La Mente del
Bodhisattva:
Relación e Interdependencia
Charla Dharma 29/JUL/2018
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna
La sobrevivencia de la humanidad
requiere el despertar a una nueva conciencia de unicidad, una conciencia basada
en el hecho de que no hay separación entre uno y los demás. Nuestra existencia
en este planeta depende en nuestra capacidad de transformarnos desde individuos
aislados e ignorantes, a seres interdependientes y protectores de todos los
otros seres del mundo. Requiere que nos demos cuenta de que mientras
funcionamos con violencia, ira y codicia, todos sufrimos, todos estamos en
peligro de extinción. Sin embargo, al
ser conscientes de nuestra relación e interdependencia con todos en el mundo,
hay una posibilidad de superar los desafíos de calentamiento global,
sobrepoblación, guerras atómicas, contaminación y destrucción del medio
ambiente. Lo que requiere en este momento no es nada menos que una revolución
total. Pero no es una revolución violenta y agresiva, sino una revolución de
conciencia. Lo que requiere es que cada uno de nosotros tomemos responsabilidad
de nuestro rol en el mundo desarrollando la mente del bodhisattva, la mente de
autoconciencia y autocontrol, la mente de paz y compasión, la mente que
reconoce que no hay separación entre tu, yo, y los demás. Somos todos parte de
una gran familia de amigos, y esta familia necesita amor y atención.
La vida budista es
activa en el mundo basada en nuestro lema, “¿Cómo puedo ayudarte?”. Un budista
practica para descubrir su verdadero ser de la naturaleza búdica, la cual no es
la mente desviada, distraída, temerosa o molesta. No es la mente criticona,
chismosa, prejuiciosa, o agresiva. No es la mente que se preocupa del pasado o
futuro. Nuestro verdadero ser es la mente equilibrada, armoniosa, calma y pura.
Es la mente que entiende su relación con los demás y toma responsabilidad por
el bienestar, salud, y protección de todos. Esta mente verdadera entiende que
nadie puede existir aislado y separado de otros. No somos islas en un mar de
soledad. Somos partes dinámicas de toda una red de interconexiones, como los
billones de nervios y células en un gran cerebro. Si uno no realiza su trabajo,
el resultado es bloqueo, cáncer, y muerte. Pero si toda célula cerebral realiza
su parte, la flor de loto de conciencia se abre, y el mundo de nirvana se
manifiesta, el mundo de paz y dicha.
Entonces, ¿cómo ser un
bodhisattva? Comenzar por calmar la
mente y luego darte cuenta de que todos somos interconectados, extensiones el
uno con el otro. Al calmar la mente, por medio de la meditación, la disciplina
y la ética espiritual, se puede experimentar el amor innato de nuestro ser.
Luego este amor se extiende en todas las direcciones hasta incluir el universo
entero. Entonces, la mente calma y
lúcida, presente y armoniosa, revela amor propio y el amor universal, porque si
no puedes amarte a ti misma, no puedes amar verdaderamente a otros. Amar a
otros requiere responsabilidad y esfuerzo para vivir juntos en el mundo como
familiares y amigos. Un budista despierto a su propia naturaleza búdica
reconoce que la salud del planeta, la sobrevivencia de la especie humana
depende de la paz mental, la que crea la paz de individuo, la cual impacta la
paz de la familia, la comunidad, la sociedad, la nación, y finalmente el
planeta entero. La paz mental implica ahimsa, el término enseñado por Gandhi
que significa no-violencia. El Buda enseñó que una verdadera paz jamás se basa
en ira, terror, y guerra, ni con agresión u opresión. Sólo se puede cortar el
círculo de odio con el poder de amor, tolerancia, compasión mutua y respeto. A
menos que eliminemos el odio y la violencia mental, no podremos jamás eliminar
el odio y la violencia en el mundo de una forma duradera. Por eso, presta
atención a tus pensamientos e ideas violentas y negativas. Allí es tu primera
responsabilidad. Al soltar las ideas discriminativas, la paz y la compasión se
revelan, extendiéndose a nuestros compañeros los humanos, animales, y la
naturaleza a todo nuestro alrededor. El bodhisattva es el que se da cuenta que
todos somos uno. El bodhisattva es el que desarrolla una conciencia planetaria
basada en comprensión, respeto, y responsabilidad.
Un bodhisattva se da
cuenta de lo que otros necesitan para su bienestar. Al identificarse con otros,
entender su perspectiva, podemos entonces cuidarles bien. Somos parte de una
gran familia que incluye cada individuo, cada sociedad, cada nación, cada
animal, cada roca, planta, insecto y organismos en todo nuestro planeta. Al
entender lo que nuestra familia necesita para su bienestar, nos resolvemos a
cuidarla, absteniéndonos de contaminar, usar los recursos con sabiduría, y
tratar a otros como nos tratamos a nosotros mismos. Como Buda dijo, es tratar a
otros como una mamá ama y cuida a su propio hijo e hija. Así que, los tratamos
con respeto y consideración, una reverencia que toda la naturaleza es vida milagrosa,
toda vida es sagrada, y que todos merecemos ser felices. Respeto implica
honestidad. Somos honestos con nosotros mismos y con otros. Ser un bodhisattva
requiere responsabilidad, que incluye un trato a otros con compasión y
benevolencia. Tratamos a otros con habla amable, ayudándolos cuando lo
necesitan. Somos imparciales y sinceros con ellos. Ser un bodhisattva es tratar
a todo el mundo como nuestros mejores amigos, protegiéndolos y su propiedad,
dándoles refugio en tiempos de peligro, y no los abandonamos en tiempos
difíciles.
El planeta está pasando
por tiempos difíciles, tiempos de mucho peligro. No lo abandones. Protégelo. Cuídalo. Trátalo
como a tu propia familia, como a tu propio hijo e hija. Libértate de la
violencia interna, así que te liberas al mundo entero. Ser amable con otros.
Trátalos con respeto. Ábrete a su sufrimiento, tanto los humanos como los
animales. Comprométete a ayudarlos todos, porque son todos aspectos y
extensiones de ti mismo. Si puedes vivir así, eres un verdadero budista, el que
realiza el trabajo como un bodhisattva. Los bodhisattvas son responsables en su
trato con otros que incluye respeto, consideración, protección y apoyo.
Despertarte a tu verdadero ser es despertarte a tu relación al mundo, y eso es
Nirvana.
Bibliografía
Thich
Thien-An. (1975). Zen Philosophy, Zen Practice. Dharma Publishing: Berkeley, CA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.