MEDITACIÓN BUDISTA ZEN

VEN. DR. JINSIM HYOENJIN: arzobispo y maestro guía de la sangha Meditación Budista Zen, recibió Transmisión el 27 de marzo 2021 e Inga el 16 de julio 2017, y recibió los 250 votos del Bhikshu (monje) el 22 de julio 2016 por el Ven. Dr. Wonji Dharma.

Ven. Jinsim Hyoenjin es originalmente de Kansas City, Missouri, USA y ha vivido en Guadalajara, México desde 2000. Tiene más de 45 años experiencia en meditación, dos maestrías (psicología y estudios budistas), y un doctorado de Psicología Oriente-Occidente investigando métodos de meditación en las tradiciones espirituales del Oriente.

Ven. Jinsim Hyoenjin imparte clases, conferencias universitarias, charlas Dharma, retiros y talleres sobre el buda-dharma además de citas individuales para orientación y estudio personalizado.

Un arzobispo (maestro zen superior) es un obispo que, habiendo recibido Inga y Transmision de Dharma, preside varias diócesis en una gran región. Este puesto incluye algunas responsabilidades de supervisión tanto de las diócesis como de los obispos de esa región. Un arzobispo sirve como guía o instructor en asuntos religiosos; y a menudo es el fundador o líder dentro de una Orden. Además, el Colegio de Arzobispos actúa como un Consejo Rector igualitario para la Orden Zen de las Cinco Montañas.
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lunes, 9 de noviembre de 2020

EL SUTRA DEL ESTRADO Clase 11: El Paraíso Occidental 08/NOV/2020

 



EL SUTRA DEL ESTRADO

Clase 11

El Paraíso Occidental

Charla Dharma 08/NOV/2020

Ven. Dr. Hyoenjin Prajna



Érase una vez una ciudad maravillosa con seis portones protegiéndola. En medio de esta ciudad vivía un rey con varios ministros sabios apoyándole. Un día el rey recibió noticias desde más allá de la montaña de unos enormes dragones y demonios que iban a atacar el reino, causando mucha destrucción, muertes, y sufrimiento. El rey se dio cuenta de que todo su reino estaba en peligro. Por tanto, decidió emprender un viaje peligroso para enfrentar aquellos monstruos, destruirlos y liberar a sus gentes de la maldad amenazándolas y así restaurar la paz a su reino. Pero no iba a ser fácil, puesto que tendría que cruzar un océano tormentoso, superar muchos peligros, y hasta entrar al mismo infierno. Si lograra esta hazaña, se le garantizaría un tesoro inmenso y su entrada al Paraíso.

Shambhala

En la literatura del Oriente, el paraíso puede llamarse Shambhala, una ciudad mítica ubicada supuestamente en algún valle escondido en los Himalayas. Una clave central de esta mita es que un salvador saldrá de este valle en un tiempo de gran necesidad cuando el mundo está amenazado por guerras y destrucción. Aunque algunos afirman que es un lugar verdadero, otros dicen que es un lugar intangible al que sólo se puede llegar a través de la mente. “Se dice que cuando el mundo entre en una era de guerra y odio, y todo esté perdido, el rey de Shambhala saldrá de su ciudad secreta con un gran ejército para eliminar el odio y comenzar una nueva era dorada.” (Wikepedia)

 

Así que este mito refleja la actitud del héroe que supera todo obstáculo para salvar a su pueblo. En el Sutra del Estrado, el maestro Huineng usa este mismo mito para explicar la verdadera práctica zen. Se llama el paraíso en su versión el Paraíso Occidental de la Tierra Pura:

35. El prefecto se inclinó profundamente y preguntó: “Me doy cuenta de que algunos monjes y laicos siempre invocan al Buda Amitābha y desean renacer en Occidente. Te ruego que me expliques si uno puede nacer allí o no, y así resolver mis dudas”. (Yompolsky, pos. 4434)

 

Se cree que el Paraíso Occidental es un lugar perfecto creado por Amitabha Buddha, el Buda de la Luz, que anteriormente fue un rey llamado Dharmakara. Al escuchar un discurso del Buda, se sintió tan conmovido que juró renunciar a su corona, convertirse al budismo y alcanzar la budeidad. Hizo cuarenta y ocho votos, incluido el voto de crear una tierra pura en la que todos los que se volvieran a él con completa fe renacerían en un paraíso perfecto y llevarían una vida de paz y felicidad hasta su entrada final en el nirvana. Prometió aparecer a los creyentes en el momento de su muerte y dirigirlos a una tierra pura libre de miedo, un paraíso de perfectas condiciones en el que solo tenían que pasar una vida más para entrar en el nirvana. (Kohn, 2010: 212)

La mente envenenada es un dragón malvado.

Es muy común en sutras y textos zen hacer referencia al Paraíso Occidental como un ideal de perfección y suprema recompensa. Todos quieren renacer allí puesto que garantiza la entrada final al nirvana, eliminando el renacimiento en samsara otra vez, o sea, el mundo de dukka del estrés, la irritación, la insatisfacción y el sufrimiento. El Prefecto está preguntando a Huineng si es cierto que se puede renacer en este Paraíso Occidental. El maestro afirma que sí, citando al Buda que predicó que ese Paraíso del Occidente no está lejos, aunque precisó lo que el Buda quería decir:

La persona engañada se concentra en Buda y desea nacer en la otra tierra; la persona despierta purifica su propia mente. Por lo tanto, el Buda dijo: "De acuerdo con la pureza de la mente, la tierra de Buda es pura…si practicas con la mente calma y sencilla, llegarás ahí en un instante.” (Yompolsky, pos. 4450)

Entonces, simplemente al mantener la mente calma, sencilla, lúcida y quieta, sin complicaciones, puedes llegar al paraíso ahora mismo. Sin embargo, no hay ningún lugar llegar. Hui-neng explica que la mente en sí es el paraíso cuando está libre de los diez males que consisten de matar, robar, adulterio, mentir, engaño, lenguaje vulgar, codicia, enojo, y vistas pervertidas; además de las ocho prácticas inapropiadas de delirio y apego que incluyen nacimiento, destrucción, identidad, diferenciación, pasado, futuro, y cesación. Para llegar justo en este momento al paraíso occidental, Huineng sugiere que simplemente se practique las diez virtudes: 1. proteger la vida de otros; 2. ser generosos; 3. honrar el cuerpo con disciplina y sexualidad apropiada; 4. decir la verdad; 5. usar palabras respetuosas y consideradas; 6. hablar bien de los demás; 7. guardar silencio y sólo hablar cuando sea necesario; 8. practicar alegría altruista; 9. ayudar a otros; 10. establecerse en vistas correctas del Dharma. Luego, Hui-neng declara que puede manifestar el paraíso occidental justo aquí y ahora en este mismo instante, y pregunta al Prefecto si quiere verlo. El Prefecto respondió “Claro que sí,” y Huineng dice:

El cuerpo físico del hombre en este mundo es en sí mismo una ciudad. Los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y el cuerpo son las puertas de la ciudad. Afuera hay cinco puertas; adentro está la puerta de la conciencia. La mente es la base; la naturaleza propia es el rey ... Ya que Buda está hecho por tu propia naturaleza, no lo busques fuera de tu cuerpo. Si estás engañado en tu propia naturaleza, Buda es entonces un ser sensible. Si estás despierto en tu propia naturaleza, los seres sintientes son entonces Budas. La compasión es Avalokiteshvara; el dar alegre es Mahasthamaprapta; la capacidad de pureza es Shakyamuni; la franqueza es Maitreya. La visión falsa del yo es el monte Sumeru; la mente pervertida es el gran mar, y las pasiones son las olas. La mente envenenada es un dragón malvado, los problemas son los peces y las tortugas marinas, los engaños son demonios sobrenaturales, los tres venenos son el infierno; la ignorancia forma el reino de las bestias, y las diez virtudes son el cielo. Si no hay una visión falsa del yo, entonces el monte Sumeru caerá por sí mismo. Si se deja a un lado la mente pervertida, el océano se secará, y cuando las pasiones desaparezcan, las olas se calmarán. Si se eliminan las pasiones y el daño, los dragones y los peces desaparecerán. Deja que el Tathagata de la iluminación dentro de tu propia base mental libere la luminosidad de la gran sabiduría, brille sobre las seis puertas (de los sentidos) y con su pureza destruya los seis cielos del mundo del deseo (kamadhatu). Si tu propia naturaleza se ilumina interiormente, los tres venenos serán desechados y el infierno será destruido de inmediato. Si el interior y el exterior están despejados, esto no será diferente de la Tierra Occidental. Si no realizas esta práctica, ¿cómo podrás llegar hasta allí?

El Buda enseñó que nuestra salvación y liberación del sufrimiento se basan en la práctica espiritual y la purificación de la mente. Pero no deberíamos practicar para ganar alguna recompensa futura en el cielo, o para renacer en una vida mejor, o para recibir cosas materiales. Buda dijo que la gente ignorante practica para que ganen algo, como por ejemplo el Paraíso o para renacer en mejores condiciones, mientras la gente iluminada practica purificando su mente de los 10 males y los 8 delirios. Pero de hecho, ya estamos en el paraíso. Simplemente invertir la luz de tu propia mente hacia adentro y descubre que el paraíso reside dentro de ti y en todos lados. Así se mata el dragón de tu ego y se salva de todas las bestias de ignorancia y agresión. Toma tu trono en la corte del castillo verdadero en el reino del paraíso occidental: tu mente sincera, sencilla, y serena.  

Si buscan el tesoro lejos, nunca lo encontrarán.

Dejen los dragones delirantes, o siempre sufrirán.

Conviértanse en Shambhala,

La ciudad perfecta,

La Fuente de nuestro afán.

                                                                                                              -Hyoenjin Prajna

 

Bibliografía

Kohn, Michael H. trans. (2010) A Concise Dictionary of Buddhism and Zen. Shambhala: Boston.

Wikepedia: La Enciclopedia Libre.

http://es.wikipedia.org/wiki/Shambhala

Accesado 18/MAY/2014

Yampolsky, Philip. (2012). El Sutra de la plataforma del Sexto Patriarca (Traducciones de los 

             clásicos  asiáticos). Prensa de la Universidad de Columbia: N.Y. Edición de Kindle.

 

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