“Samadhi del Espejo del Tesoro Precioso”: Parte 1
Introducción: LAS 5 ETAPAS DE LA PRÁCTICA ESPIRITUAL
Ozmo Piedmont, Ph.D.
En su libro BUDDHA RECOGNIZES BUDDHA, Rev. Maestro Daishin Morgan, un discípulo de Rev. Maestra Jiyu-Kennett, la fundadora de nuestro Orden de Contemplativos Budistas, describe las 5 etapas de la práctica espiritual como se presentan en una escritura muy importante a nuestra tradición del Budismo Zen Soto, que se llama “Samadhi del Espejo del Tesoro Precioso”, escrito en el siglo 9 de nuestra era actual por el Maestro Tozan. Utilizando el simbolismo poético del espejo, se trata de una descripción del Absoluto en relaciona con lo relativo, o sea, la relación del individuo con el Buda Cósmico. En su análisis, Rev. Maestro Morgan nos aconseja que no debiéramos intentar de identificarnos en dónde estamos en esta serie de etapas, puesto que las 5 etapas todas están funcionando del principio de nuestra práctica, con unas funcionando más que otras, además del hecho de que en “Las Reglas de la Meditación”, Dogen dice que esta práctica no es algo hecho en etapas, que es simplemente la puerta legítima a la paz despreocupada. Zen es una disciplina de iluminación instantánea, o más bien, desde el comienzo de la práctica de la meditación, se expresa directamente la mente de nuestra naturaleza búdica, la iluminación en sí. Sin embargo, tenemos que practicar continuamente para darnos cuenta de esta Realidad y como se aplica a nuestras vidas. Las cinco etapas del desarrollo espiritual son: 1. LO ABSOLUTO LLAMA A LO RELATIVO; 2. LO RELATIVO RESPONDE A LO ABSOLUTO; 3. LO ABSOLUTO Y LO RELATIVO SE ENCUENTRAN; 4. LO ABSOLTUO SOLO; and 5. EL RETORNO AL MUNDO.
1. LO ABSOLUTO LLAMA A LO RELATIVO
La primera etapa se trata del descubrimiento de la necesidad de practicar espiritualmente para superar el sufrimiento. Se comienza a mirar adentro, dándonos cuenta de que somos responsables de nuestros problemas. De alguna forma, tenemos que encontrar una manera de vivir mejor, y estamos abiertos ya a cuestionar todo, y más importante todavía, buscar ayuda. Nos damos cuenta que quizás estábamos equivocados en nuestras conclusiones y las formas en que lo hemos llevado a nuestras vidas. Si me he equivocado en el pasado, puede ser ya el momento oportuno para dejar atrás mis opiniones e ideas personales, estando listo ahora a recibir consejos de otros, incluyendo la sangha, un maestro, y El Universo en sí, para encontrar la paz. En su fondo, es la lección de cómo amar sin deseo. Es además la lección de que todo lo que estamos buscando en la vida se puede encontrar aquí mismo, dentro de nosotros mismos, justo en este presente. En vez de buscar varias pruebas de que el Infinito existe, ya estamos listos a recibir La Verdad directamente en nuestros corazones, y escuchar el llamado de lo Absoluto.
2. LO RELATIVO RESPONDE A LO ABSOLUTO
En la segunda etapa, uno se compromete a practicar, siguiendo el Sendero Óctuple y con la intención de poner en práctica Los Preceptos. Ya estamos activamente en el camino para estudiar las causas del sufrimiento y aprehender como eliminarlas. Comenzamos ya a hacer el bien y no aferrarnos a la codicia, el enojo, ni la confusión. Esta etapa puede ser muy larga, a veces llamado como “la larga pequeñez.” Es todo el período en que hay que enfrentar todas las dudas, los patrones de errores, y la resistencia a cambiarse de nuestros hábitos dañinos y condicionados en la vida cotidiana. Muchas veces nos distraemos con sustituciones al estudio verdadero por empeños menos provechosos, como erudición, intelectualismo, o pedantismo. Pero, eventualmente nos damos cuenta que no hay desviación corta, hay que enfrentarse y hacer el trabajo en lo sencillo y vivido de la vida cotidiana.
3. LO ABSOLUTO Y LO RELATIVO SE ENCUENTRAN
En la tercera etapa, el sentido personal de separación del Infinito se disuelve. El compromiso de seguir el camino espiritual crece todavía más. Se llega a confiar más y más en la compasión y sabiduría como aspectos fundamentales del Universo. Se comienza a ver la naturaleza verdadera de uno mismo, resultando en la experiencia llamada Kensho, lo que puede manifestarse repentinamente o, para la mayoría de practicantes, lentamente sobre mucho tiempo, como una experiencia profunda de la realidad basada en la naturaleza búdica. Ahora las preocupaciones desaparecen. Se llena con gratitud y apreciación. Se experimenta toda aceptación y ecuanimidad. Se llega a no aferrarse a nada, incluso a la experiencia del Kensho. Se encuentra el Yo verdadero, y al mismo tiempo se vacía por completo, sabiendo que no se sabe nada, siguiendo el trabajo de cada día para la eliminación de las causas del sufrimiento para uno mismo y para los demás.
4. LO ABSOLTO SOLO
En la cuarta etapa, se llega a la comprensión profunda del vacío. No hay ya un “yo” chico para saber algo. El Universo se completa en cada momento y en cada instante. Se elimina la codicia y el deseo por completo. Se ve todo como el desdoblamiento de condiciones en el mundo pidiendo respuestas directas de compasión. Se experimenta el “yo” como vacío, sólo haciendo lo que hay para hacer en cada momento. Se percibe la plenitud en todo, la plenitud de la vacuidad.
5. EL RETORNO AL MUNDO
En la quinta etapa, uno comienza a trabajar como un bodhisattva, comprometiéndose al bienestar de todos, expresando la benevolencia a todos. La idea de un yo chico ya se ha desvanecido, y se descubre que todo es vacío y puro. Se hace un esfuerzo para abrazar y valorar a todo el mundo justo como es.
Sabiendo estas 5 etapas de desarrollo espiritual, ya estamos listos a considerar la escritura en sí titulado “Samadhi del Espejo del Tesoro Precioso”. Es un poema escrito para trasmisión de la Iluminación desde el maestro al alumno. Es un poema mostrándonos que el Infinito, o el Buda Cósmico, es dentro de nosotros mismos. La imagen de un “espejo” en el poema representa el Zazen, o la Meditación de Serena Reflexión, como se conoce en nuestra rama de la tradición del Zen Soto. Daishin Morgan dice que no se lo hace el Zazen para lograr la iluminación, sino es efectivamente la mente de un Buda expresándose en este momento presente. No se puede aferrarse a esta mente del Zazen. Solo se puede entregarse a esta mente, la cual es en su fondo la naturaleza búdica. El espejo del Zazen refleja todo como es, reconociendo la individualidad de cada persona, mientras que cada imagen nunca está separada del constante del espejo en sí. De hecho, el espejo es El Absoluto manifestándose como un individuo en el acto de Zazen. El espejo y sus reflejos no son dos cosas distintas, puesto que uno depende del otro, y al mismo tiempo los dos son distintos aspectos del la unidad. La palabra “Samadhi” en el título es un símbolo de la actividad del espejo del Zazen ayudándonos a purificar nuestro karma. La única cosa que se necesita para hacer esto es dejar la codicia, el odio, y la confusión reflejarse en el espejo del Zazen, dejando el espejo hacer todo el trabajo de purificación. Samadhi es el estado en que uno totalmente se lo entrega todo al espejo, incluyendo nuestra codicia, enojo, y confusión, los tres venenos que nos bloquean la experiencia directa de nuestra naturaleza búdica.
En Zazen, todo se refleja en la mente, y usando la atención vigilante, lo observamos sin reacción ninguna, sin rechazar la imagen, ni aferrarnos a la imagen. Esto incluye los pensamientos, las sensaciones, las emociones, y los sentimientos. En el acto de dejar todo entrar en la mente, incluyendo el recuerdo de nuestro pasado , nuestro karma, y nuestro dolor, el hecho de que no nos aferremos ni rechacemos a nada, estamos confiando en el Infinito para rectificar y curar nuestra enfermedad. Se entrega totalmente todo al Absoluto, y lo dejamos al Infinito que nos lleve, que nos limpie, y nos purifique. Luego nos entregamos por completo al consejo del Infinito en nuestras vidas, siguiendo Su consejo guiándonos en lo que es bueno hacer en este momento. Viendo las cosas como son, nos entregamos al Absoluto, y siguiendo el consejo de Aquello, es nuestro trabajo espiritual.
En la Parte II del “Samadhi del Espejo Precioso” se mostrará como lo Absoluto y lo Relativo se encuentran en todo momento, el valor de la fe, y como lograr la superación del sufrimiento resultando en la salvación.
BIBLIOGRAFÍA
Morgan, Rev. Master Daishin. Buddha Recognizes Buddha. Throssel Hole Press: Northumberland, United Kingdom, 2010.
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