LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA
Clase 4:
No Uses Un Buda Para Adorar A Un Buda
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna
13/DIC/2020
Pero,
si todos nuestros movimientos o estados, siempre que ocurran, son la mente,
¿por qué no vemos esta mente cuando el cuerpo de una persona muere?
La
mente es aquí y ahora. Pero no es algo que puedes ver como un objeto. Aquí
Bodhidharma va a demostrar como se puede entender con la analogía de un sueño:
La
mente siempre está presente.
Simplemente
no lo ves.
Sin
embargo, si la mente está presente,
¿por
qué no lo veo?
¿Sueñas
alguna vez?
Por
supuesto.
Cuando
sueñas
¿eres
tú?
Si
soy yo.
Además,
¿es
lo que estás haciendo
y
diciendo diferente a ti?
No,
no lo es.
Sin embargo, si no lo es, entonces
este cuerpo es tu cuerpo real. Y este cuerpo real es tu mente…
A
pesar de que la mente siempre está aquí y ahora, no se puede verla cómo un
objeto. Sin embargo, cuando soñamos, todo lo que está ocurriendo en el sueño
ocurre dentro de nuestra propia mente. No hay nada en el sueño que sea aparte
de la mente. En el sueño, siempre estás presente. Aunque percibes otros seres y
otros objetos separados de ti, pero todos ellos son imágenes creadas por de tu
propia mente. Lo que es presente aquí y
ahora, lo que es consciente, lo que da impulso a mover y hacer, es la mente de tu
cuerpo real no limitado al cuerpo físico y no limitado al cambio y la
impermanencia.
…Además,
esta mente, a través de interminables kalpas sin principio, nunca ha variado.
Nunca ha vivido ni muerto, aparecido o desaparecido, aumentado o disminuido. No
es puro o impuro, bueno o malo, pasado o futuro. No es ni verdadero ni falso.
No es hombre ni mujer. No aparece como un monje o un laico, un anciano o un principiante,
un sabio o un tonto, un Buda o un ser mundano. Se esfuerza por ninguna
realización y no sufre karma. No tiene fuerza ni forma. Es como un espacio
vacío. No puedes poseerlo y no puedes perderlo. Las montañas, los ríos o las
paredes rocosas no pueden bloquear sus movimientos. Sus imparables poderes
penetran en la Montaña de los Cinco Skandhas y cruzan el río Samsara. Ningún
karma puede restringir este cuerpo real.
Es
decir, en todo momento eres esta mente y es la única cosa real. Todo lo demás
es una proyección de ideas, como cuando estamos soñando. Nuestros nombres,
identidades, títulos y etiquetas no la definen. No puedes verla a través de las
ideas. Es lo que es libre de todo concepto y por lo tanto no está sujeto a las
condiciones del karma. Karma sólo tiene impacto en lo condicionado de samsara,
o sea, el ego. Cuando estás apegado a tus propias opiniones y puntos de vista,
esto crea karma y a su vez es lo que está sujeto a karma. No obstante, tu
verdadero cuerpo, la mente de nuestra naturaleza verdadera, es inherentemente
libre de karma y condiciones. En todo momento, si estás agitado, estresado,
preocupado, molesto o insatisfecho mentalmente, si te das cuenta de lo que
estás generando en ti mismo, tienes la capacidad de soltarlo e ubicarte al
instante en lo que es libre, tranquilo y pacífico, la mente calma lúcida, lo que
es esta dulzura quieta de este momento preciso que no depende en nada y no está
limitado por nada. No es algo construido por la combinación de las cinco
skandhas de forma, sensación, percepción, impulso volitivo y consciencia
(sensorial). Estos cinco agregados del cuerpo físico es lo que consiste
samsara, el mundo de insatisfacción, descontento y sufrimiento. Pero este
cuerpo físico no es tu cuerpo real. Lo que eres es la mente que mueve el cuerpo
físico.
Sin
embargo, esta mente es sutil y difícil de ver. No es lo mismo que la mente
sensual. Todos quieren ver esta mente, y los que mueven las manos y los pies
con su luz son tantos como los granos de arena a lo largo del Ganges, pero
cuando les preguntas, no pueden explicarlo. Son como marionetas. Es de ellos
para usar. ¿Por qué no lo ven?
El Buda dijo que la gente está
engañada. Por lo tanto, cuando actúan, caen al río del samsara sin fin. Además,
cuando intentan salir sólo se hunden más profundamente, todo porque no ven su
naturaleza original. Si la gente no estuviera engañada, ¿por qué preguntarían
sobre algo que tenían delante? Ninguno de ellos comprende el movimiento de sus
propias manos y pies. El Buda no se equivocó. Las personas engañadas no saben
quiénes son. Un Buda y nadie más se ha dado cuenta de algo tan difícil de
comprender. Sólo el sabio conoce la mente, esta mente llamada naturaleza
original, esta mente llamada liberación. Ni la vida ni la muerte pueden
contener esta mente. Nada puede. También se le llama el Tathagata Imparable, el
Incomprensible, el Ser Sagrado, el Ser Trascendente, el Gran Sabio. Los nombres
varían pero no la esencia. Los Budas también varían, pero ninguno abandona su
propia mente. La capacidad de la mente es ilimitada y sus manifestaciones son
inagotables. Ver formas con tus ojos, oír sonidos con tus oídos, oler olores
con tu nariz, saborear sabores con tu lengua, cada movimiento o estado es tu
mente entera. En cada momento, donde el lenguaje no puede ir, esa es tu mente.
Este
último punto, que la mente se encuentra donde el lenguaje no puede ir, es la
mente antes del pensar, puesto que el lenguaje se basa en ideas y conceptos, un
constructo mental, como imágenes cinematográficas proyectadas sobre una
pantalla. Todos ven y disfrutan el movimiento e historia que se proyectan sobre
la pantalla con estas imágenes. Pero son ilusiones y transparentes. Son
productos de la luz pasando por la cinta cinematográfica dentro de un proyector
con su lente que se enfoca sobre la pantalla. Son condiciones necesarias que
producen la película parecidas a los cinco skandhas. Sin estas condiciones, no
hay película. Aunque hay una experiencia de personas, eventos y dramas, en
ningún momento son reales. Sin embargo, tenemos la capacidad de invertir esta
luz del proyector hacia adentro y usar la luz para percibir la luz en sí, la
consciencia, o sea, nuestra mente real antes de los filtros de ideas,
pensamientos y los objetos de percepción.
Los sutras dicen: “Las formas de un
Tathagata son infinitas. Y también lo es su conciencia ". La infinita
variedad de formas se debe a la mente. Su capacidad para distinguir cosas sea
cual sea su movimiento o estado, es la conciencia de la mente. Sin embargo, la
mente no tiene forma y su conciencia no tiene límites. Por lo tanto, se dice:
“Las formas de un Tathagata son infinitas. Y también su conciencia "…
Así
que, un Tathagata, un Buda, tiene infinitas formas ya que todas las formas son manifestaciones
de Buda. O sea, toda forma es la función de esencia, como el océano y las olas.
Toda ola es en todo momento parte del océano. Toda ola es distinta de cada otra
ola, y todas las olas son uno con el océano. Todo es uno y todo es diferente a
la vez.
…Un
cuerpo material de los cuatro elementos es un problema. Un cuerpo material está
sujeto al nacimiento y la muerte. Sin embargo, el cuerpo real existe sin
existir; porque el cuerpo real de un Tathagata nunca cambia. Los sutras dicen:
"La gente debe darse cuenta de que la naturaleza original de Buda es algo
que siempre ha tenido". Kashyapa fue el primero en darse cuenta de su
propia naturaleza original.
Aquí
Bodhidharma está aclarando que no se puede reducir mente a una cosa física,
como un átomo, energía, o cualquier cosa que tiene comienzo o fin, como
nacimiento y muerte. Esto sería reducir la mente a algo condicionado dentro de
samsara. La mente real siempre ES. No cambia, no puedes conseguirlo y tampoco
puedes perderlo, puesto que es el sustrato fundamental de todo lo que existe.
La mente real ni existe ni no existe. Simplemente ES este momento presente tal
como es.
Nuestra
naturaleza original es la mente. Además, la mente es nuestra naturaleza
original. Esta naturaleza original es la misma que la mente de todos los
Budas. Los budas del pasado y del futuro sólo transmiten esta mente. Más allá
de esta mente, no hay Buda en ninguna parte. Sin embargo, las personas
engañadas no se dan cuenta de que su propia mente es el
Buda. Siguen buscando afuera. Nunca dejan de invocar o adorar a los
budas y de preguntarse dónde está el Buda. No te dejes llevar por tales
ilusiones. Sólo conoce tu mente. Más allá de tu mente, no hay otro Buda. Los
sutras dicen: "Todo lo que tiene forma es una proyección de nuestras
ideas". También dicen: "Dondequiera que estés, el Buda también está
allí". Tu mente es el Buda. No uses un Buda para
adorar a un Buda.
La
luz de esta mente es Buda. No hay nada que no sea Buda. Buda es la mente que ve
siempre en este momento presente. Los Budas siempre han transmitido esta mente
a pesar de que no hay nada transmitir. ¿Cómo se puede transmitir algo que ya
todo es? Más bien, un Buda es un ser sintiente que se ha despertado a la verdad
de su mente verdadera, su esencia, y señala a otros que erróneamente creen que
todavía son seres humanos que de verdad en todo momento son Budas, son esta
mente original. Por lo tanto, es un error hacer postraciones al Buda, puesto
que Buda está haciendo una postración a sí mismo. Cuando postramos a Buda,
estamos honrando y adorando a nosotros mismos como nuestra naturaleza esencial.
En cierto sentido, si crees que estás adorando a algo fuera de ti mismo,
todavía estás atrapado en samsara. Si te das cuenta de que lo que ve el Buda es
el Buda en sí, la mente original, entonces eso es despertar. Ya puedes caminar
el camino del bodhisattva y ayudar a todos los seres sensibles despertarse a lo
que son, un Buda.
Bibliografía
Dharma, Wonji (Traductor). (2010). The Bodhidharma Lectures.
Buddha Dharma University Press:
Oneida, N.Y.
Pine, Red (Traductor). (1987). The Zen Teaching of Bodhidharma.
North Point Press: N.Y.
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