LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA
Clase 3:
Un Buda No Es Un Buda
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna
06/DIC/2020
Si
no encuentras a un maestro pronto, vivirás esta vida en vano…
Es
imprescindible tener un guía que pueda mostrarte el camino a la liberación del
karma, samsara, y sufrimiento. Es el mismo camino a través del que todos los
budas han pasado antes. Un maestro te acompaña, mostrándote trampas en el
camino para que no hagas errores y si caes en un agujero puede ofrecerte una
mano para que te levantes y vuelvas al camino correcto de nuevo.
…Es
verdad; tienes la naturaleza original de Buda. Sin embargo, sin la ayuda de un
maestro, nunca lo sabrás. Solo las personas más raras se despiertan sin la guía
de un maestro. No obstante, si por la conjunción de condiciones alguien
comprende lo que quiso decir el Buda, esa persona no necesita a un maestro. Una
persona así tiene una conciencia natural superior a cualquier cosa que se le
enseñe. Sin embargo, a menos que seas tan bendecido, estudia mucho y por medio
de la instrucción lo entenderás.
Se
dice que es tan raro que una persona despierte a su naturaleza búdica, las
probabilidades que pasara son iguales a si se tira al azar un anillo salvavidas
al océano y al mismo instante una tortuga marina en el fondo del mar sube a la
superficie para respirar y por casualidad mete su cabeza al mismo anillo
salvavidas. Es rarísimo. Sin embargo, con un maestro verdadero, no puedes
fallar. Sólo requiere tu determinación y disciplina infatigable para estudiar y
practicar, guiado por la sabiduría del maestro, y realizarás tu naturaleza
búdica.
Las personas que no comprenden y piensan
que pueden hacerlo sin estudiar no son diferentes de esas almas engañadas que
no pueden distinguir el blanco del negro. Al proclamar falsamente el
Buda-Dharma, esas personas de hecho blasfeman contra el Buda y subvierten el
Dharma. Predican como si trajeran lluvia. Sin embargo, lo suyo es la
predicación de la práctica no calificada y no realizada, no de los Budas. Sus
maestros son igualmente inexpertos y no realizados, y lo más probable es que a
sus discípulos no les vaya mejor. Las personas engañadas que siguen tales
instrucciones sin saberlo se hunden más profundamente en el reino del samsara…
No
es suficiente simplemente practicar mindfulness, la plena atención que calma la
mente. Tiene buenos resultados. Puedes pensar mejor, realizar tareas y deportes
mejor, tener más energía y ser más resistente al estrés cotidiano. Sin embargo,
esto no es encontrar tu verdadera naturaleza búdica. Hay que estudiar Dharma
para ver lo real de lo ilusorio. Hay que aplicar lo que estudias a la vida
cotidiana a través de la ética, la compasión y la sabiduría. Cuando esta
práctica sea tan natural que ni lo piensas, así se puede llamarse un Buda. Pero
requiere primero ver tu naturaleza original.
…A
menos que vean su naturaleza original, ¿cómo pueden las personas llamarse Budas?
Son maestros inexpertos que engañan a los demás para que entren en el reino de
los no iluminados. A menos que vean su naturaleza original, su predicación del
Canon Doce no es más que la predicación del engaño. Su lealtad es al mundo de
las sensaciones, no al Buda. Incapaces de distinguir el blanco del negro, ¿cómo
pueden darse cuenta del significado del nacimiento y la muerte?
Alguien
que no ha estudiado con un maestro y que no pertenece a un linaje verificable,
probablemente no sea un maestro auténtico y confiable. Cualquiera puede
declarar que es un Buda. Sin embargo, tal afirmación es garantía que no lo es,
puesto que budas no andan en todos lados llamándose budas o iluminados. Simplemente viven una vida sencilla y natural
atendiendo a sus tareas con una mente calma y lúcida mientras ayudan a todo el
mundo con compasión y consideración. Entonces, ¿qué es un Buda y qué es una
persona ordinaria?
Quien ve su naturaleza original es
un Buda; quien no lo hace, es un ser mundano. Sin embargo, si puedes encontrar
tu naturaleza original aparte de tu naturaleza original mundana, ¿dónde está?
Nuestra naturaleza original mundana es nuestra naturaleza original de Buda. Más
allá de esta naturaleza original, no hay Buda. El Buda es nuestra naturaleza
original. No hay ningún Buda además de esta naturaleza original. Además, no
existe una naturaleza original además del Buda…
La
naturaleza original de un Buda no es algo que puedes encontrar fuera de este
mismo momento. No es algo que pueda ser diferente de tu propia naturaleza
ordinaria. Esto es el chiste. Al despertarte a tu naturaleza original, te das
cuenta de que no había ningún momento que no fueras Buda. Es como un pobre
mendigo que un día descubre que siempre había llevado una perla invaluable
cosido dentro de su chaleco, puesta allí por un amigo hace muchos años. Andaba
en harapos a pesar de que siempre era un hombre rico. Simplemente no se dio
cuenta de lo que siempre tenía. Es lo mismo con nosotros. Siempre somos budas
pero andamos como mendigos en busca de algo para satisfacer nuestra hambre,
ignorantes del tesoro dentro de nosotros haciéndonos los más ricos del mundo.
Lo único que nos detiene es que no lo vemos.
…Sin
embargo, supongamos que no veo mi naturaleza original, ¿no puedo darme cuenta
del despertar invocando a los Budas, recitando sutras, haciendo ofrendas,
observando preceptos, practicando devociones o haciendo buenas obras?
No, no puedes, entonces, ¿por qué es
esto cierto?
Si pudieras darte cuenta de algo así,
sería condicional; aquella realización sería el resultado de un simple causa y
efecto, daría como resultado la retribución y resultaría en el samsara. Además,
si estás sujeto a tus ideas sobre el nacimiento y la muerte, nunca realizarás
el despertar. Para realizar el despertar debes ver tu naturaleza original…
Es
decir, la iluminación no puede ser algo que surge como resultado de alguna
práctica. Esto sería dependencia. Implicaría que la iluminación tuviera un
comienzo y fin o que no estaba y ahora está. Eso es dualista y es del reino de
samsara, impermanencia e ilusión. La única razón que no nos damos cuenta de que
somos budas es porque creemos que no somos budas. Creemos que somos
defectuosos, incompletos, pecaminosos, manchados y destinados a vivir en un
valle de lágrimas. Seguimos esperando a la Tierra Prometida en el más allá.
Lamentablemente, esa tierra no existe. Es una idea de un futuro que nunca
llega. Zen está diciendo que la única realidad que hay es aquí mismo en este
mismo instante. Entonces, ¿por qué practicar? Esencialmente es para ocupar la
mente condicionada hasta que sea tan agobiada que por fin se rinde a lo que ya
es presente. En vez de obstaculizarlo con ideas egoicas, se suelta todo y
¡ZAAS! se despierta. Es como saltar de un precipicio al puro espacio sin ver
ningún fondo. Nos aterroriza, puesto que no tenemos ningún punto de referencia.
No estamos acostumbrados a ser totalmente libres y contentos continuamente.
Tuvimos que arriesgar todo para hacer este salto, y al hacerlo, descubrimos que
no hay nada allí, no hay ningún obstáculo, no hay nada lograr, no hay nada
eliminar, no hay nada purificar, en fin, esta nada es y siempre ha sido lo que
somos, la naturaleza original.
…A
menos que veas tu naturaleza original, toda esta charla sobre causa y efecto es
una tontería. Los Budas no practican tonterías. Un Buda no está controlado por
el karma y ve que causa y efecto son transparentes. Decir que realiza algo es
difamar a un Buda. ¿De qué podría realizar? Incluso concentrarse en una mente,
un poder, un entendimiento o un punto de vista es imposible para un Buda. Un
Buda no es dualista. La naturaleza original de su mente es básicamente
transparente, ni pura ni contaminada. Un Buda está libre de práctica y
realización. Un Buda comprende la ley de causa y efecto.
Es
decir, samsara, causa y efecto, karma, es toda una ilusión. No existen como
algo real y tangible. Son resultados de consecuencias de nuestras ideas
mentales. Al no estar obsesionados por nuestras ideas, somos al mismo instante
libres de ellas. El hecho de que puedes ver tu karma conectado a tus acciones e
ideas, y que puedes abstener, atender y aprender cómo actuar con ética y no
continuar con los mismos hábitos mentales que causan tu sufrimiento y
descontento, es prueba de que karma no es real, es una ilusión de la mente. Al
ver la ilusión, no nos atrapa. Somos libres actuar según nuestra verdadera
naturaleza búdica.
Un Buda no observa los preceptos. Un
Buda no hace ni el bien ni el mal. Un Buda no es energético o perezoso. Un Buda
es alguien que no hace nada, alguien que se dio cuenta de que un Buda es solo
una idea. Un Buda no es un Buda. No pienses en los Budas…
Un
Buda no es un Buda puesto que la idea de Buda no es el Buda verdadero. La
receta de una galleta de Buda no es lo mismo como saborear una galleta de Buda.
No debemos simplemente filosofar sobre Budas y naturaleza original, sino más
bien vivirlo libre de conceptos dualistas e imaginarios. Cuando actuamos desde
nuestro corazón, no es porque esperamos alguna recompensa en un cielo distante.
No es porque guardamos alguna expectativa de que un Dios está vigilándonos y
nos va a dar el premio de pasar por las puertas del paraíso en el más allá. No
lo hacemos porque es bueno y otros van a considerarnos buenas personas. Cuando
salvamos un perro o gatito de la calle, cuando celebramos la alegría de otros,
cuando alimentamos a los hambrientos, cuando nos sacrificamos nuestras vidas
por el bienestar de otros, como hacen los médicos y enfermeras por los
pacientes de COVID-19, como hacen las mamás y los papás por sus familias, como
hacemos cada uno de nosotros al considerar el bienestar del otro antes de
nosotros mismos con gestos de cariño, consejo, empatía y amor, así somos budas
antes del pensar sin tratar de lograr a ser budas en este u otra vida.
…Si
no ves de lo que estoy hablando, jamás conocerás su propia mente. Las personas
que no ven su naturaleza original e imaginan que pueden experimentar
desconsideración todo el tiempo están destinadas a una vida de enfermedad. Caen
en un espacio infinito. Son como borrachos. No pueden distinguir el bien del
mal. Si tienes la intención de cultivar tal práctica, debes realizar tu
naturaleza original antes de poder poner fin al pensamiento racional. Realizar
el despertar sin ver tu naturaleza original es imposible. Aún otros cometen
todo tipo de errores, alegando que el karma no existe. Sostienen erróneamente
que como todo es transparente, no está mal cometer fechorías. Tales personas
caen en un infierno de oscuridad sin fin, hecho por ellos mismos, sin esperanza
de liberación. Aquellos que son sabios no tienen tal concepto.
Así
que date cuenta aquí y ahora de que lo que eres es libre de karma, libre de
sufrimiento, libre de miedo y libre de resentimientos. Date cuenta de que tienes toda la capacidad
de actuar desde tu corazón, desde tu naturaleza original. Date cuenta de que
este mundo y este cuerpo son regalos, son perlas invaluables y vivir esta vida
es vivir en nirvana. No hay nada obstaculizándote. Es una decisión consciente,
una afirmación de que ya no hay excusa. Deja de cometer tonterías. Date cuenta de
que eres un Buda al soltar la idea de un Buda. Así puedes hacer sin hacer,
salvar a todos los seres sensibles sabiendo que no hay otro, y vivir en paz y
armonía en este mundo de nirvana.
Bibliografía
Dharma, Wonji (Traductor). (2010). The Bodhidharma Lectures.
Buddha Dharma University Press:
Oneida, N.Y.
Pine, Red (Traductor). (1987). The Zen Teaching of Bodhidharma.
North Point Press: N.Y.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.