LAS ENSEÑANZAS DE BODHIDHARMA
Clase 7
Moverse Sin Mover
Ven. Dr. Hyoenjin Prajna
03/ENE/2021
Además, la única razón por la que he
venido a China es para transmitir la enseñanza instantánea del Mahayana. Esta
mente es el Buda. No hablo de preceptos, devociones o prácticas ascéticas como
sumergirse en agua y fuego, pisar una rueda de cuchillos, comer una comida al
día o no acostarse nunca. Estas son enseñanzas provisionales y fanáticas. Una
vez que reconoces tu naturaleza original milagrosamente consciente y en
movimiento, la tuya es la mente de todos los Budas. Los budas del pasado y del
futuro solo hablan de transmitir la mente.
La
enseñanza instantánea es lo que en nuestra escuela llamamos la iluminación
súbita. Hay que simplemente entender y confiar que esta mente es Buda. Cuando
decimos Buda, no estamos hablando de creencias metafísicas ni prácticas
extremas. Es simplemente la atención en sí, la luz de la consciencia que
percibe este momento tal como es. Cuando te das cuenta de que esta atención es
tu mente original, te haces igual a todos los budas del tiempo y espacio.
No enseñan nada más. Si alguien
comprende esta enseñanza; incluso si esa persona es analfabeta, es un Buda. Si
no ves tu propia naturaleza original milagrosamente consciente, nunca
encontrarás un Buda, incluso si rompes tu cuerpo en átomos.
El Buda es tu cuerpo real, tu mente
original. Esta mente no tiene forma ni características, no tiene causa ni
efecto, no tiene tendones ni huesos.
Es como el espacio. No puedes
agarrarla. No es la mente de los materialistas o los nihilistas. A excepción de
un Tathagata, nadie más, ningún ser mundano, ningún ser engañado, puede
entenderla.
Es
decir, date cuenta de que lo que buscas es el que está buscando , o sea, lo que
percibe este momento y todo surgiendo en él. Despertarte a la Verdad no depende
de ningún conocimiento conceptual. Así que un analfabeto, como Hui-neng en el Sutra
del Estrado, puede convertirse en un maestro zen que libera a miles de seres de
su sufrimiento a través de sus enseñanzas.
Si
estudias el cerebro, no encontrarás nunca el Buda, puesto que el Buda no reside
en el cerebro. Incluso si cortas el cerebro en millones de pedazos cada uno el
tamaño de un átomo, no lo encontrarás allí. El cuerpo físico y material no es
tu cuerpo real. Tu mente original es lo que eres de verdad, lo que es antes de
los conceptos de yo, mí, mío. Lo que tu eres no está sujeto a las leyes del
karma. Así que si te das cuenta de tu verdadera mente, estás libre del
sufrimiento. El ego es la historia que te dices basada en tus recuerdos y
condicionamiento del pasado. Esta historia es lo que te define como persona.
Pero esta historia es sólo una idea. No eres esta idea. Eres libre a definirte
como quieras. Si crees que eres un Buda, si ves que no eres tu historia, puedes
recrearte libre de tu pasado y libre para ser feliz en este cuerpo tal como es.
No requiere que pierdas peso, operes tu nariz, compres ropa nueva, o que ganes
mucho dinero. No tienes que definirte como una cosa material ni como la
ausencia de una cosa material (materialista o nihilista). Simplemente suelta
cualquier juicio o crítica que guardes, y puedes instantáneamente experimentar
el alivio del estrés y sufrimiento cotidiano. Eres perfecto como eres, un buda
de compasión y sabiduría. Sin embargo, no es suficiente simplemente darte
cuenta de que eres un buda. Hay que vivirlo en la vida cotidiana con un cuerpo
de carne y hueso, o sea, el cultivo gradual. Bodhidharma explica así la dinámica del cuerpo
material y su movimiento con la mente.
Sin embargo, esta mente no está
fuera del cuerpo material de los cuatro elementos. Sin esta mente no podemos
movernos. El cuerpo no tiene conciencia. Como una planta o una piedra, el
cuerpo no tiene naturaleza original. Entonces, ¿cómo se mueve? La mente se
mueve, el lenguaje y el comportamiento, la percepción y la concepción son todas
funciones de la mente en movimiento. Todo movimiento es el movimiento de la
mente. El movimiento es su función. Aparte del movimiento, no hay mente, y
aparte de la mente, no hay movimiento. Sin embargo, el movimiento no es la
mente y la mente no es el movimiento. El movimiento está fuera del pensamiento.
Por lo tanto, la mente está básicamente inmóvil. Sin embargo, el movimiento no
existe sin la mente. Además, la mente no existe sin movimiento. No hay una
mente de la cual el movimiento puede existir aparte, ni un movimiento del cual
la mente puede existir aparte. El movimiento es la función de la mente y su
función es su movimiento.
Bodhidharma
está intentando aclarar la relación entre lo espiritual y lo material. Aunque
parecen diferentes, el uno no puede existir sin el otro. Lo espiritual (mente)
funciona a través de lo material (cuerpo). Y lo material del cuerpo no sirve
para nada si no hay lo espiritual de la mente moviéndolo. En el Occidente se
definen estos dos principios como absolutamente deferentes, por lo tanto, una
creencia dualista. El problema surge entonces cuando se escoge uno encima del
otro, lo espiritual como mejor que lo material. Si además se asignan cualidades
de uno u otro género, por ejemplo, lo femenino a lo material y sensual, y lo
masculino a lo racional y conceptual (espiritual), resulta en el desprecio de
uno y la exaltación del otro, que puede contribuir al sexismo y prejuicio. En cambio, el budismo se basa en un sistema
no-dualista, es decir, que lo material y lo espiritual son esencialmente dos
aspectos de la misma esencia operando en dos maneras distintas. Lo que no
mueve, lo espiritual, se expresa mediante las formas y fenómenos de lo
material. Es como la metáfora del océano y las olas. El océano no existe sin
olas que se muevan, y las olas no existen aparte de un océano. Son diferentes y
lo mismo a la vez. Así que, cuando Seung Sahn dice, “la pared es blanca” para
expresar lo que es Buda, está diciendo que todo a la vez es Buda (océano) y
Buda se expresa en una infinidad de fenómenos (olas).
Aun
así, la mente no se mueve ni funciona, la esencia de su funcionamiento es la
transparencia, por lo tanto la transparencia es esencialmente inmóvil. El movimiento
es lo mismo que la mente, y la mente está esencialmente inmóvil. Por lo tanto,
los Sutras nos dicen que nos movamos sin la conceptualización de moverse,
viajar sin la conceptualización de viajar, ver sin la conceptualización de ver,
reír sin la conceptualización de reír, oír sin la conceptualización de oír,
saber sin la conceptualización del saber, ser feliz sin la conceptualización de
ser feliz, caminar sin la conceptualización del caminar, estar parado sin la
conceptualización del estar parado. Además, los sutras dicen: “Ve más allá del
lenguaje. Ve más allá del pensamiento." Básicamente, ver, oír y conocer
son completamente transparentes. Tu ira, alegría o dolor es como el de una
marioneta. Buscas pero no encuentras nada.
Observen
aquí que el Ven. Wonji Dharma usa la palabra “transparencia” en vez de
la traducción más común de “vacío”. Dice que vacío es inadecuado
expresar esencia, que en el Oriente se llama shunyata. Vacío
expresa una ausencia de realidad. Pero de hecho, hay algo aquí que se
experimenta como un universo, aunque de una manera ilusoria. Cuando se entiende
el error de la ilusión, se puede ver el universo como es, y vivir en este
universo libre de ilusión. Según Wonji,
la palabra transparencia es más cerca a lo que implica shunyata.
Según los Sutras, las acciones
inhábiles resultan en dificultades y las acciones hábiles resultan en
bendiciones. Las personas enojadas experimentan un infierno en vida y las personas
felices experimentan la dicha. Sin embargo, una vez que sabes que la naturaleza
original de la ira y la alegría es transparente y los dejas ir, te liberas de
los efectos del karma. Si no ves tu naturaleza original, citar sutras no ayuda.
Podría continuar, pero este breve sermón tendrá que ser suficiente.
Nadie
puede salvarte más que tú mismo. Puedes vivir en un mundo de dicha o en el
infierno de enojo, ira y delirio. Tú eliges. Puedes pensar que a causa de otros
no puedes meditar y que te provocan ser agresivo y deprimido. Pero si te
justificas así, estás mintiendo a ti mismo. Hasta que puedas admitir que estás
eligiendo sufrir, no puedes liberarte del samsara. Lo importante es que podemos
vivir libres de nuestras ideas, las cuales son transparentes y no son nuestro
destino. No somos víctimas. No somos malos. No hay maldad en budismo. Es
simplemente ignorancia. La verdad del Dharma transforma la ignorancia en
sabiduría. Aunque siempre eres un Buda, tienes que cultivar cada día rompiendo
los hábitos mentales que te causen el sufrimiento e insatisfacción. Podemos
actuar desde nuestra verdadera mente búdica y vivir en Nirvana. La decisión es
tuya.
Bibliografía
Dharma, Wonji
(Traductor). (2010). The Bodhidharma Lectures. Buddha Dharma University
Press: Oneida, N.Y.
Pine, Red (Traductor). (1987). The Zen Teaching of Bodhidharma.
North Point Press: N.Y.
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