LAS ENSEÑANZAS DEL LAICO BUSEOL
Charla
Dharma 03/MAYO/2015
Rev. Dr.
Hyonjin Prajna
(Se pega el palo zen)
¡Ha!
¡Es justo
aquí!
No hay nada
lograr.
Deja ir
todo.
No hay nada
rechazar.
¡Hay sólo
Esto!
(Se pega el palo zen)
Érase una vez un practicante laico
llamado Buseol, quien, a pesar de estar casado con dos hijas, logró la
iluminación antes de sus amigos monásticos, enseñándoles lecciones importantes
sobre su naturaleza búdica.
Buseol nació en Korea
durante la dinastía Silla, alrededor del año 610 DC. Tomó sus votos como monje
en el templo Bulguk y pasó más que una década viviendo en la montaña Duryun con
sus hermanos de Dharma Yeonghi y Yeongjo. Después de muchos años de práctica,
los tres salieron para viajar a las montañas Odae. Durante su viaje, decidieron
pasar una noche dentro de la casa de un laico en el camino del distrito
Mangyeong, en el norte de la Provincia Jeolla. Este laico tenía una hija de 19
años, llamada Myohwa, que no había hablado desde su infancia. Al conocer a
Buseol la primera vez, de repente Myohwa, por primera vez en su vida, comenzó a
hablar. Cuando Buseol estaba al punto de despedirse, ella le imploró que se
quedara, diciendo “Por ti, puedo hablar. Si te vas, mi vida no tendrá sentido.
Si no me casas, me mataré el momento que te vayas.”
Buseol se pensó, “¿Qué clase de discípulo sería yo si la abandonara, dejándola morir? Sería una deshonra al Buddha y una transgresión de sus enseñanzas. Lo más importante es salvar su vida. ¿Cómo podría llegar a la Iluminación si no enfrentara los problemas que me surgen?” Así que, por compasión, decidió renunciar su vida monástica para casarse con la hija Myohwa. Tal era su corazón tan grande.
Buseol se pensó, “¿Qué clase de discípulo sería yo si la abandonara, dejándola morir? Sería una deshonra al Buddha y una transgresión de sus enseñanzas. Lo más importante es salvar su vida. ¿Cómo podría llegar a la Iluminación si no enfrentara los problemas que me surgen?” Así que, por compasión, decidió renunciar su vida monástica para casarse con la hija Myohwa. Tal era su corazón tan grande.
Pero
luego, sus dos amigos los monjes le despreciaron por su decisión. Pero Buseol
se quedaba tranquilo y sereno, hablándoles con cariño y sin confrontaciones ni
argumentos. Tal era su compasión y sabiduría. Sin embargo, Buseol pensó que no
podría dejarles salir sin hacer algo para corregir sus actitudes equivocadas.
Así que les enseñó con tres calabazas colgadas llenas de agua, diciéndoles que
las rompieran. Cada monje rompió una calabaza, y su agua cayó al suelo. Luego
Buseol rompió otra calabaza llena de agua, y cuando sus pedazos cayeron al suelo,
el agua se quedó suspendida en el aire en la forma de la calabaza. Los monjes,
asombrados, se dieron cuenta que, por soberbia, se habían equivocados de las
acciones de Buseol, y que la práctica espiritual de Buseol era superior a la
suya. Así que se volvieron sus discípulos.
¿Cuál
es la lección aquí? Nuestro cuerpo físico es como la calabaza rota, mientras
que nuestra naturaleza búdica es como el agua suspendida en el aire. Nuestra
naturaleza se queda siempre tal como es. Nunca se atrapa por nada. También se
puede entender por la historia que no debemos depreciar a nadie, sea como sea
la persona, con o sin sabiduría, con o sin discapacidades, sea una flor o una
roca, siempre debemos tratarles con una sonrisa y una mente bondadosa. Trata a
la gente como si fueran tú mismo. En todas tus vidas anteriores, eras en ciertas
vidas igual a ellos. Por ignorancia actuaste igual a ellos. Son ahora como tú
eras antes. Son tú mismo. Cuando puedes tener compasión y amor por todos, sin
prestar atención a lo que son o quiénes son, habrás puesto el primer paso en el
camino de realizarte como un Buddha, y serás libre.
En
el siglo 7° DC, el sexto patriarca Huineng dijo:
“¿Quién hubiera pensado que mi
naturaleza es intrínsecamente pura? ¿Quién hubiera pensado que esta mente
fundamental es inherentemente provisto de todo? ¿Quién hubiera pensado que esta
mente es tan completamente inmovible? ¿Quién hubiera pensado que esta mente
recibe todo y envía todo?”
La pura Naturaleza intrínseca es
nuestra mente fundamental. Cuando dice que es inmovible, está diciendo que la
mente fundamental es perfectamente completa tal como es. Diciendo que la mente
recibe y envía todo significa que la base del universo entero está conectada a
nuestra mente fundamental, y que todo en el universo funciona conjunta e
inseparablemente. Todo está conectado a la mente fundamental de cada otro ser
humano, todo en el universo funciona como una unidad. Despiértate al hecho de
que tu naturaleza ya es intrínsecamente pura, tu mente es inherentemente
completa y que puedes enviar y recibir todo por la mente. Nadie puede quitarte
esta naturaleza, ni puede entregártela. La mente funciona de una forma no-dual,
conectada a todo. Cuando cada mente chica funciona con todas las otras como
una, esto es Mente Única. Todo depende en cada otra cosa para mantener el
universo. Sin yo, otros no existirían, y sin otros, yo no existiría. La Mente
me guía en cada momento de mi vida, y al mismo tiempo, es el fundamento del
universo entero. Confía todo a esta Mente, entrégala todo. No te preocupes. Todo
saldrá bien.
Favor de considerar una aportación a nuestra sangha. Gracias.
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