ZEN
POR UN MUNDO COMPLETAMENTE EN PAZ
CHARLA DHARMA 25/ENE/2015
REV. HYONJIN PRAJNA, Ph.D.
“Pacífico de cuerpo, pacífico de
habla y con la mente completamente detenida, el monje que se ha deshecho del
apego al mundo es llamado "completamente en paz."
Los
problemas del mundo, incluyendo guerras, crisis económicas, terrorismo, y
corrupción, pueden eliminarse por la práctica del Zen. Muchos discuten cómo
lograr la paz mundial. Quieren crear paz mundial en el mundo exterior, mientras
adentro mantienen fuertes opiniones mentales basadas en lo que les gusta o no.
Les atraen mucho ciertos ideales y los rechazan otros. Esto crea tanto
conflicto interior, que cualquier esperanza de paz en el mundo se aleja más y
más. No se puede lograr ninguna paz duradera si se basa en lucha, ira,
indignación, y odio. Lo que requiere por la paz mundial es primero una mente de
paz interior.
Si estamos en conflicto interiormente,
entonces se manifiestan los conflictos colectivamente, reflejados como
problemas en la sociedad. Cuando
meditamos, estamos volviendo a nuestro punto primario, la Esencia más allá del
bueno y el malo. Maestro Zen Seung Sahn (2006)[ii] enseñó que todos tenemos
un tremendo poder mental dentro de nosotros que funciona como un imán. No podemos ver su poder, pero si tomas dos
imanes e intentas juntarlos por los dos polos positivos, no se juntan. Siguen
repelándose. Lo mismo pasa con los dos polos negativos. No importa si uno es
más grande que el otro, los dos siguen repelándose. Nuestras mentes son como
imanes. Cuando comenzamos a meditar, no entendemos esta fuerza interior en
nuestro propio centro. A pesar de no ver ni sentirlo, aún está allí. Cuando
estamos en armonía interior, esta fuerza se alinea con la fuerza mental de todos
los demás en el mundo, manifestando
cierta armonía. Pero primero, tenemos que armonizarnos adentro, para que la
armonía colectiva surge.
Nuestra
práctica involucra el cortar del pensar discriminativo, lo que crea la dualidad
de bueno y malo. Tenemos que superar esta tendencia mental. Política, estudios
sociales, y religiones enseñan lo que es bueno según sus creencias, oponiendo
lo que es en contra de sus creencias. Esto cree opuestos, y de esta forma, nada
puede resolverse bien. En cambio, el Budismo enseña que el bueno y el malo no
tienen ninguna naturaleza individual, separada, ni permanente, fuera de su
contexto relativo. Por lo tanto, bueno y malo no importan. En vez de apegarnos
a uno u otro polo de valores, intentemos encontrar el punto primario, o sea, la
esencia en común entre todos nosotros. Según el Buddha, este es el Camino
Medio, lo cual nos permite encontrar nuestro original poder mental, armonizando
la dualidad de bueno o malo.
Es
como un conflicto entre la mano izquierda y la mano derecha. Si a la mano
izquierda no le gusta la mano derecha, y a la mano derecha no le gusta la mano
izquierda, resulta que los dos se pelean. En cambio, si tu centro se vuelve más
fuerte, puedes controlar estas manos izquierda y derecha. Cuando tu centro es
fuerte, bueno y malo desaparecen, revelando tu energía absoluta mental. El
Camino Medio significa que cuando una situación buena surge, conviértala en
algo correcto para los demás. Cuando una situación mala surge, conviértala en
algo correcto para los demás. Es más allá de lo dual de bueno o malo, es el
poder mental desde nuestro centro lo que puede armonizar los opuestos en
beneficio de los demás, eliminando la guerra entre las facciones opuestas.
Meditación
correcta significa encontrar nuestro verdadero yo, nuestra energía mental,
cortando el apego al bueno y al malo. Esto crea ondas mentales esenciales, las
que se conectan con otras ondas,
armonizándolas en ondas universales de energía. Por lo tanto, el pensar
discriminativo es el verdadero problema. Cuando meditamos, estamos
tranquilizando la mente chica para que se vuelva quieta. La mente quieta y
lúcida es la mente esencial. ¿Cómo llegar a la mente quieta lúcida? La
respuesta reside en la mente “no sé”. Si te preguntas: ¿qué soy? No sé. Cuando nací, ¿de dónde vine? “No-sé”. Cuando muero, ¿a dónde voy?
No-sé. Si miras a esta mente no sé en el sentido más profundo, entonces la
mente ya ha desaparecido. La mente no sé corta todo pensara. Cuando se corta
todo pensar, equivale a no-pensar. El no-pensar significa la mente vacía. Y la
mente vacía es la mente antes del pensamiento. Por tanto, antes del pensamiento
ni hay mente. La palabra mente ya es una etiqueta, una palabra describiéndola.
En cambio, cuando aparece el pensar, mente aparece. Cuando mente aparece,
fenómenos (dharmas) aparecen. Cuando fenómenos aparecen, formas aparecen. Y
cuando cualquier tipo de forma aparece, luego sufrimiento, aparece, incluyendo
vida y muerte, felicidad e infelicidad, gustos y disgustos, ir y venir. Pero si
mente desaparece, fenómenos desaparecen. Y si fenómenos desaparecen, formas
desaparecen. Y si formas desaparecen, entonces vida y muerte, bueno y malo,
feliz e infeliz, ir y venir, todo ya desaparece. Cuando todo desaparece, todo
ya es completamente en paz, tanto interior como exterior, lo cual es el único
Camino a la verdadera paz mundial.
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