica, no se desanimará, sino continuará con su práctica con una determinación todavía más fuerte. La respuesta "no" que le da un maestro Zen no necesariamente indica rechazo; es más bien una forma de animar al estudiante a que siga adelante, que intente más.
Sólo hay un tipo de graduación en el Budismo Zen, y eso es realización de la Iluminación Suprema, cuando nos convertimos en Budas. Pero, a pesar de que tenemos una naturaleza búdica, no es fácil convertirse en Buda. Es difícil no sólo para nosotros, sino también fue difícil para Buda. El mismo Buda dijo: "En el universo no hay un pedazo de tierra tan pequeño como un grano de mostaza, donde no haya sacrificado mi vida o no haya enterrado mis huesos." Es difícil imaginar cuántas vidas reencarnó el Buda en este universo, cultivando su sabiduría y su virtud para lograr la budeidad. Innumerables veces, no solo en el pasado, sino también en esta vida, se dedicó a practicar por seis años y cuarenta y nueve días. Bodhidharma también practicó por nueve años después de llegar a China. Con respecto a esto, los varios maestros Zen sugieren que, si se considera la mente como un espejo, "ten cuidado de mantenerla limpia siempre, y no dejes que el polvo se acumule en ella". En otras palabras, sugieren que el estudiante zen practique diligentemente todos los días; nunca atajo, nunca darse por vencido, pero seguir adelante.
las cuales son el único sustento del maestro.