HWADU PARA GENERAR DUDA
Charla Dharma
05/ENE/2018
La Práctica de Hwadu…”no
es un salto intuitivo instantáneo a la sabiduría trascendental sino un proceso
gradual, de maduración, poco a poco, que requiere la transformación tanto
cognitiva como somática.”[1]
Hay tres maestros zen en la tradición zen coreana que nos
han dado enseñanzas muy claras sobre la práctica del hwadu en la vida cotidiana:
Songdam sunim (b. 1929), Seongcheol sunim (1912-1993) and Subul sunim (b. 1953)
Songdam Sunim: Observar
la duda y no la pregunta.
Songdam Sunim recibió su certificación de inga, un reconocimiento
oficial por su maestro de su iluminación. En su práctica siempre afirmaba que
la práctica meditativa sobre un hwadu comienza y termina con la duda con “palabras
vivientes.” O sea, hay que observar profundamente la duda en sí con respeto al
hwadu hasta que la duda se vuelve tan seria y profunda que desborda el corazón
y llena el universo entero. Precisa que
se genera la duda basada en la pregunta del gong-an, expandiéndola hasta el
punto máximo por medio de la observación intensiva de la duda. Sin embargo, los
practicantes no deben observar la
frase crítica (la pregunta) sino más bien la
duda en sí surgida por la frase crítica. Se puede preparar la mente con
conteo de respiraciones en el Tanden, luego se coordinar la respiración con el
hwadu “¿Qué es esto?”
Se puede rastrea los orígenes de este método al encuentro
entre el sexto patriarca Huineng (638-713) y Nanyue Huairang (677-744).
Recomienda que se retiene la respiración 3 segundos, preguntando “¿Qué es
esto?” mientras se exhala, luego se inhalaa otra vez con la sensación anterior
del anterior “¿Qué es esto?”, después se retene respiración de nuevo otros tres
segundos, al exhalar con otro “¿Qué es esto?”. Cuando se puede realizar bien
“¿Qué es esto?”, sin distracciones, en cada respiración, se puede reducirlo a
cada otra respiración, luego cada cinco respiraciones. Finalmente se
puede preguntar sólo una vez “¿Qué es esto?” al principio del día para generar
la duda. Esta generación de duda nos protege de la enfermedad Zen: “sangki”, la
cual es un subir anormal de energía hacia el cuerpo superior y la cabeza. Por
eso, se recomienda que nunca se debe recitar el hwadu como un mantra. Cuando el
hwadu surge automáticamente, mientras se come, se usa el baño, se duerme soñando
o sin sueños, de repente, se logra…la gran
iluminación de amplia penetración
(comprensión profunda, insight, darse cuenta profunda, realización). Se aprecia
que es un proceso gradual, paso a paso, en etapas, revelando luego iluminación
súbita, comparada al romper de una olla de agua, lo cual revela el despertar
final, repentina e instantánea.
Seongcheol Sunim: Observar
el contexto y duda constante
A pesar de haber logrado la experiencia de despertar repentino,
Seongcheol Sunim practicó 8 años más en la meditación sentada, sin acostarse
día y noche. Dijo que la clave para el éxito es estimular la duda mediante la
observación del contenido del
Kong-an. Esto entonces nos protege de dos aspectos de la enfermedad espiritual:
1. La trampa de sólo observar la mente tranquila y pasivamente, lo cual resulta
en “quietud,” (El apego al silencio y el estado de sentirse bien). 2. La
tendencia de distraer la mente a causa de seguir los objetos sensoriales exteriores.
Para prevenir estas enfermedades, hay que incluir otra frase en la
contemplación del hwadu. En vez de sólo “Qué es esto?”, ya se contempla:
“¿Qué es esto, el que ni es la mente, el
Buda, ni una cosa material?”
La frase adicional es indispensable, puesto que se ahora
muchos meses y años de esfuerzo extraviado sobre el cojín de meditación
prestando atención a varios estímulos sensoriales y fenómenos surgiendo del
estado de quietud, o incluso siguiendo experiencias sensoriales exteriores.
Además recomienda otra forma útil: el uso del “mu 無”, el cual significa literalmente en coreano y
japonés “no tiene” o “no existencia.” Recomienda que, al meditar en el hwadu,
siempre se usa la pregunta adicional, “¿Por qué?”. Se puede decir, “¿Por
qué mu?” o más bien, “¿Por qué el maestro Zhaozhou dijo, ‘mu’?” El maestro
aclara que si la frase para la contemplación no es en la forma de una pregunta,
no produce un estado de cuestionarse, explorar, investigar y penetrar. Por
tanto, añadir la parte de “¿por qué?” es absolutamente necesario para prevenir
la desviación errónea del camino de práctica. De verdad, no se puede investigar
el hwadu “¿Por qué el maestro Zhaozhou dijo mu?” sin examinar además su contexto del Kong-an.
Cómo otros maestros, menciona que hay tres obstáculos en
esta contemplación del hwadu: 1) Caerse en quietud, 2) Creer equivocadamente
que te has iluminado cuando no lo eres, y 3) Apegarse al cuerpo y poner
demasiado esfuerzo en ejercicios de respiración. Sin embargo, cuando una alumna
declara que hay logrado la solución al hwadu, sugiriendo que ha logrado la
iluminación, el maestro hace tres preguntas para examinar el nivel de
iluminación del practicante: 1) ¿El practicante puede contemplar su hwadu
constantemente (experimentar la duda) con o sin moverse? El hwadu no debe
fluctuar sólo por realizar actividades mundanas. 2) ¿El practicante puede
contemplar su hwadu constantemente (experimentar la duda) incluso mientras que
está acostado, durmiendo con sueños? 3) ¿El practicante puede contemplar el
hwadu constantemente (experimentar la duda) incluso cuando está acostado, durmiendo
sin sueños?
Esto demuestra que la iluminación se basa no sólo en la
habilidad de resolver la pregunta del Kong-an con la respuesta correcta, sino
además la contemplación del gong-an bajo más y más sutiles estados de
consciencia antes de la experiencia de iluminación. El Kong-an no debe
considerarse como un acertijo que se necesita resolver o contestar
correctamente, por lo tanto, no se necesita entrevistas (dokusan) con el
maestro muy a menudo, simplemente la disciplina y el compromiso constante a la
práctica.
Subul Sunim: Observar lo corporal y soltar la pregunta
Este maestro se dio cuenta que los
practicantes fallaban en la contemplación del hwadu puesto que no estaban
“enganchados” correctamente con la duda adecuada. Hay que buscar la respuesta al
Kong-an sin repeticiones internas de la pregunta. No se puede “exprimir” la
duda al repetir el hwadu una y otra vez. Al entender el contexto del Kong-an y
su pregunta, simplemente soltar la
pregunta por completo y sólo buscar
la respuesta, así que la duda surge más rápida y fácilmente. Se puede
meditar en el hwadu junto con los pensamientos ilusorios surgiendo por la
mente. Al generar la duda, las distracciones mentales naturalmente cesan. Al no
repetir la pregunta continuamente, les empuja a desconectar del lado conceptual
y lingüístico de la mente. Es como cuando estás tratando de recordar una palabra,
pero no puedes, aunque está justo al punto de la lengua.
Al mismo tiempo, el maestro afirma
que hay que cultivar y experimentar el hwadu a través del cuerpo entero. Pone gran énfasis en la dimensión corporal. Cuando se manifiesta la duda,
normalmente está mezclada con ciertas sensaciones
fisiológicas: querer saber, sentir inquietud, una sensación sofocante. Es
como una persona con la garganta seca desesperadamente buscando agua. Aunque no
puedes encontrar la respuesta, sigues buscando hasta el final. La sensación de
duda es tan intensa que se siente al punto de morir, una sensación de ahogo en
la garganta y sentirse que la muerte está cerca y estás encerrado dentro de una
prisión. No hay escape hasta que encuentres la respuesta. No puedes sentarte,
ponerte de pie, ir o venir, todo es una bola de duda, entonces de repente, EL DESPERTAR…el que significa “El cuerpo se siente más ligero que una
pluma, y la mente está completamente vacía, como si no hubiera ningún comienzo
ni fin, no hay nada más que una sensación fresca y refrescante.” El
maestro, al examinar la validez de la experiencia, no se basa en si la persona
ha encontrado la respuesta correcta, sino más bien se la considera la
naturaleza de la experiencia de la alumna antes de la penetración (realización,
comprensión). Así que, la práctica no es
un salto intuitivo a la sabiduría transcendental, sino un proceso gradual, poco
a poco, de maduración que requiere la transformación tanto cognitiva como
somática.
[1] “Experiencias Graduales de la
Iluminación Súbita: Las variedades de las enseñanzas de Ganhwa Seon en Corea
Contemporánea” por Ryan Bongseok Joo.
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