¿DE
DÓNDE VIENE EL VIENTO?
Rev. Hyonjin Prajna, Ph.D.
Todo
nace por seguir el viento;
Todo
muere por seguir el viento.
Cuando
descubres de dónde viene el viento,
No
hay ni vida, ni muerte.
Cuando
tienes una respuesta ‘tal cual,’
Ves
la naturaleza a través de ojos espirituales. (Sahn, 2006) [i]
Para
entender este Kong-an, hay que soltar tu mente para que veas lo que en efecto
está frente a ti. Todo surge de condiciones previas, lo que se llama origen
condicionado. Es una gran red de interconexiones en la que cualquier dharma (fenómeno)
nace por influencias previas de otros dharmas, y a su vez, se vuelve una
condición para la formación de otros dharmas por venir. Este proceso es lo que
se mantiene la cadena de karma. Cuando el karma es bueno, nos aferramos al
dharma, y cuando el karma es negativo, lo rechazamos mentalmente. Es un proceso
mental basado en el deliro de que estas percepciones de dharmas son reales.
Pero tanto los dharmas como las percepciones son vacías, puesto que no existen
como cosas permanentes ni reales. Es todo una fabricación de la mente mediante
ideas y pensamientos. Mientras que estamos ignorantes del proceso, sufrimos.
Nuestra práctica espiritual es prestar atención a las ideas y percepciones,
entendiéndolas como irreales y vacías, y así, desenredarnos del karma
involucrado y aliviarnos de la experiencia del sufrimiento. En el poema, Seung
Sahn está expresando...
las tendencias kármicas de origen dependiente como el viento. Estas cosas surgen, como sensaciones causadas por el viento. Nacer y morir son expresiones para decir, lo que tiene un comienzo y fin está vinculado al samsara, el dominio del sufrimiento. Pero este dominio es una creación mental, por tanto, cuando descubres de dónde viene el viento, es decir, cuando descubres la Fuente de estas tendencias, imágenes, fenómenos, y conceptos mentales, entonces se despierta del sueño de ignorancia, víctima de fuerzas aparentemente exteriores. Al despertarnos, se ve las cosas tal cual, o sea, simplemente como son, sin añadir ningún valor adicional. No pienses, no desees, no rechaza nada. Así, el sol brilla, el pájaro canta, la hoja es verde, la flor es roja. No son ni buenos ni malos, son lo que son. Y el Zen está señalándonos como vivir en un mundo libre de las críticas, juicios, y conceptos de la mente. Vivir así, practicar así, continuar despertándonos así, es Iluminación.
las tendencias kármicas de origen dependiente como el viento. Estas cosas surgen, como sensaciones causadas por el viento. Nacer y morir son expresiones para decir, lo que tiene un comienzo y fin está vinculado al samsara, el dominio del sufrimiento. Pero este dominio es una creación mental, por tanto, cuando descubres de dónde viene el viento, es decir, cuando descubres la Fuente de estas tendencias, imágenes, fenómenos, y conceptos mentales, entonces se despierta del sueño de ignorancia, víctima de fuerzas aparentemente exteriores. Al despertarnos, se ve las cosas tal cual, o sea, simplemente como son, sin añadir ningún valor adicional. No pienses, no desees, no rechaza nada. Así, el sol brilla, el pájaro canta, la hoja es verde, la flor es roja. No son ni buenos ni malos, son lo que son. Y el Zen está señalándonos como vivir en un mundo libre de las críticas, juicios, y conceptos de la mente. Vivir así, practicar así, continuar despertándonos así, es Iluminación.
¿Por
qué la gente vive creando su propio sufrimiento, en un infierno de su propia
creación? Se debe al hecho de que las gentes pasan sus vidas enteras esperando
cosas buenas llegar. No se dan cuenta que cuando reciben una cosa buena,
también viene una cosa mala. Es simplemente la ley del universo, el karma. Nada
permanece, todo es transitorio. Cosas buenas vienen, perduran un rato, y luego
desvanecen. Al llegar, estamos contentos. Cuando se van, estamos tristes.
Luego, algo malo viene, y estamos sorprendidos y sufrimos. . Luego va, y
sentimos alivio momentáneo, esperando que nunca más nos vaya a pasar. La vida
es así. Arriba y abajo en la montaña rusa de emociones. Las gentes pasan todas
sus vidas así, en busca de cosas placenteras e intentando evitar cosas desagradables.
Para
practicar la Vía, tienes que soltar esta tendencia humana. Otra manera de
decirlo es volverse sordo, ciego, y mudo, absteniéndonos del hábito de buscar y
evitar, una ilusión basada en la creencia que las cosas exteriores de alguna
forma puedan traer la felicidad. Nos comparamos a otros, pensando ¿por qué
ellos son tan felices y yo no? ¿Qué
defecto malo tengo que no puedo mantener la vida contenta? Somos todas víctimas
de los medios, los que nos presentan con imágenes de gente sonriente y pasándolo
muy bien, puesto que acaban de comprar, conseguir, o lograr algo que todos
quieren: la relación perfecta, la casa grande, el trabajo lucrativo, la ropa de
moda, o el poder o estatus envidiado por los demás. Ninguna de estas cosas es
permanente. Tampoco puedes evitar las cosas desagradables, la enfermedad, la
separación, la despedida, la vejez y la muerte. Es la vida. El desafío es no
hacer nada mentalmente, no discrimines entre malo y bueno, me gusta, no me
gusta, quiero, no quiero. Entonces tu yo verdadero, tu Esencia, se manifestará
naturalmente.
Otra
forma de decirlo es mantener la mente única, la mente de simplemente hazlo. Cuando haces cualquier acción, no
te apegues a tu pensamiento. Mantén la mente clara. Si estás pensando en otras
cosas mientras que estás haciendo una actividad, entonces ni el Buddha puede
salvarte, ya has caído al infierno, a la samsara de dualidad. Entonces, simplemente
hazlo. Cuando realizas una actividad,
hazlo 100%, así no hay sujeto ni objeto, no adentro ni afuera. Todo ya es
único. Tú y el universo no están separados. No hay pensar. Es como en la Biblia
cuando dice: “Estad quietos y conoced que soy Dios.” (Salmo 46:10) Cuando te
vuelves quieto, no estás haciendo nada con la mente separándote del Infinito.
Puedes seguir siempre conectado así a la Esencia. Estar quieto significa mantener la mente quieta, incluso cuando tu
cuerpo está moviendo o realizando alguna actividad. Así, no hay sujeto u
objeto. Cuando la mente está quieta, es la mente búdica de completo silencio. Y
desde allí puedes descubrir de dónde viene el viento. Puedes percatarlo allí
durante cualquier actividad: recitando, sentando, comiendo, hablando,
caminando, leyendo, manejando; siempre con la mente calma, la mente que no
mueve, la mente de simplemente hazlo.
Cuando la mente chica se vuelve la mente
calma-lúcida, es la Mente Esencial de Buddha funcionando en el mundo de acción
ayudando a todos liberarse del sufrimiento.
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