BRILLAR COMO ESTRELLAS
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna
En
el Oriente se celebra el 8 de diciembre como El Día Bodhi. Es el día que
Shakyamuni Gautama logró la suprema y más perfecta Iluminación en 589 a.c.,
convirtiéndose en El Buda, el Despertado. La palabra iluminación tiene el
sentido de la comprensión de la Verdad, cuando nos damos cuenta de que “Soy Buda”.
Es un logro fenomenal en el desarrollo del ser humano, el final de quizás una
infinidad de vidas anteriores llegando por fin al despertar, y es lo que
aspiramos encontrar en nosotros mismos en este momento preciso.
En la tradición budista, aquel
acontecimiento fue importante porque marcó el despertar del Buda y su comienzo
de servicio en el mundo. Sus enseñanzas continúan tocando las vidas de millones
de personas cada día. Durante la semana antes la celebración, muchos monasterios
budistas en el mundo participan en los retiros más difíciles de todo el
año. En algunos, duermen sólo un par de
horas cada noche, llegando a la última noche del retiro sin dormir,
manteniéndose despiertos en vigilia como Buda hizo, lo que resultó en su
despertar.
Acabamos
de meditar toda la noche como hizo Buda hace 2,600 años. Tuvo que enfrentar sus peores pesadillas en la
forma de Mara. Este año nosotros también hemos tenido que enfrentar lo peor de
nuestros monstruos. Estamos en medio de una pandemia mundial que ha cortado la
vida de miles de personas y causada inseguridad económica para todo el planeta.
Se ven noticias falsas, engaños y una falta de ética e inconsideración en las
medias de comunicación. Todo esto es Mara: la insatisfacción, la ilusión de
nuestras ideas, la inseguridad de vivir en un mundo falso donde el materialismo
y la codicia reina supremos.
No
obstante, frente al miedo, el agobio, y la inseguridad, aquí estamos sentados
sobre nuestros cojines redescubriendo nuestra verdadera esencia y afirmamos que
Mara no tiene poder sobre nosotros. Afirmamos que somos amor y benevolencia.
Afirmamos que la ética y la consideración es importante en nuestras vidas y nos
comprometimos a actuar como budas en este mundo.
Miro
a todas las caras reunidas esta mañana del Día de Bodhi y aprecio lo que es la
iluminación, la familia frente a mí que no se ha dado por vencida. Seguimos
nuestra práctica cada día porque sabemos que, a pesar de todas las
dificultades, el mundo es un lugar hermoso. Aprecio el buen trabajo que han
hecho este año. Hemos seguido nuestra práctica firmes y unidos. Mara no nos
venció porque la luz de nuestras mentes búdicas continúa brillando. Cuando Buda
vio la estrella de la mañana hace 1,600 años, despertó a su verdadera esencia. Hoy
hacemos lo mismo y nos despertamos a nuestra naturaleza búdica igual a Buda.
Ustedes son la estrella del alba brillando con todo el esplendor de la galaxia.
Cado uno de ustedes garantiza que la flama de Dharma no se apague. Somos parte
de una cadena continua de práctica desde los tiempos de Buda hasta este momento
preciso. No se desanimen. Como dicen, es siempre lo más oscuro justo antes del
amanecer. Aquí estamos en lo peor de la pandemia, pero no es el momento de
rendirnos. Ya se ve los primeros rayos de luz en el horizonte. Confíen que este
ciclo de oscuridad tiene si fin y termina pronto. Recuerden que nuestra luz es
más poderosa que la oscuridad. Sigan prendiendo esta luz con su práctica que
nos conecta a la esencia universal, este fluir interminable de paz y
benevolencia. Frente a un mundo de agresión e ignorancia, continúen eligiendo
la luz, el amor, y la sabiduría como ejemplos brillantes de estrellas y
bodhisattvas salvando a todos los seres del universo. Es posible porque ustedes
son el universo mismo, el universo de amor, la expresión directa de la iluminación
en el mundo. Les abrazo con amor y bendición.
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