"NADEAR":
El acto Intencional de No-Hacer Absolutamente Nada
Charla Dharma
29/MAYO/2016
Rev. Dr.
Hyonjin Prajna
“El
Zen no te dará nada, puesto que ya eres Nada.”
Rev. Hyonjin Prajna
Andre Doshim Halaw, en su libro Dios es Nada, sugiere una nueva palabra
para indicar lo que hacemos en la meditación para despertarnos a la Verdad:
NADEAR, la cual es una práctica diaria y continua de conscientemente no hacer
nada, primero sentándose en el silencio para re-alinearnos con Nada, la que es
el Origen de todo, y luego, desde el silencio de este no hacer, “nadeamos”
conscientemente por el resto del día en toda actividad, actuando desde este
Origen fundamental, o sea, La Nada.
Esta actitud es lo mismo como, por
ejemplo, descubrir en el hatha yoga la libertad dentro de los límites de las
asanas, o las posturas y los movimientos de una práctica milenaria creada para
re-conectarnos con lo Absoluto. No se practica yoga para lograr algún cuerpazo
bello ni para destacarse como un yogi con mucha destreza, aunque sean efectos
secundarios de la práctica. Pero si estos efectos secundarios son el objetivo
del yoga, de hecho, re-fuerzan el ego, y por consiguiente, el sufrimiento. Se
practica yoga nada más y nada menos que para encarnar a Dios, o sea,
despertarse a la Verdad inherente de todo y todos. Los hindúes llaman este
despertar moksha, liberación.
Igualmente, Zen nos libera cuando descubrimos el no hacer dentro del hacer, o
sea, cuando “nadeamos” sentados y moviéndonos en la vida cotidiana.
No obstante, el problema es que nos
confundimos el no hacer en la vida cotidiana con la percepción de las cosas y
fenómenos que nos rodean. En el Sutra Shurangama se lee:
“Ananda,
todavía no has entendido que los objetos que percibimos son irreales e ilusorios.
Son sujetos al cambio, apareciendo aquí y allí y desapareciendo aquí y allí. No
obstante, estas ilusiones, cada una con su denominación tradicional (su nombre,
idea, concepto o etiqueta), son de hecho
dentro de la iluminación maravillosa esencial.
Aquí, se puede entender el término “la iluminación maravillosa esencial”
como un sinónimo de la Nada fundamental. Estamos, entonces, apegados a las
ilusiones de objetos que percibimos como reales, incluso nuestros cuerpos, y
así, imaginamos un ego y un mundo vacío como algo real y permanente. Pero todos
los fenómenos, junto con las percepciones, ideas, y sensaciones que generan,
son pura ilusión:
Es una
ilusión que llegan a ser cuando las causas y condiciones están presentes, y es
una ilusión que dejan de existir cuando las causas y condiciones están
ausentes. Simplemente no lo has entendido que, fundamentalmente, todo lo que
viene y va, llega a ser y deja de ser, es dentro de la naturaleza verdadera del
Matriz del Tathagata, lo que es la comprensión eterna y maravillosa – la
maravillosa talidad de la realidad inamovible y omnipresente.
Tathagata, un nombre del Buddha, significa el “Así Venido,” o sea, “El
Así Es de Este Momento Preciso,” es decir la Talidad, la Matriz de todo ser, la
Nada de la cual todo surge, la que es antes de la dualidad del ser/no-ser. Esta
talidad no puede reducirse a un fenómeno, no se puede decir que no existe
tampoco, porque es el Origen de todo, la Matriz creativa y potencial del
universo entero. El problema es, si la buscas, no la puedes encontrar:
Pero, a pesar
de que buscas dentro de la realidad eterna del Matriz del Tathagatha lo que
viene y va, la confusión y el despertar, y lo que llega a ser y lo que deja de
ser, no lo encontrarás en ningún lado.
Cualquier
concepto o idea no lo es, cualquier cosa que puedes saber de ella no lo es. Los
que no entienden este Nada fundamental, perciben cosas como algo real, como si
de veras vengan y vayan, y que hay algo como confusión e iluminación, renacer y
muerte. Pero al entender la Verdad de la Mente Eterna, puedes reconocer tu
propia naturaleza fundamental, o sea, Nada. Entonces dejas de ser engañado por
las apariencias de los fenómenos, y entonces la ilusión de que existen o no existen ya
acabará. Por lo tanto, dejas de poner tanta creencia en tales conceptos como la
confusión de samsara o la iluminación del Nirvana, nada nace nada muere, nada
existe, nada no-existe, porque todo es Nada, como en el Sutra del Corazón,
forma es vacía, vacía es forma, igual a decir, Dios es Nada, y Nada es Dios. Pero si tratas de encontrar, ver o percibir
esta Nada, o Dios, es garantía que vas a fallar, porque no es algo fuera de ti
mismo. No puede ser un objeto de percepción.
Más bien, la
única manera de despertarse a la Nada es directamente experimentarla mediante
el no-hacer, es decir, sentándose en el silencio de la meditación.
Meditación, sentándose quieto y sin
hacer nada, es la cosa más importante que podemos hacer. Es encarnar divinidad
con nuestros corazones, mentes, y cada centímetro de nuestros cuerpos…Dios es
silencio. Siéntate quieto y dátelo cuenta. (Halaw, 33)
La Nada de
nuestra naturaleza no es conceptual, no es perceptible, es totalmente vacía de
características o cualidades. El momento que pensamos que la hemos captado, así
la hemos perdido, ya que simplemente nos hemos generado una idea de ella. Sin
embargo, cuando nos sentamos en meditación, nos “nadeamos” de todo concepto, vaciándonos de toda idea de lo que
somos o lo que es el mundo. Luego, tenemos que soltar incluso la idea de vaciarnos,
para que no nos apeguemos a ninguna idea de lo que sea la Nada. Recordando el estilo del Sutra del Diamante,
podríamos simplemente decir, "No somos
nada, por esto somos Nada." No somos ninguna idea. No somos la idea de no
idea. Cualquier idea es un obstáculo al despertar a la verdad y la liberación
del sufrimiento. Buda se despertó a la Nada, y la llamó Nirvana, el cual significa “extinción”. Lo que se extingue es la idea, junto con la creación del
ego. Nada nunca puede ser reducida a un objeto de percepción, por lo tanto, es
siempre puro y sin comienzo o fin. Por eso, mejor contemplar Nada con el hwadu,
¿Qué es? La respuesta no puede ser
una palabra, una idea. Más bien, es
nuestro verdadero hogar, nuestro refugio y nuestro verdadero nombre, la oscura,
silenciosa, vacío de lo desconocido, la verdad antes del entender: Nada.
Obras Citadas
Halaw, Andre
Doshim. God is Nothingness: Awakening to
Absolute Non-being. Kindle edition. 2015
The Shurangama Sutra: A new
translation. Buddhist Text Translation Society. 2009.
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